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Esther Orozco: el conflicto
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Por Sara Lovera
Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, MujeresNet, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz.
La autora nos invita a la reflexión sobre lo que ocurre con la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y el papel que juega la rectora en ess casa de estudios: no se trata solo de una toma de instalaciones ni el desacuerdo entre autoridades y trabajadores, es el autoritarismo ante la falta de diálogo y soluciones ahora ya también con autoridads de gobierno.
La Universidad Autónoma de la Ciudad de
México (UACM) se encuentra en la cima de un
grave conflicto que se asomó en marzo de 2011,
cuando un nutrido grupo de mujeres
académicas, estudiantes y trabajadoras
advirtieron que la rectora, Esther Orozco, actuaba con
prepotencia, misoginia y autoritarismo.
Entonces, hace más de año y medio en
este espacio yo escribí: "Hace meses que
el sindicato de esa casa de estudios ha reclamado, una
y otra vez, diálogo y soluciones. Sabemos que
las mujeres en el poder muchas veces no tienen apoyo
ni recursos; otras exceden su actuar por miedo y falta
de confianza en sí mismas o simplemente se
enfrentan a aparatos que las estrangulan.
"Sin embargo, hay casos fantásticos
donde enfrentan esto y más y salen adelante,
pero también hay esos tremendos casos donde
ni siquiera se plantean que están llamadas a
hacer una política diferente y a afianzarse en la
historia de lucha de las mujeres.
"Tal es el caso. Dicen las feministas que
comenzaron a lamentar el autoritarismo de doña
Esther, desde que se hizo del puesto, desde su toma de
posesión".
Hoy su incapacidad ha llegado al límite. La
violencia desatada el 8 de noviembre, los 75
días en paro de todas las instalaciones de esa
casa de estudios, la ilegalidad con que se quiso imponer
un Consejo Universitario, la malversación de
recursos y un conflicto de intereses, todo ello
documentado e investigado por la Comisión de
Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF),
desgraciadamente confirma aquel señalamiento
de académicas, trabajadoras y estudiantes.
La violencia ha tocado la puerta de la UACM y no
podría saberse a qué responde. La
advertencia de las feministas era real y nadie durante
meses quiso entrarle. Me refiero a las autoridades del
gobierno Distrito Federal, que debieron mediar, a las del
trabajo, a los asambleístas que son
representantes populares y otras instancias. Ha ganado
el encono y hoy esta casa de estudios, que
buscó probar un modelo educativo diferente y
democrático, se ha ido a pique.
Todo certifica que lo que dije en abril de 2011, fue real:
dije que la rectora ha puesto en práctica
"una política caracterizada por la falta de
disposición al diálogo; no se diga a la
crítica, por una estrategia anti sindical, de acoso
laboral, irregularidades como la retención de las
cuotas sindicales, despidos y un despotismo rayano
con la megalomanía".
Y agregué que mis fuentes afirmaron:
"nos alarmaron los crecientes reportes de
corrupción y nepotismo que fueron expuestos
en un reportaje de Emir Olivares, publicado en La
Jornada del 10 de abril". Hoy documentados
fehacientemente, al dar contratos sin concurso, tener un
proyecto de abultado dinero, en manos de su propia
hija, etcétera. La alarma inicial fue porque
doña Esther había llamado un 8 de marzo
a una marcha de tacones, nada tan opuesto a la
igualdad y el desarrollo de las mujeres.
Entonces sólo aparecía el dintel de un
conflicto, el paso del tiempo han puesto la evidencia: la
rectora fue mal acompañada por grupos o
intereses inconfesables, los que desataron un proceso
verdaderamente inapreciable y de resultados funestos.
O tal vez está preñada sólo de
poder. Estos de hoy, existen diálogos
incompletos que se reanudarán esta semana
que escribo.
Las informaciones fueron claras y la atinada
intervención de Derechos Humanos. El 28 de
septiembre de 2012 la Comisión de Derechos
Humanos del Distrito Federal emitió la
Recomendación 14/2012 a la Rectoría y
a la Contraloría de la UACM, en ésta se
confirman las violaciones a los derechos a la
educación; a la honra y a la dignidad; a la
libertad de expresión; a la igualdad y a la no
discriminación; derechos de las mujeres a vivir
una vida libre de violencia; al debido proceso y a las
garantías judiciales; así como el
derecho a la libertad sindical y derecho de
asociación de diferentes integrantes de la
comunidad universitaria.
Varios días después Integrantes de la
UACM exhortaron a la Rectora a aceptar la
Recomendación 14/2012, ya que ésta
fortalece la legalidad y la vigencia de los derechos
humanos.
La CDHDF recomendó también formar
una comisión de diálogo; pedir
disculpas públicas; publicitar el procedimiento
a la vigencia de los documentos migratorios de los
extranjeros; reconocer la toma de nota, respetar la
libertad sindical y devolver las cuotas al SUTUACM,
(retenidas hace año y medio), así como
capacitar al personal en derechos humanos.
Resalta también la recomendación
única a la Contraloría, en el sentido de
cancelar los procesos administrativos iniciados contra
Alberto Benítez, John Hazard, José
Luque, Claudio Albertani, Javier Bojorge, Julia
Cortés y Nezahualcóyotl Luna, que en
los hechos significa la reinstalación de los
despedidos. Finalmente, se recomienda
"reconfigurar la Defensoría del
Estudiante" para convertirla en un Ombudsman
Universitario.
Sin embargo, Orozco y su grupo no se han
sensibilizado. Las peticiones son muy sencillas: la
renuncia de la rectora Esther Orozco, respeto a la
autonomía y la instalación del tercer
consejo universitario.
De los hechos de violencia, según lo
difundido en una entrevista de MVS, Esther Orozco
señaló: la toma de las instalaciones
administrativas fue perpetrada por "un grupo
minoritario, que está empeñado en tomar
la universidad como ariete político" y
acusó que sus opositores financian a grupos
para agredir a los universitarios. Sin embargo,
reconoció que no tiene pruebas de ello.
"Lo supongo, pero no hay otra forma de
explicarlo", dijo.
Y del diálogo, que apenas comenzaba a
recomendación de la CDHGF, expresó:
que sí firmó los llamados Acuerdos de
Casa Lamm respecto a la instalación del
Consejo Universitario, por lo que dijo no entender
qué quieren los paristas. Sugirió que
podría ser una forma "de presionar al jefe
de gobierno entrante para lograr posiciones". Es
decir, ella no asume responsabilidad, sale por la peor
vía y no responde de cómo
amparó la manipulación electoral de los
consejeros universitarios.
Nos encontramos en un caso grave, ahora en manos
del subsecretario de gobierno del DF, Juan José
García Ochoa, que habrá de enfrentar
un encono que creció como la espuma.
Sólo en las épocas de mayor
prepotencia priista las universidades se
convertían en arietes políticos. La
violencia no es la salida, todas y todos lo sabemos.
¿A quién le importa poner piedras en el
camino del nuevo gobierno capitalino? ¿Por
qué se ha llegado hasta aquí?
¿Cuál es la salida? Esther Orozco
¿todavía no entiende? Y por su parte el
jefe de gobierno electo Miguel Ángel Mancera
ha dicho con claridad que espera no heredar el conflicto
y el encono que están en la cima de la
dificultad.
Esperemos.