México, D.F. /MujeresNet.- Crear solidaridad con las familias afectadas e impulsar movimientos sociales para erradicar la violencia contra las mujeres, son las principales intenciones del libro "Las muertas del Estado. Feminicidios durante la administración mexiquense de Enrique Peña Nieto", señalaron sus autores Humberto Padgett y Eduardo Loza durante su presentación el 14 de agosto de 2014.

Esta investigación periodística presentada en el Museo Memoria y Tolerancia conjuga los testimonios de los familiares que perdieron a una mujer, con las imágenes a cargo del fotorreportero Eduardo Loza, que muestran el lado humano, el vacío que dejaron en sus familias; por lo que no pretende ser un libro más de nota roja, ni pesquisa policiaca, mucho menos una obra electorera, aclararon los periodistas.

Esta obra emanada de la editorial Grijalbo es un análisis estadístico sobre el feminicidio que colocó al Estado de México arriba de Ciudad Juárez al tener 10 asesinatos más que la ciudad fronteriza: "El odio a las mujeres se mide por el número de féretros, el Estado de México fue el peor sitio para ser mujer", sentenció Padgett.

Durante la presentación en la que estuvo presente la prologuista del libro, la también periodista Lydia Cacho, preguntó si ellos podían dar un perfil de los hombres de quienes asesinan a las mujeres, pregunta que respondió Humberto Padgett: en su mayoría eran hombres cercanos a las víctimas, pareja sentimental o ex pareja o un vecino.

En esta charla los autores narraron algunos de los testimonios recopilados en este libro en los que se hizo patente la incompetencia de las autoridades que adolecen de una capacitación con perspectiva de género y que conlleva a la impunidad: "Las autoridades culpan a la mujer o niegan el hecho".

En este sentido, Padgett reveló que sólo uno de cada 10 asesinos va a prisión y que de los 125 municipios que conforman al Estado de México, sólo en seis no se registraron feminicidios.

Padgett y Loza hallaron nombres de los políticos que eran los responsables de impartir justicia y seguridad durante la gubernatura de Peña Nieto y que ahora ocupan un lugar en el gabinete presidencial y otros cargos de poder como Emilio Chuayffet, actual secretario de Educación; Alfredo Castillo, actual comisionado federal en Michoacán; Eruviel Ávila, actual gobernador mexiquense; Arturo Montiel, ex gobernador del Estado de México; César Camacho, actual presidente nacional del PRI; y Alberto Bazbaz, el ahora jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, conocido por el caso de la desaparición de la niña Paulette en 2010. "No hay un solo caso en el que no haya corrupción", lamentó Padgett.

Esta investigación además de generarles indignación y empatía por las familias afectadas, también los sensibilizó respecto al tema de la violencia de género y les creó conciencia desde el periodismo, confesaron ambos autores. Por su parte, Lydia Cacho reconoció que son los primeros hombres en México que hacen un trabajo con perspectiva de género.

El manejo de los feminicidios en la entidad mexiquense fue otro punto que los autores comentaron. "Desde hace 15 o 20 años la prensa mexiquense y nacional no voltean a ver el sufrimiento y el vacío que dejan los asesinatos de mujeres en las familias", sentenció Padgett. Llamó a los estudiantes de periodismo y medios de comunicación a cambiar la forma en la que se aborda el tema del feminicidio para dejar de reproducir este modelo misógino, y a la sociedad en general para crear organizaciones sociales contra la violencia de género.

La presentación cerró con un discurso leído por Eduardo Loza en el que agradecen enormemente a sus colegas, amigos, familiares y a quienes dieron su testimonio, pero sobre todo a las "madres, esas guerreras de gruesa armadura... mujeres defendiendo mujeres, mujeres luchando contra todo, mujeres luchando contra los malditos... machismo, impunidad, apatía, corrupción, políticos insensibles, estos últimos los más culpables por omisos, por cómplices, por indolentes, por ciegos, por perversos, por su eterno egoísmo que sólo hace ver por sus intereses personales. Malditos, sí, porque en sus manos está evitar estos crímenes, el sufrimiento de miles de familias, de miles de existencias paralizadas por el dolor de una pérdida, de infinita pena para una madre, pero no, los políticos siempre las ignoran, les resulta conveniente asegurar buenas cuentas en las urnas. Muchas gracias a ellas, las que compartieron con nosotros sus historias, gracias por su confianza, por permitirnos acompañarles, mujeres que con su infatigable grito nos han enseñado que la justicia nunca llega si nos quedamos callados e inmóviles".