Periodista feminista con Maestría en Estudios de la Mujer (UAM) y especialización en Estudios de la Mujer por el PIEM de El Colegio de México.
"¡Para nada!". "Sí, defiendo los derechos de la mujer, pero no soy feminista". "No, porque es el otro extremo del machismo. Es un machismo al revés". "Soy feminista pero no radical, porque yo no estoy en contra de los hombres". "Pues no, ya vi que las feministas no son ni machorras, ni lesbianas, ni amargadas, pero no me identifico con ellas". "Estoy en favor de la libertad, pero no del libertinaje". "Yo no soy visceral". "Soy femenina, no feminista".
Hola, mi nombre es Guadalupe y yo sí me asumo feminista, y más aún: en este mes cumplo 20 años de haber admitido en mi vida esa filosofía-teoría-posición política-movimiento social-cultural. Si bien es difícil precisar una fecha de cambio de conciencia, yo parto de ese punto porque fue cuando apareció mi primer artículo en la revista Fem, la primera publicación feminista de América Latina, desaparecida hace un par de años.
Consideré que este sería un buen tema para iniciar mis colaboraciones en MujeresNet.info, pues en estos últimos años me ha tocado vivir el anuncio una y otra vez del funeral del feminismo, no sólo por parte de nuestros detractores "naturales" como la religión, la derecha, la ultraderecha, el conservadurismo y el machismo, entre otros, sino del resto de la sociedad.
Se asegura que el feminismo es una ideología del pasado porque se han encontrado otras categorías de análisis de los problemas sociales, culturales, económicos, etc. y otras formas de lucha que incluye a "todos"(me imagino que también incluirán a todas). Bueno, si se habla de globalidad, por qué el feminismo se resiste, mejor dicho, ¿por qué las feministas se resisten al cambio?
Pues sí, hay mucha resistencia, porque para esos embates se necesita aguantar, aunque muchas veces no salgamos bien libradas, no por falta de argumentos, sino por la intolerancia a todo lo que suene a feminista.
Más que explicar qué es el feminismo, su historia, sus etapas, las diferentes corrientes y su relación con los movimientos de mujeres, entre otros puntos (¡imagínense todo el roooollo!), presento aquí una parte de lo que se dice de él y de nosotras.
¿QUIÉN LE TEME AL FEMINISMO?
El primer argumento-acusación que se hace en contra del feminismo es promover la guerra de los sexos: "la mujer, para ser ella misma, se erige como rival del hombre. A los abusos de poder ella responde con una estrategia de búsqueda de poder y ese proceso conduce a una rivalidad entre los sexos" (Carta de la Congregación de la Doctrina de la Fe en tiempos de Joseph Ratzinger, antes de ser papa)[1].
Eve Ensler, autora de la obra Los monólogos de la vagina, estrenada en Nueva York en 1996 y que en México aún sigue en cartelera, comenta que su texto no se trata de un movimiento feminista, palabra que normalmente se confunde con odio, rechazo o resentimiento contra los hombres".[2]
Segundo. Excluyen a "la otra mitad del mundo": los hombres. Constantemente la palabra es sustituida por "varones" para no confundirla con "humanidad", cuando sería más fácil dejar de utilizar "hombre" como sinónimo de humanidad. Cuando se creó en el 2002 la Asociación de Mujeres en el Cine y la Televisión-México, con el objetivo de defender y promover la "producción audiovisual femenina" (mejor dicho, de mujeres), convocaron a "los interesados" (¿no que era de mujeres?) a inscribirse al grupo que tiene un "carácter incluyente, no feminista".[3]
La primera mujer que recibe el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo de las ciencias físico matemáticas y naturales, Herminia Pasantes Ordónez, confesó a una entrevistadora que no estaba al tanto de la postura feminista actual y que no concebía la vida sin el placer de la compaña de los hombres.
