Las mujeres en el narcotráfico y el secuestro ¿fueron tema de información y disertación periodística?
Por Josefina Hernández Téllez
Periodista, investigadora en estudios de género, profesora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH)y la UNAM, y responsable del grupo de investigación de Género y Comunicación de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC).
Los casos de Sandra Ávila Beltrán ( La Reina del Pacífico ), Laura Elena Zúñiga Huizar ( La Miss Sinaloa ), Lorena González Hernández ( La Comandante Lore ) y Florence Cassez ( La Francesa ), relacionadas con el narcotráfico y el secuestro son casos muestra de la forma cómo se visualiza y se reconstruye la noticia para la sociedad en el caso de la participación femenina en ambos delitos.
De ser hoy una realidad y una de las problemáticas sintomáticas y graves de la sociedad mexicana actual, ambos temas fueron relegados al "show" mediático que significa el que mujeres participen en la delincuencia organizada.
Éste es el hallazgo que en el análisis reveló el trabajo Las mujeres en el crimen organizado: narcotráfico y secuestro ¿Tema de información y disertación periodística?, realizado por la Dra. Josefina Hernández Téllez, investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAEH, y editado por la primera y única agencia de noticias de mujeres en el país Comunicación e Información de la Mujer A.C. ( CIMAC ).
A lo largo de la recuperación informativa de estos cuatro casos emblemáticos de la delincuencia femenina, este libro establece que si bien la conformación de la agenda periodística responde a máximas de interés, actualidad y oportunidad, también es cierto que en ese afán de servicio, el lucro y los valores que predominan respecto del lugar que guardan hombres y mujeres en esta sociedad no dejan de transparentarse y con ello se confirman prejuicios, estereotipos y clichés sobre las mujeres.
De aquí que se pondere lo "extraordinario" de su participación en estas actividades y no sólo esto sino que se destaque su participación desde la mirada predominante sobre las mujeres como objetos: cuerpo, juventud, belleza, bondad, pero al mismo tiempo desde la oposición versus dureza, maldad, rareza, entre otros.
En esta perspectiva la pregunta clave fue: ¿es el narcotráfico el tema a informar en los casos de Sandra Ávila Beltrán y Laura Elena Zúñiga Huizar? ¿o el secuestro en relación a Lorena González Hernández y Florence Cassez?
La respuesta, demuestra la especialista de análisis de medios, es que cualquier lector/a, periodista o editor/a de medios afirmaría que se informó con creces sobre el tema. Sin embargo, las interrogantes para demostrarlo fueron: ¿dieron cifras sobre lo que representa en general este problema y la incursión y características de las mujeres en particular en estos actos delictivos? ¿informaron sobre la creciente participación de las mujeres en la delincuencia?
Luego del análisis de los textos de información y opinión de 6 diarios de circulación nacional ( El Universal, Excélsior, Reforma, La Jornada , Milenio y El Sol de México ) y 2 revistas semanales ( Proceso y Milenio semanal ) y de 9 portales de Internet ( Terra, Vanguardia, Proceso.com, Esmas Noticieros Televisa, Informador, La Crónica Hoy , CNN Expansión, El Financiero y OEM Informex ), la respuesta fue contundente: existe un sesgo informativo sexista en el caso de la delincuencia masculina vs. la femenina.
Mujeres objeto antes que mujeres sujeto con problemas y retos
Para comenzar, los encabezados refirieron sustantivos adjetivados que dan por sí mismos cuenta de lo que se habla: de mujeres adjetivadas desde su presencia, reducidas o ejemplificadas con palabras que refieren miradas intencionadas que sobreponen su identidad a los calificativos de mujeres objeto: Reina del Pacífico y Mis s Sinaloa ; o bien el de mujeres "fenómeno" que delinquen y encabezan actividades propias de los hombres (retenes, por ejemplo), como fue el caso de Lorena González Hernández, La Comandante Lore o La Lore , o lo extraordinario como el de una extranjera en la delincuencia que pone a prueba la verosimilitud de la vida legal y formal del país: La Ciudadana francesa Florence Cassez .
Así, en el colectivo imaginario la información sobre el caso, la historia de las protagonistas, el análisis sobre lo que está sucediendo de la participación femenina en la delincuencia organizada, no fue lo crucial, ni lo importante. Incluso, se ponderaron tanto los adjetivos que pocos recuerdan los nombres de pila de estas mujeres, ni quiénes son, ni cuál fue su problemática, ni cuáles sus motivos. Simplemente fueron La Reina del Pacífico o La Reina , La Miss Sinaloa o La Miss , La Comandante Lore o La Lore o La Ciudadana francesa o La francesa .
La información y la opinión vista con detenimiento presentó en estos casos diferencias de forma y fondo.
De "la niña bonita que hace cosas malas" a "la flor llena de espinas"
En los casos de secuestro, mientras la información referida a la comandante de la Agencia Federal de Investigación ( AFI ), Lorena González Hernández generó un total de 88 notas (77 informativas, 11 de opinión) en el caso de Florence Cassez se incrementó con creces el número de textos: 143 (121 informativos y 22 de opinión).
La diferencia estriba en la condición de extranjera de Cassez y que "vendió" más ante la coyuntural visita del presidente de Francia y las implicaciones para esta "ciudadana francesa" antes que delincuente. Esto contra lo que supuestamente significa la corrupción de cuerpos encargados de la seguridad nacional como es la AFI y que debió tener mayor atención en cuanto a medidas y cauce de situaciones.
