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Y van 8 años... Nosotras en la radio
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Por Elvira Hernández Carballido
Doctora en Ciencias Políticas y Sociales con orientación en Comunicación. Profesora investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, fue jurado en el reciente Premio Nacional de Periodismo.
2005. Mauricio Ortiz Roche, coordinador del área académica de Comunicación en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, me dice que existe la posibilidad de tener un programa radiofónico. Es necesario hacer un proyecto y me pide que lo haga yo. ¿Un programa de radio? Jamás he trabajado para ese medio, mi medio por naturaleza es la prensa. Sin mucha confianza y pocas ilusiones escribo la propuesta, invento las secciones y calculo el valor del espacio radiofónico. Mauricio y yo proponemos diversos nombres. A él le gusta Quinto Poder, acepto resignada. Al poco tiempo estoy frente a un micrófono. Layla Sánchez Kuri, mi amiga querida, se convierte en nuestra productora. Me enseña a hacer escaletas, a elegir buena música, a enamorarme de la radio.
2006. Quinto Poder se vuelve parte de mi vida y en mi espacio favorito. Gracias a este programa mi voz hace pareja con el micrófono. Gracias a este programa pienso en sonidos. Escribo para hablar en voz alta. Mis palabras son aliadas de la imaginación. Me enternece que mi querida asistente, Adriana Ramos Trejo, tiemble ligeramente de nerviosismo cada vez que lee el top de la comunicación. Mi querido amigo Manuel Toledo es un solidario colaborador. Silvia Rodríguez llegó para hablar de Borges y se quedó para hablar de la vida cotidiana, de la cultura y de los rituales.
2007. Me quedo unos meses sin Quinto Poder y el alma me duele. Creo que no tiene sentido hablar si no estoy frente a un micrófono. Intuyo que ya no puedo escribir si no es para leerlo en voz alta. Imagino mis charlas cotidianas en forma de escaleta. Y platico imaginando una música de fondo. Pero hay un regreso en abril, con nuevo formato y nuevos retos. Quinto Poder vive en mi corazón, es mi compañero de vida, mi inspiración verbal, mis latidos con sonidos mágicos, mi respiración filtrada por un micrófono solidario.
2008. Me asustan, tendré como productor al hombre más serio y exigente de la estación. El primer día nos observa desde la cabina y su mirada es estricta, varias veces pide repetir las frases mal pronunciadas, con seriedad revisa mi escaleta, Silvia y yo nos peinamos antes de salir al aire y grabamos no sin antes darnos la bendición. Pero Benjamín Acosta poco a poco descubre a dos mujeres responsables y latosas, que hablan con el corazón y escriben con el alma. Yo aprendo más de la magia de la radio, tengo un guía solidario, que poco a poco nos sonríe, nos tiene confianza y planea ilusionado cada programa. Nunca nos deja cantar pero siempre está pendiente de la calidad radiofónica. Gracias a él descubro y vivo la radio en todo su esplendor. Así el productor más malo del condado se convierte en mi gurú radiofónico. Y de verdad lloramos, cuando ya no pudo producir este programa.
2009. La sonrisa tierna de Mary Carmen Hernández Castelán me inspira a seguir amando a la radio. Su voz cálida del otro lado de la cabina nos ayuda a concentrarnos y a comprometernos a trabajar con el profesionalismo. Quinto Poder es más que un programa, es el espacio ideal para conseguir amigos y amigas, para hablar sobre temas novedosos y personales, para darle vida a la comunicación y para decir en voz alta lo que nos gusta y lo que deseamos transformar.
2010. Son 12 meses para convivir. 48 programas para imaginar.1380 minutos para expresar ideas, debates, sentimientos y emociones. Gracias Quinto Poder por ser mi programa, mi hijo radiofónico consentido, mi esposo amoroso con sintonía, mi amante querido de rúbrica inolvidable, mi espacio donde puedo expresarme alegremente en voz alta y puedo hablarle al oído a personas bellas, tolerantes y solidarias, como ustedes público querido. Espero haya Quinto Poder por un año más.
2011. Es un día cualquiera, no, es una semana antes de grabar nuestro programa Quinto Poder. Ahí estamos, ella y yo, Silvia Rodríguez y Elvira Hernández Carballido. Cómplices y amigas, tan diferentes y tan cercanas, tan distintas y tan unidas, tan únicas y tan diversas. Algunas veces son mis vacas, otras veces han sido mis gordas, unas más mi colección de sirenas, hoy mi grupo de muñecas del mundo del espectáculo infantil. Así, Mafalda, Bellota, Marge Simpson y Arenita, nos escuchan con atención. Planeamos y desorganizamos, consultamos efemérides, desempolvamos recuerdos, delatamos gustos y disgustos. Pero poco a poco vamos armando los contenidos que queremos compartir en Quinto Poder, nuestro espacio, nuestro programa, nuestro pretexto para imaginar, nuestra tribuna para delatarnos.
2012 Y entonces, nadie nunca lo verá, pero Silvia Rodríguez elige el lugar de en medio. Y yo me quedo a la izquierda de su espíritu santo. Y nos aguantamos la risa cuando una se equivoca o ayudamos a repetir en coro la frase difícil. Y nos ponemos a cantar entre bloque y bloque. Y aplaudimos si todo salió bien. Y hasta lloramos si el tema abordado fue intenso. Y reprimimos la tos cuando una habla y la otra escucha. Y nos damos un zape imaginario cuando una se equivoca más de la cuenta. O manifestamos nuestra admiración cuando una termina de hablar. O nos arrebatamos el lapicero para corregirnos mientras hablamos y leemos nuestro texto. Y en medio hora saludamos, hablamos, soñamos, compartimos, reímos, cantamos y nos despedimos. Así somos nosotras en la radio. Así hacemos radio gracias a la generosidad de Radio Universidad de Hidalgo. Así festejamos un año más de Quinto Poder.
2013 . Cumplimos ochos años.