También habló de la discriminación (sin mencionar esa palabra) que ha vivido como investigadora, como cuando no le permitieron estudiar su doctorado porque acababa de tener a su hija, y añadió: "es más difícil para las mujeres no sólo por el esfuerzo físico en el hogar y el laboratorio, sino por lo que implica abrirse camino en una comunidad en la que se sigue viendo a las mujeres como simpáticas, sin darles el gran peso que debe tener un investigador, cualquiera que sea su sexo".[4]
Tercero. Feminismo es lo contrario a machismo: "Es necesario que se deje el machismo atrás pero nosotras no debemos caer en el feminismo extremo", dijo la vocalista del grupo roquero Endor. "He visto en el feminismo actitudes radicales como en el machismo y eso a mí me caga, he tratado de ser una persona y de competir... las chavas piden apoyo para las mujeres; eso está tan mal... es como sentirse menos cuando uno tiene que ser igual... El machismo viene desde el cristianismo y no podemos hacer una lucha contra los hombres que piensan así porque fueron formados así; lo que hay que hacer es concientizar y tratar de llegar a ser iguales", comentó la hiphopera Ximbo. Ambas fueron etrevistadas[5] con motivo del festival Mujeres Moviendo el Mundo, en el marco del 8 de marzo.
Curioso, pero en esa entrevista también señalaron las limitaciones que han tenido como roqueras para presentarse en foros; además de que aún eran rechazadas por el público: "Ay, no, pinches viejas, ya bájate o mejor encuérate". Aún así, insistieron en que no tiene nada que ver con que sean mujeres.
Cuarto. Las acciones o actividades de mujeres, para mujeres o por mujeres son feministas y excluyentes. Cuando se realizó el Primer Festival Nacional de Compositoras de México (desconozco si se siga haciendo), varias representantes fueron entrevistadas por La Jornada[6] y ahí Nayeli Nesme expresó: "Aunque hombres y mujeres tenemos las mismas capacidades y necesidades, la hormona femenina es distinta; claro que las que estamos aquí no explotamos un trabajo rosa o feminista de la hormona. Más bien veo que entre nosotras... hay un trabajo general permeado por el riesgo".
La directora de la naciente Orquesta Sinfónica de Mujeres del Nuevo Milenio, Gina Enríquez, habló sobre su proyecto: "Lo que buscamos es reivindicar el papel de la mujer dentro de la música sinfónica, aunque sin actitudes agresivas ni revanchistas. No se trata de un proyecto feminista, sino de una iniciativa que tiene que ver mucho con lo humano, con los derechos humanos de las mujeres y en especial de las que nos dedicamos a la música como profesión, dado que históricamente hemos estado relegadas, sobre todo, como directoras, compositoras y solistas... Somos la primera sinfónica de mujeres en México, pero no la única en el mundo. Apenas se está rompiendo ese esquema de considerar que la música sinfónica era un ámbito exclusivo para el sexo masculino".[7]
Quinto. Ser feminista es ser proabortista y lesbiana. Estas premisas son muy comunes y aunque parecieran argumentos del siglo pasado (que así lo fue) se siguen repitiendo en todos los niveles, conservadores o no. Rocío Gálvez de Lara, del grupo Pro Vida, se quejó de que el Parlamento de Mujeres del 2001 haya sido "manipulado" por dos corrientes: "la pro abortista y la del lesbianismo". "No podemos salir con propuestas de legalizar el aborto. Las mujeres debemos luchar por un auténtico feminismo con propuestas más humanas y sensibles hacia los más débiles e inocentes".[8]
Sexto. Hay de feminismos a feminismos. Ángeles Corte, de la Red de Mujer (sic) también refiriéndose al Parlamento 2001 manifestó: "la sociedad civil no está representada en este parlamento, ha sido excluida por grupos feministas radicales coludidos con diputadas del PRI y PRD. Son las representantes de la más antigua y corrupta cerrazón ante posturas distintas, y pretender imponerse como portavoces de las mujeres mexicanas".[9]
