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Las mujeres dijeron ¡basta!
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Por Lucía Rivadeneyra
Comunicóloga por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Cursó la maestría en Literatura Mexicana, en la Facultad de Filosofía y Letras. Sus libros "Rescoldos", "En cada cicatriz cabe la vida" y "Robo Calificado" fueron merecedores de los Premios Nacionales de Poesía "Elías Nandino" (1987), "Enriqueta Ochoa" (1998) y "Efraín Huerta" (2003), respectivamente. En 2007, publicó la antología personal 'Rumor de tiempos'. Su material poético está incluido en numerosas antologías. La han traducido a diversos idiomas. Catedrática de la UNAM desde 1980, ejerce el periodismo en medios de circulación nacional.
Para Rafael Leonardo Chávez Gómez
"Ésta es una historia de una comunidad purépecha que decidió decir ¡basta! A los talamontes. Las mujeres fueron las que dijeron ¡basta! Alicia Lemus, el personaje principal de este trabajo, enseñó el significado en lengua purépecha de la palabra Jarojpikua: 'ayudarse unos a otros'".
Afirmó lo anterior, Thelma Gómez Durán durante la ceremonia en la que recibió el segundo lugar del Premio alemán de periodismo 2011, Walter Reuter, en el marco de la Feria internacional del libro de Guadalajara (FIL), por su reportaje "Cherán mantiene firme la lucha por sus bosques", publicado en El Universal , el 15 de julio de 2011.
Y Alicia Lemus, invitada por Thelma, estaba presente. Ella era la primera de la fila que se organizó para tener acceso a la ceremonia, la acompañaba Lupita ingeniera bioquímica, también purépecha. Alicia nació en Cherán y "es una de las pocas indígenas del país que -gracias a una beca- cursó una maestría en Historia en la Universidad Iberoamericana; también realizó estudios en universidades de España y Estados Unidos. Pisar otros países no la alejó de Cherán: 'mi familia me enseñó a tener un fuerte sentido de comunidad, a tener un compromiso con mi pueblo. Mi pueblo es mi casa. Y uno cuida su casa'", declaró a Gómez Durán.
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El primer lugar correspondió a Marcela Turati por sus trabajos "Desaparecidos, la epidemia" y "Unidas por los desaparecidos". El tercer lugar a José Gil Olmos, por su reportaje "Mujeres en la caravana por la paz: 'Nos mataron el miedo'", ambos periodistas del semanario Proceso .
Durante la ceremonia, Turati afirmó "lo que me pregunto es qué más se puede hacer, además de cronicar el dolor. Yo sentía que éramos como inmovilizadores de la sociedad. Sí, ya lo leí y ahora qué. Ya no quiero leer. No puedo hablar del dolor sino de la gente. Las mujeres de Coahuila vinieron al Zócalo, iban con las fotos de sus familiares. Organizaron un taller de capacitación, porque hemos encontrado mucha gente que está buscando cómo saber si el costal de huesos es del hijo, qué derechos constitucionales tienen, que... son preguntas trágicas. Ya no sólo hay que hablar de la tragedia sino contar desde la gente. Mantener viva la indignación y la esperanza. Hacer un periodismo que huela a calle".
Por su parte, Gómez Durán aseveró que "estos trabajos surgen de una pregunta ¿qué periodismo queremos hacer? Un periodismo que realmente voltee a ver a los ciudadanos. No elegimos ser periodistas para repetir palabras huecas, que la gente se quede con información que olvide al día siguiente. El reto es cómo contar las historias, cómo acercar a los ciudadanos. Ir más allá del sufrimiento de la gente. Saber que nosotros no somos los protagonistas de las historias. Hay historias de desaparecidos, historias de corrupción, historias que mueven a la acción. Ésta es una historia de una comunidad purépecha, de Cherán, que decidió decir ¡basta! A los talamontes, y fueron las mujeres las que dijeron ¡basta!".
Gil Olmos comentó sobre la responsabilidad social del periodismo y cómo se retrata el dolor de las víctimas. Cómo son las mujeres que están saliendo a la calle. Mujeres que salen a la calle a buscar un pedazo de su ser querido. De cómo son ellas las que se están convirtiendo en parte de un proceso de paz. "Son las mujeres con las que yo empecé a observar la tragedia que estamos viviendo. Se trata de poder tener las palabras exactas, las palabras precisas, de transmitir su voz".
