“ENTRE MUJERES INSURGENTES Y REVOLUCIONARIAS”
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES
UNAM
Jueves 29 de abril. Mujeres insurgentes
- Josefina Hernández Téllez. La educación femenina en 1810
- Layla Sánchez Kuri. Presencia femenina en la Independencia.
- Elvira Hernández Carballido. Leona Vicario, la corresponsal de los insurgentes.
- Rosalinda Sandoval Orihuela. Los taconazos de Doña Josefa
Moderador: Vicente Castellanos Cerda
Inaugura: Maestro Arturo Guillemoud Rodríguez Vázquez
Salón 12 Edificio de Posgrado (“F), 18:00 horas, FCPyS
Viernes 30 de abril. Mujeres revolucionarias
- Rosa María Valles Ruiz. Periodista y feminista: Hermila Galindo
- Elsa Lever M. El Universal y las mujeres periodistas
- Gloria Hernández Jiménez. Mujeres, revolución y fotografía
- Francisca Robles. Los corridos y la presencia femenina
Moderadora: Noemí Luna García
Inaugura: Maestro Arturo Guillemoud Rodríguez Vázquez
Sala Lucio Mendieta, Edificio de Posgrado (“F), 18:00 horas, FCPyS
Diversidad sexual, mismos derechos
Por Elsa Lever M.
Periodista con Maestría en Comunicación por la FCPyS de la UNAM, diplomada en Género por el PUEG de la UNAM, y en Feminismo por el CEIICH de la UNAM.
El 28 de junio es el Día del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero (LGBT), una fecha de lucha, celebración y de visibilización. Es importante en la medida en que aún existe homofobia y lesbofobia; ese terrible e injusto rechazo a los y las homosexuales que los margina y veta para el desarrollo de su vida social, pública, laboral, incluso familiar y personal.
La celebración de este día es justa y necesaria porque existen todavía formas -unas sutiles y otras no tanto- de discriminación, como la ofensa y el insulto; la presunción de heterosexualidad; los estereotipos generalizados de gays y lesbianas; el prejuicio que cuestiona su capacidad y derecho a ser madres y padres; la creencia de que el SIDA es una enfermedad de los homosexuales, y muchas otras.
También a nivel instituciones puede verse esto, pues el Ejército y la Policía mantienen por la fuerza un sistema injusto que reprime, entre otras cosas, las disidencias sexuales. La Iglesia condena todo lo que no sea sexualidad reproductiva. La Ciencia continúa fomentando la imagen patológica de las sexualidades que se salen de la norma. Y los Medios de Comunicación, el Estado, y el Sistema Educativo que oprimen, que manipulan, deforman y uniformizan la realidad, impidiendo potencializar el desarrollo libre y gozoso de las vocaciones y deseos.
En un artículo de Andrea D'Atri, se narra que el 28 de junio se conmemora la denominada Batalla de Stonewall. En 1969, en un barrio de Nueva York, una razzia policial -de las que se hacían rutinariamente contra los bares donde se reunían los homosexuales-, culminó en un violento enfrentamiento con los parroquianos del pub Stonewall. Inspirados en las enormes manifestaciones de masas contra la guerra de Vietnam, en las batallas callejeras de los estudiantes franceses y cansados del incesante hostigamiento policial que padecían, los homosexuales protagonizaron, durante tres días y tres noches, una "ola de disturbios" contra la represión policial, el maltrato, la arbitrariedad, las detenciones y los abusos -en la que hubo varios muertos, heridos y detenidos- en pleno corazón neoyorquino.
Los siguientes párrafos son parte del artículo citado:
Marcelo Ferreyra, de Gays y Lesbianas por los Derechos Civiles, considera que "Stonewall fue una reacción que se toma como hito, pero fue una reacción simultánea en varios lugares, una reacción a nivel global. Lo importante es que Stonewall es el símbolo de que empezamos a hablar por nosotros mismos."
Si bien en Estados Unidos y otros países ya había varias asociaciones que participaban en manifestaciones reclamando -de manera pacífica-, igualdad de derechos, la despenalización de la homosexualidad, etc., Stonewall fue la primera vez en que la reivindicación de los derechos de los homosexuales se hizo con métodos violentos. César Cigliutti, de la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) destaca este aspecto: "Stonewall fue el comienzo del movimiento gay en el mundo, tal como hoy lo conocemos. Fue la primera vez que se enfrentó a la policía organizadamente." La energía y la militancia que despertaron la Batalla de Stonewall y el movimiento de liberación que inspiró, llevaron a una radicalización que no podía ser contenida en los marcos de las anteriores organizaciones. Nuevas agrupaciones surgieron en todo el mundo.
