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Ana Mato nos mata los derechos
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Por Teresa Mollá Castells
Periodista y feminista en Ontinyent, Valencia, España. Aquí su blog
La columnista analiza el papel discriminatorio del Ministerio de Ana Mato frente a mujeres lesbianas y solas que desean la reproducción asistida, así como en los recortes presupuestales en materia de género.
Ontinyent, 28 de julio de 2013.- Pese a que había anunciado mi período de vacaciones, me resulta imposible despedirme sin decir nada de lo que Ana Mato nos ha impuesto esta semana a las mujeres de manera directa o indirecta.
Comenzamos la semana con la discriminación de mujeres lesbianas y solas a los tratamientos de reproducción asistida. O sea que pretenden imponernos una familia convencional con padre y madre y ya está, a la vieja usanza. Nada de maternidades deseadas sin un hombre al lado, que para algo la familia tradicional y de toda la vida ha de tener su "Pater Familias". Los de faldas largas y negras proponen y Ana Mato dispone tan ricamente.
Continuamos el recorrido semanal y nos encontramos con que el Ministerio de Ana Mato, a través del Instituto de la Mujer deja sin las subvenciones anuales a las asociaciones de mujeres cuyos órganos de mujeres estén conformados por mujeres. ¡Tócate las narices!¿De qué tienen miedo para tomar esta medida? ¿Acaso temen que las mujeres nos volvamos más reivindicativas? Pues con estas medidas lo van a conseguir. He de recordar que lo hemos sido a lo largo de la historia y lo seguiremos siendo con o sin subvenciones.
Tampoco quiero olvidar que en este año los fondos para las políticas de igualdad se han recortado en un 24% y en el año 2012 ya lo hicieron en un 22%. Además hay que sumarle un 7% de recorte en las medidas y recursos para la lucha contra el terrorismo machista. Y a estas cifras de recortes, además hemos de añadir las que se están recortando también en las Comunidades Autónomas en estas mismas materias.
También quiero recordar que llevamos más de año y medio sin ningún Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, tema al que obliga la propia Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Pero se están pasando por el arco del triunfo tanto esta ley orgánica como la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
No entiendo mucho de leyes, pero creo que debe de haber alguna medida para el obligado cumplimiento tanto de estas leyes como de los acuerdos y convenios firmados internacionalmente y que esta gentuza que nos impone sus criterios se está pasando por el forro.
Y para acabar la semana nos regalan con la aprobación de la reforma de las administraciones públicas que va a dejar en el paro a centenares de personas que en estos momentos están trabajando especialmente en las áreas de servicios sociales municipales y que realizan sus trabajos dentro de programas, planes, etc., que dejarán de prestarse para pasar ser puestos en manos de empresas privadas cuyo único fin es el lucro a cualquier precio. De ese modo, personas de toda edad, sexo y con riesgos de especial vulnerabilidad, pasarán a dejar de recibir unos servicios públicos que hasta ahora recibían.
Pero poco importa eso, si seguimos por la senda del desmantelamiento de los servicios públicos que permiten una igualdad social relativa y que permiten una cierta redistribución de la riqueza entre la población. Y tampoco importa el ejemplo de solidaridad y esfuerzo que las empleadas y empleados públicos de Galicia nos han mostrado esta semana con el descarrilamiento del tren Alvia. Profesionales de la sanidad, de los cuerpos y fuerzas del estado, policías, bomberos, etc. han estado ayudando a las víctimas y trabajando sin descanso horas y horas a pesar de los recortes y de los despidos habidos.
Al destruir servicios públicos relacionados con el cuidado de las personas, directamente se obliga a devolver a los hogares a quien tradicionalmente ha realizado estas tareas: Las mujeres. De ese modo vuelven a intentar someterlas al hacerlas, de nuevo, dependientes económicamente de los "pater familias" que son, en algunos casos, los varones sustentadores de la familia que vuelve a ser tradicional. Y en caso de separación nos imponen una custodia compartida de los menores que pueda haber a la fuerza. Y así cerramos el círculo del sometimiento. Si te quieres separar, te separas a medias, porque la sujeción emocional a través de los hijos te sigue sometiendo.
Como decía ayer mi amigo Quique: "Este es el ataque del nacional-catolicismo a todo lo que favorece la libertad de pensamiento y a la justicia social. No aceptan la igualdad de género y aunque lo nieguen en público, como hacen los racistas, les sale la vena a poco que se rasque". Se puede decir más alto pero no más claro. No nos quieren libres.
Y mientras los de faldas largas y negras poniéndose nerviosos porque Galardón tarda en modificar la ley que regula la interrupción voluntaria del embarazo. Pero este a su vez, esperando a que Mato siga recortando más y más derechos y prestaciones de las mujeres para que la reacción, quizás, sea menor.
Y los mezquinos impresentables de los de faldas largas y negras diciendo burradas como la que dijo no sé qué obispo sobre que los fetos no pertenecen a las madres. Pues nada, a lo mejor lo que pretende es que los fetos sean suyos ante de ser paridos para poder ser envilecidos por ellos mismos. ¡¡Hay que fastidiarse con las burradas que sueltan de vez en cuando!! Pero tiene sus adeptos que gobiernan y legislan según sus criterios. Y un ejemplo es Wert con su modelo segregador de escuela y su ley de educación escrita al dictado de los intereses de los de faldas largas y negras que pretenden así, seguir imponiendo sus criterios en las aulas.
Así las cosas, supongo que necesitamos unas vacaciones para poder cargarnos de energías para la vuelta, que será dura. Y, de todos modos este año no podremos desconectar del todo, porque entre Mato, Rajoy, Galardón, Wert, y sus correligionarios autonómicos, seguramente aprovecharán nuestro descanso para sacar medidas de claro corte patriarcal, androcéntrico y misógino que sigan en la línea de intentar borrar medidas que conlleven lo que en título de la ley orgánica 3/2007 expresa: la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
Y como decía ayer también Quique y Ofelia y tantas otras personas de bien: No vale con que se vayan, ¡HAY QUE ECHARLOS!