La antropóloga Helen Fisher, al hablar de su investigación El primer sexo, utiliza argumentos feministas para contraatacar al feminismo y la construcción genérica: "deberá surgir un nuevo feminismo, 'uno de tercer tipo', que deje de ver a las mujeres como víctimas".[10]
Griselda Alvarez, primera mujer gobernadora, poeta y entonces asesora de Oscar Espinoza Villarreal, quien fungía como secretario de Turismo, expresó que "la lucha de la mujer es... la lucha por el cambio de estructuras sociales", dejó en claro que no se trata de sustituir anteriores prejuicios por nuevas desviaciones gestadas a partir del feminismo a ultranza, sino de elaborar un nuevo método de análisis... y de diagnóstico en la participación de la mujer".[11]
Séptimo. Feminismo vs. Feminidad. "No es lo mismo que lo mesmo", reza el refrán y entonces señalan a las feministas como "machorras" en contraposición con las "mujeres femeninas" vestidas de falda, saco, zapatillas, maquillada, etc. Pero también se refiere a otros niveles. "No creo en el feminismo y mis cuentos sólo son una búsqueda de la expresión femenina", señaló la escritora Beatriz Meyer.[12]
Angélica Aragón, quien destacó en la telenovela Mirada de Mujer, platicó sobre otro de sus trabajos: Todo por amor, que en el año 2000 se transmitía por canal 13: las telenovelas de producciones Argos "sin ser feministas pretenden elevar la conciencia y la autoestima de las mujeres".[13]
GENERO CONTRA FEMINISMO
Las opiniones arriba citadas no han variado sustancialmente, siguen reproduciéndose en boca de muchas y muchos, ya sea en foros especializados o en conversaciones coloquiales. La novedad radica en el discurso de género; en el que, al igual que el feminismo, existe una serie de prejuicios que no hacen más que alimentar los mitos y mitotes sobre estos dos conceptos.
"El género es la etapa avanzada del feminismo", expresó hace algún tiempo una facilitadora cuyo nombre no recuerdo, en un taller que tomé sobre educación para adultas y adultos mayores con perspectiva de género en el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal.
Y si de clases hablamos, la ex titular del Instituto Nacional de las Mujeres, Patricia Espinosa, alertaba a sus correligionarias del Partido Acción Nacional (PAN): "tenemos que dar el siguiente salto, ver cómo enfrentamos temas sensibles ante los que las feministas, con su organización y redes, sólo nos hacen ser reactivas... (Género) es un concepto internacional, y las invito a neutralizarlo... el Vaticano en la plataforma de acción lo afirmó con esa reserva: vamos a entender la palabra género como masculino y femenino".[14]
De hecho, esa es una de las principales confusiones, hablar de "género femenino" y "género masculino", en lugar de decir llanamente "mujeres" y "hombres"; de ahí que en muchos discursos se repita "equidad entre los géneros", en lugar de decir: equidad de género (que se refiere a la construcción social y cultural de los sexos) o equidad entre hombres y mujeres o equidad entre los sexos.
Tal vez esa última palabra siga sonando "muy fuerte" pues es raro escucharla en discursos gubernamentales, ni siquiera en los "más avanzados", ya no por decirlo feministas. Y bueno, suena más "elegante" hablar de perspectiva de género -sin demeritar su importancia y trascendencia para el reconocimiento y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres- que de perspectiva feminista. Para muchas y muchos, en especial para quienes gobiernan, el discurso de género representó un salvavidas para evitar asumirse feminista.
Carlos Monsiváis ya alertaba que "la perspectiva de género y la reivindicación de la igualdad entre los sexos han sido 'confiscados' por quienes buscan el poder político, por lo que la esencia social de la lucha feminista debe retomarse".[15]
EL FEMINISMO VIVE, LA LUCHA SIGUE
Dejemos que la defensa del feminismo la hagan otras figuras públicas. No son demasiadas citas como las anteriores, pero muy contundentes y desde diferentes mundos, lo que significa que el feminismo está arraigado en todos los niveles, sólo falta salir del closet.