El 28 de junio se ha convertido, desde entonces, en un grito que reclama el derecho a ser como a uno le dé la gana sin caer, por ello, víctima de la censura social y la represión del Estado. Este día se conmemora en todo el mundo aunque, en Buenos Aires, se hacen manifestaciones en noviembre. Marcelo Ferreyra nos cuenta que "Se eligió esa fecha porque es conmemorativa del primer grupo político que hubo en Buenos Aires y en Latinoamérica, que se llamaba Nuestro Mundo y empezó a trabajar en ese mes. Después, durante la primera mitad de la década del '70, integró el Frente de Liberación Homosexual, que era una coalición de grupos. Empezaban a difundir información, en un trabajo muy tímido y, por supuesto, no hay ningún nombre verdadero en ningún lado porque era todo anónimo."
El movimiento consiguió importantes conquistas desde entonces, sin embargo, aún se sigue discriminando a las personas por su identidad y elección sexual. Rafael Freda, dirigente de S.I.G.L.A. (Sociedad de Integración Gay - Lésbica Argentina) decía en 1998: "El nombre que la discriminación adopta cuando se dirige a los integrantes de las minorías sexuales (homosexuales, lesbianas, transgéneros) es homofobia: odio, desprecio, repulsión o disgusto ante nosotros. Es una discriminación cultural, y lo que más dificulta nuestra lucha por la igualdad es que el supremo discriminador es el Estado."
Y César Cigliutti ratifica este rol represivo del Estado y sus instituciones: "en Stonewall había muchas travestis, también, que fueron ferozmente reprimidas. Y hoy, en nuestro país, debemos seguir peleando contra la represión policial, especialmente ejercida contra ellas." La CHA, por ejemplo, acaba de colaborar -con un intenso trabajo-, en la denuncia que Amnesty International presentó sobre la violación de derechos humanos en Argentina. En el informe de este organismo se incluye el asesinato de la travesti cordobesa Vanessa Ledesma, que murió en una comisaría, víctima de la tortura y el abuso policial.
Marcelo Ferreyra hace su propio balance de lo ganado y lo que aún se debe ganar de esta manera: "La sociedad cambió muchísimo. Se fueron ganando distintos ámbitos científicos, políticos y finalmente sociales. Pero creo que el puerto soñado, la gran meta, sería una sociedad donde estas diferencias no existieran. ¡Hasta las cosas más ínfimas están preparadas para sólo un sector de la sociedad y el gran sueño, sería que esas cosas no ocurrieran!".
El dirigente de la CHA, por su parte, al hacer un balance de los tiempos que vivimos, no duda en denunciar a las instituciones del régimen: "La represión policial sigue intacta, la discriminación sigue siendo un caso real. Ahora más con los nuevos poderes que le dieron los políticos a la policía. Yo no quiero pensar qué puede llegar a pasar con estos nuevos poderes...". Pero reconoce que hay un cambio en la gente que, en gran parte, se debe a la lucha que viene dando el movimiento gay a nivel nacional e internacional: "Hace 17 años, cuando comenzamos con la CHA, cualquier persona que defendiera a un homosexual era sospechado de homosexual, discriminado. Hoy, lo que no está bien visto es la homofobia. Y eso lo conseguimos nosotros y el movimiento internacional. Ningún político del PJ o la Alianza o del partido de Béliz va a votar derechos para las minorías sexuales. Si alguna vez hacen algo es porque les estamos rompiendo las bolas nosotros desde atrás."
Hasta aquí el artículo de Andrea D'Atri. La página de Sal del Clóset también habla sobre la historia del 28 de junio, e incluye un artículo sobre los símbolos del orgullo, donde explica por ejemplo que "entre las diferentes propuestas que han surgido para adaptar la Bandera Arcoiris a los ritos de la identidad nacional mexicana está la Bandera Arcoiris Mexicanizada (© 2001 F.J. Lagunes y M.A. Corona) que parte del diseño original de Baker, de 8 franjas, pero la divide en los tres campos de verticales, dejando el de en medio en blanco y colocando en su centro un círculo negro, con un triángulo rosa dentro".
