Y los dos jóvenes que actúan en los vagones del metro y nos provocan preguntando por qué no hay sonrisas si se escuchan los latidos de corazones... Y la viejita que canta con la voz ya desgarrada y te sonríe cuando le das una moneda. Y la señora que le da lugar a un señor de edad madura porque cree en la equidad de género. Y el muchacho que me reconcilia con la vida porque me dice el piropo más maravillosamente respetuoso... Me pregunto, ¿qué tienen que ver con ustedes? Ustedes, que me persiguen todo el día pero no me cautivan, más bien me hostigan con sus declaraciones memorizadas. Ustedes, que se aparecen en espectaculares con sonrisas simuladas para hacerme falsas promesas. Ustedes, tan lejanos de nuestra vida cotidiana, me decepcionan, me deprimen, me desalientan.

Y las niñas cursis que se mecen enamoradas en un concierto de "Maná". Y el niño que recita inspirado un 10 de mayo. Y el maestro de asignatura que empieza su jornada a las siete de la mañana y termina a las diez de la noche por exponer mil temas con total convicción ante su grupo. Y la profesora que antes de llegar al salón de clases ya preparó el desayuno, dejó lista la comida y en el camino viene pensando en lo que hará de cenar además de ir corrigiendo tareas... Me pregunto, ¿qué tienen que ver con ustedes? ¿Con sus discursos vacíos, sus frases huecas, sus entrevistas con máscara, sus debates ruines y sus argumentos frágiles? Ay y su afán de desprestigiarse y no de proponer.

Y ese joven que canta inspirado un poema de Serrat. Y esa joven iluminada por el sol. Y esa pareja de ancianos que todavía gusta de caminar cogidos de la mano. Y ese machín que se esfuerza por tener un corazón lleno de sororidad auténtica. Y esa feminista que sigue convencida que la equidad de género es necesaria... Me pregunto ¿qué tiene que ver con ustedes? Ustedes, que nos confunden con sus números siempre convenientes para su ideología pero no para nuestra transformación. Ustedes, que se provocan entre ustedes con toda la fuerza de su corazón pero que pierden esa fortaleza cuando se trata de lograr la justicia, la equidad y la seguridad para toda nuestra región. Ustedes, que nos descargan la energía cuando se desmienten, se equivocan y se auto-traicionan con sus equivocaciones, sus absurdas estrategias y su desconocimiento filial de México.

Y las lunas nuevas...¿Qué tienen que ver con ustedes y sus noches profundamente oscuras? Y las bellas y airosas...¿Qué tienen que ver con ustedes que no conocen el auténtico compromiso de género? Y los cielos coloridos... ¿Qué tienen que ver con ustedes que pintan de negro nuestro panorama? Ustedes y sus campañas políticas que no me han garantizado aún el compromiso con este México que vive pero ustedes asfixian. México, el país que dicen querer gobernar, pero que ustedes no sienten, y no viven porque están embelesados con sus propias campañas, creyéndose que México es un comercial o un eslogan. Ustedes, simples mortales a quienes no puedo pedirles lo eterno, pero sí el esfuerzo de presentar propuestas claras, concretas, posibles y realistas. Ustedes, todavía no merecen mi voto porque han vuelto mudo a su corazón y sorda a su razón, Sí, Ustedes, tienen el tiempo contado para convencerme que les puedo confiar nuestra esperanza.