El periodista Marco Lara Klahr, quien moderó la mesa, señaló la importancia de "moverse con sensibilidad suficiente, para no hacer apología de la violencia ni revictimizar a las víctimas".
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Todos los comentarios hacen recordar lo que Carlos Monsiváis escribió en el prólogo de su Antología de la crónica en México (UNAM, 1978), "Una encomienda inaplazable de crónica y reportaje: dar voz a los sectores tradicionalmente proscritos y silenciados, las minorías y mayorías que no encuentran cabida o representatividad en los medios masivos. Darle voz a los grupos indígenas, a los indocumentados, desempleados, subempleados, organizadores de sindicatos independientes, jornaleros agrícolas, campesinos sin tierras, feministas, homosexuales, enfermos mentales, analfabetas. Darles voz a los habitantes de las márgenes es destruir la idea de la noticia como mercancía..."..
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Por eso da gusto asistir a la premiación y compartir, en general, el gusto por leer un periodismo profesional que da voz a quien no la tiene. Y, en particular, da gusto ver cómo una egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, que alguna vez -hace muchos ayeres- fue alumna de quien esto escribe, se entrega cotidianamente a la investigación, a las palabras.
Thelma Gómez Durán inició su trabajo periodístico en la agencia Notimex y continuó en medios como Milenio diario, Milenio semanal, Día siete y Nuevo Excélsior, entre otros muchos. Asimismo, ha colaborado en La Jornada, Playboy-México, Etcétera, Open, Quo, El Semanario y Life & Style. También ha impartido clases en la escuela de periodismo Carlos Septién y participado en diversos cursos, conferencias, asociaciones.
Hay premios que se dan y premios que se ganan. Thelma y sus colegas los ganaron a pulso, a base de meterse en donde no los llaman, a base de trasnochar, viajar, tener sed, preguntar, buscar, indagar, reportear, al fin de cuentas.
Si hay algo difícil de compaginar en la vida de una periodista es mantener una pareja estable. Son pocos, muy pocos, los hombres que respetan un trabajo que implica no tener horarios, viajar, tomar cursos dentro y fuera de la ciudad, incluso fuera del país, hacer giras. Sin embargo, con todo y lo complicado que puede ser, Thelma tiene una pareja desde hace más de 15 años, Daniel guitarrista de profesión, y un hijo, Rafael, que está por terminar la secundaria. Y aunque a veces se pueda creer o sentir que se está en el triángulo de las Bermudas, la vida va, entre notas, palabras, sonrisas, angustias, música y premios.
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Durante una entrevista, en la cabina de radio de la FIL, Marcela Turati, Thelma Gómez Durán y José Gil Olmos coincidieron en que sus tres trabajos tenían un común denominador: las mujeres. Las mujeres que se movilizan, las mujeres que luchan, las mujeres que llegan al Zócalo, las mujeres que van a buscar a los desaparecidos, las mujeres que organizan a su comunidad, las mujeres que lloran, pero que se mueven, las mujeres...
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Al día siguiente de la entrega del Premio alemán de periodismo 2011, Walter Reuter, se presentó -también en el marco de la FIL- el libro 72 migrantes (Almadía, 2011), coordinado por Alma Guillermoprieto con una introducción de ella misma y un prólogo de Gael García Bernal (codirector del documental sobre la migración centroamericana Los invisibles ). Están aquí 72 textos, uno por cada uno de los 72 migrantes asesinados en nuestro país, en un rancho del ejido El Huizache, municipio de San Fernando, estado de Tamaulipas, en agosto de 2010.
Aquí hay 72 voces, muy breves, muy intensas, que hablan por cada uno de los muertos, voces como las de Humberto Ríos Navarrete, Lolita Bosch, Braulio Peralta, Ivonne Melgar, Liliana Alcántara, Alejandro Almazán, Juan Villoro, Froylan Enciso, Isabel Vericat, Roger Bartra, Alfonso López Collada... También participaron Marcela Turati, Thelma Gómez Durán y José Gil Olmos.
La asistencia y participación del público fue memorable. El texto duele. ¿Habrá alguien, simple mortal, claro, que no tenga algún hijo, padre, madre, hermana, hermano, vecino, conocido, amante, que no sea o haya sido migrante?