Dicho triángulo rosa es -nos dice el sitio saldelcloset.com- un signo doloroso: "los nazis lo usaron para los homosexuales recluidos en los campos de concentración. El símbolo del triángulo rosa sobre fondo negro expresa la lucha radical contra el sida [...] Puesto como escudo en el centro de la bandera expresa un mensaje categórico: La exigencia de una vida plena para todos y todas, y la vigencia y actualidad permanente de esta demanda mientras siga presente el estigma (señalamiento social negativo), la discriminación y cualquier forma de opresión, en cualquier parte del mundo, contra cualquiera".
María de Montserrat Pérez Contreras, en el libro Derechos de los Homosexuales (Cámara de Diputados LVII Legislatura-UNAM, 2001), dice que en la actualidad se puede afirmar que definitivamente ya no se sanciona a la homosexualidad con la pena de muerte, desde un punto de vista oficial, sin embargo continúa existiendo intolerancia por cuanto a la aceptación social y el reconocimiento jurídico de estos grupos de hombres y mujeres en muchos países, no sólo en México. (Sin embargo, en este libro se incluye el anexo "Países donde existe la pena de muerte para las actividades homosexuales", donde se enlista a Irán, Sudán, Afganistán, Mauritania, Arabia Saudita, Pakistán y Yemen).
Explica la autora que la bisexualidad, la homosexualidad y el lesbianismo "siempre han sido concebidos como orientaciones sexuales anormales", el criterio para considerarlas como tales reside en la idea de que dichas formas de vida se desvían del objetivo y concepción de una sexualidad reproductiva.
Dos cosas hay que considerar como conclusiones en este libro: Primero, que la diversidad es una realidad y que no aceptarla y reconocerla significa "desconocer las diferencias, lo que conlleva a la imposición de un orden social y jurídico; de una moral, una cultura, una educación [...] que lleven a una sociedad a vivir en una desigualdad humana que se refleje, en este caso concreto, en la condena que se hace" a estos grupos a llevar una doble vida o "a vivirla a escondidas, lo que definitivamente obstaculiza el desarrollo humano e impide una calidad de vida satisfactoria".
Y segundo, que la homofobia y lesbofobia, que no es sino el miedo o rechazo tanto a la homosexualidad como a los comportamientos homosexuales o lésbicos, sólo provoca desde la invisibilización hasta el ataque y violencia declarada contra gays y lesbianas. Son actitudes que "no permiten el nacimiento de una identidad propia y que inducen a actuar bajo determinados roles, esperados socialmente, lo que en suma impide tanto el desarrollo de una personalidad como de una vida sexual homosexual sana".
Todos, hombres y mujeres, independientemente de orientaciones sexuales, sexo, raza, etnia, edad, posición social, ideología, religión, tenemos los mismos derechos. Es tiempo de fomentar una cultura de respeto de los derechos humanos y de la tolerancia, que lleve a aceptar realmente la diversidad de la que está constituida nuestra sociedad.
Periodista con Maestría en Comunicación por la FCPyS de la UNAM, diplomada en Género por el PUEG de la UNAM, y en Feminismo por el CEIICH de la UNAM.
El 28 de junio es el Día del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero (LGBT), una fecha de lucha, celebración y de visibilización. Es importante en la medida en que aún existe homofobia y lesbofobia; ese terrible e injusto rechazo a los y las homosexuales que los margina y veta para el desarrollo de su vida social, pública, laboral, incluso familiar y personal.
La celebración de este día es justa y necesaria porque existen todavía formas -unas sutiles y otras no tanto- de discriminación, como la ofensa y el insulto; la presunción de heterosexualidad; los estereotipos generalizados de gays y lesbianas; el prejuicio que cuestiona su capacidad y derecho a ser madres y padres; la creencia de que el SIDA es una enfermedad de los homosexuales, y muchas otras.
También a nivel instituciones puede verse esto, pues el Ejército y la Policía mantienen por la fuerza un sistema injusto que reprime, entre otras cosas, las disidencias sexuales. La Iglesia condena todo lo que no sea sexualidad reproductiva. La Ciencia continúa fomentando la imagen patológica de las sexualidades que se salen de la norma. Y los Medios de Comunicación, el Estado, y el Sistema Educativo que oprimen, que manipulan, deforman y uniformizan la realidad, impidiendo potencializar el desarrollo libre y gozoso de las vocaciones y deseos.