"Soy humanista y feminista, ¿por qué no he de serlo? Si hay muchas mujeres sufriendo injusticias, debemos hacer algo... no soy activista, no soy política. Si pienso y amo a la humanidad, debo defender a los oprimidos y las mujeres son oprimidas por la sociedad",[16] manifestó la escritora Taslima Nasrin, a quien en 1994 le dictaron una fatwa (edicto religioso que implica una condena a muerte).
"El feminismo forma parte de cada letra mía... Es una batalla que tengo todos los días. Mujeres con un nivel cultural alto, incluso que trabajan con éxito en los medios, dicen 'queridos amigos, no vayan a creer que soy feminista' o 'evitando el feminismo radical'... como si fuera una amenaza, pero no sé de ninguna cultura del mundo que corte penes; sí las conozco que cortan clítoris... el machismo es un abuso de poder, el feminismo en cambio, una reivindicación de la mujer para que ejerza sus plenos derechos",[17] sentencia la sexóloga Anabel Ochoa, autora de libros, editora de una revista y conductora de un programa de radio que dura tres horas.
Una que me gustó mucho fue la de la cantautora Ani DiFranco: "yo habría esperado que la trayectoria del feminismo sería tal que hoy día todos abrazaríamos esa palabra, y que todos nos consideraríamos feministas. De alguna manera creo que las corrientes conservadoras han hecho mucho en los medios por destripar esa palabra y declarar que el feminismo ha muerto.
"La reiteración a los jóvenes de que ese concepto es caduco ocupa cada año las portadas de Time o Newsweek y mientras comercializan la idea de las chavas light, de extraer lo político del feminismo y convertirlo en una camiseta mini, lo cual, creo, es una forma insidiosa de debilitarlas. Entonces, sí, a mí me gusta mantener vivas esas palabras".[18]
A mí también: el feminismo vive, la lucha sigue, feliz aniversario.
Fuentes:
3 Comentarios:
ja! no sé como elegir una identidad, simplemente no me sale -je-, perdón, no quería ser anónima Gracias por el comentario y eso que no metí muchos otros que tengo por ahí guardados. Saludos. Hola, yo soy feminista con todas sus letras.
[1] La Jornada, 1 de agosto, 2004.
[2] La Jornada, 2 de junio, 2001.
[3] La Jornada, 3 de mayo, 2002.
[4] La Jornada, 20 de enero, 2002.
[5] La Jornada, 8 de marzo, 2002.
[6] La jornada, 2 de septiembre, 1001.
[7] La Jornada, 19 de septiembre, 2003.
[8] La Jornada, 18 de junio, 2001.
[9] El Universal, 9 de junio, 2001.
[10] La Jornada, 2 de agosto, 2000.
[11] La Jornada, 10 de marzo, 2003.
[12] La Jornada (no tengo la fecha exacta).
[13] La Jornada 11 de mayo, 2002.
[14] La Jornada, 27 de octubre, 2001.
[15] La Jornada, 12 de marzo, 2004.
[16] La Jornada, 15 de julio, 2001.
[17] La Jornada, 17 de diciembre, 2001.
[18] La Jornada, 29 de junio, 2001.
Tantas citas de gente "notable" son frustrantes, había leído un blog en milenio citando a gente como el gritón lector de noticias de "hechos": javier alatorre y tipos así comentando cosas similares, pensé: es lógico, que se puede esperar, pero esta vez me quedé pasmada ante la desinformación y la ignorancia, pero sobre todo ante el prejuicio y el desinterés. Hay tanto por hacer.
Buen post, felicidades!!!
Yolanda Carrasco
Melissa Martínez