Entonces, a Florence Cassez en su estatus de secuestradora no se le "cubrió" informativamente así, sino como un caso que generó debate por las implicaciones diplomáticas ante la eventual visita de Sarkozy a nuestro país al revelarse el "montaje" por parte de las autoridades en su detención para el espectáculo de los medios electrónicos y con lo que se refrendó la desconfianza social e internacional en la impartición de justicia en México.
Este matiz de los titulares desdibujó, relegó, su real papel en el secuestro como acto delictivo. Florence Cassez dejó de ser secuestradora, integrante de una banda delictiva, plagiaria, para ser vista como la "francesa" principalmente.
En el caso de la comandante de la AFI , Lorena González Hernández, la situación fue opuesta. Ella se fue diluyendo informativamente durante la información-opinión. De ser el foco de atención por la "curiosidad" de que una mujer (en primera instancia), oficial (en segundo lugar), participara en la logística del secuestro del hijo del prominente empresario Alejandro Martí, se fue desvaneciendo, porque más allá de su sexo no hubo nada que explorar y explotar periodísticamente, por lo que todo terminó centrándose en la contradicción institucional entre las autoridades de AFI y PFP .
De su participación como mujer en el secuestro también se trato de explotar los datos sobre su entorno social y destacar su personalidad "fuerte" y "dura", contrario entonces a lo que se supone "debemos" ser las mujeres.
Sin embargo, este filón se agotó porque no se encontró, ni dio para explotar más el morbo, además de que su presencia física no cubrió el otro estereotipo de mujer objeto, es decir, joven, atractiva o cualquier otra prenda, y después de unas notas todo se centró en las contradicciones entre la PGR y la PGJDF .
Una de "narcocuna", la otra "nena del narco"
Respecto de los casos ligados al narcotráfico, el de Sandra Ávila Beltrán y el de Laura Elena Zúñiga Huízar la cobertura cuantitativa rebasó los 100 textos. Para Ávila Beltrán fue de 146 (135 informativos, 11 de opinión) y para Zúñiga Huízar de 115 (104 informativos, 11 de opinión).
Esta amplia cobertura no estuvo exenta del sensacionalismo y los lugares comunes. A Sandra Ávila Beltrán se le identificó principalmente como La Reina del Pacífico , apelando a la asociación fantástica y literaria de la obra del periodista español Arturo Pérez Reverte, quien escribió una novela sobre una mujer líder en el narcotráfico, de nacionalidad mexicana, cuyo apodo es el título de la obra: La Reina del Sur .
La relación de un personaje imaginario creado a partir de una persona real y concreta, dio rienda suelta a la imaginación periodística para atraer a los lectores.
Los titulares en uno y otro caso permitieron contrastar y confrontar la imagen sobre dos tipos de mujer que se contraponen pero que se complementan en el "ideal" masculino: la mujer fuerte, de poder, la "cabrona", la de "armas tomar", Sandra Ávila Beltrán, contra la dócil, la tierna, la mujer adorno, Laura Elena Zúñiga Huízar
Laura Elena Zúñiga Huízar y Sandra Ávila Beltrán son así los dos casos opuestos y complementarios del papel que juegan las mujeres en el mundo actual. La fuerte y la débil, la protagonista y la víctima, la sujeto y la objeto. Pero unas y otras necesarias, parte del espectáculo mediático sobre el "ser y esencia femeninos".
Esto se refleja no sólo en los titulares o cabezas de las notas informativas, sino también en las fotos difundidas donde señalan a La Miss "deprimida", "angustiada", "llorosa", "tierna", "joven" y "desválida"; mientras en el texto se vende la espectacularidad de la situación pero no desde el hecho de capturar a un personaje masculino importante del mundo delictivo, sino desde la relación de una joven bella y del espectáculo, al grado que ni el nombre del capo se menciona en las notas y si en cambio se sigue recreando la fantasía mediática sobre el narcomundo
"Los hombres" de la Miss, de la Reina y de la Francesa
En tres de cuatro casos los "novios" no fueron expuestos a pesar de que se dijo que eran, incluso, tanto o más peligrosos que ellas mismas. Si bien tanto Laura Elena Zúñiga Huízar como Sandra Ávila Beltrán, perdieron identidad al identificárseles sólo como la Miss y La Reina , estos hombres "fuertes" del narco se olvidaron en los reportes periodísticos. No supimos de su historia, de su familia, de sus gustos, de sus actitudes, de su apariencia, de sus razones y sin razones como en el caso de ellas. La misma tónica se repitió con Florence Cassez, pese a que supuestamente su compañero era el líder de la banda ningún medio explotó su imagen, sus antecedentes. Todo se centró en "la francesa".
En conclusión
Este trabajo de análisis y reflexión, con perspectiva de género, concluye que el enfoque periodístico actual y general sobre la delincuencia femenina, acaba y desdice los propósitos "ideales" o "discursivos" sobre la misión del periodismo: informar y orientar a la opinión, porque se jugó con la espectacularidad y el morbo por la situación de estas mujeres antes que informar y analizar esta problemática de las mexicanas y sólo se centró en el "atractivo", en el "interés" superficial que puede tener para el público masivo. Reprodujo, confirmó y reforzó estereotipos y clichés que distorsionan la realidad de las mujeres y se alejó del objetivo periodístico.
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