En un artículo de Andrea D'Atri, se narra que el 28 de junio se conmemora la denominada Batalla de Stonewall. En 1969, en un barrio de Nueva York, una razzia policial -de las que se hacían rutinariamente contra los bares donde se reunían los homosexuales-, culminó en un violento enfrentamiento con los parroquianos del pub Stonewall. Inspirados en las enormes manifestaciones de masas contra la guerra de Vietnam, en las batallas callejeras de los estudiantes franceses y cansados del incesante hostigamiento policial que padecían, los homosexuales protagonizaron, durante tres días y tres noches, una "ola de disturbios" contra la represión policial, el maltrato, la arbitrariedad, las detenciones y los abusos -en la que hubo varios muertos, heridos y detenidos- en pleno corazón neoyorquino.
Los siguientes párrafos son parte del artículo citado:
Marcelo Ferreyra, de Gays y Lesbianas por los Derechos Civiles, considera que "Stonewall fue una reacción que se toma como hito, pero fue una reacción simultánea en varios lugares, una reacción a nivel global. Lo importante es que Stonewall es el símbolo de que empezamos a hablar por nosotros mismos."
Si bien en Estados Unidos y otros países ya había varias asociaciones que participaban en manifestaciones reclamando -de manera pacífica-, igualdad de derechos, la despenalización de la homosexualidad, etc., Stonewall fue la primera vez en que la reivindicación de los derechos de los homosexuales se hizo con métodos violentos. César Cigliutti, de la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) destaca este aspecto: "Stonewall fue el comienzo del movimiento gay en el mundo, tal como hoy lo conocemos. Fue la primera vez que se enfrentó a la policía organizadamente." La energía y la militancia que despertaron la Batalla de Stonewall y el movimiento de liberación que inspiró, llevaron a una radicalización que no podía ser contenida en los marcos de las anteriores organizaciones. Nuevas agrupaciones surgieron en todo el mundo.
El 28 de junio se ha convertido, desde entonces, en un grito que reclama el derecho a ser como a uno le dé la gana sin caer, por ello, víctima de la censura social y la represión del Estado. Este día se conmemora en todo el mundo aunque, en Buenos Aires, se hacen manifestaciones en noviembre. Marcelo Ferreyra nos cuenta que "Se eligió esa fecha porque es conmemorativa del primer grupo político que hubo en Buenos Aires y en Latinoamérica, que se llamaba Nuestro Mundo y empezó a trabajar en ese mes. Después, durante la primera mitad de la década del '70, integró el Frente de Liberación Homosexual, que era una coalición de grupos. Empezaban a difundir información, en un trabajo muy tímido y, por supuesto, no hay ningún nombre verdadero en ningún lado porque era todo anónimo."
El movimiento consiguió importantes conquistas desde entonces, sin embargo, aún se sigue discriminando a las personas por su identidad y elección sexual. Rafael Freda, dirigente de S.I.G.L.A. (Sociedad de Integración Gay - Lésbica Argentina) decía en 1998: "El nombre que la discriminación adopta cuando se dirige a los integrantes de las minorías sexuales (homosexuales, lesbianas, transgéneros) es homofobia: odio, desprecio, repulsión o disgusto ante nosotros. Es una discriminación cultural, y lo que más dificulta nuestra lucha por la igualdad es que el supremo discriminador es el Estado."
Y César Cigliutti ratifica este rol represivo del Estado y sus instituciones: "en Stonewall había muchas travestis, también, que fueron ferozmente reprimidas. Y hoy, en nuestro país, debemos seguir peleando contra la represión policial, especialmente ejercida contra ellas." La CHA, por ejemplo, acaba de colaborar -con un intenso trabajo-, en la denuncia que Amnesty International presentó sobre la violación de derechos humanos en Argentina. En el informe de este organismo se incluye el asesinato de la travesti cordobesa Vanessa Ledesma, que murió en una comisaría, víctima de la tortura y el abuso policial.
Marcelo Ferreyra hace su propio balance de lo ganado y lo que aún se debe ganar de esta manera: "La sociedad cambió muchísimo. Se fueron ganando distintos ámbitos científicos, políticos y finalmente sociales. Pero creo que el puerto soñado, la gran meta, sería una sociedad donde estas diferencias no existieran. ¡Hasta las cosas más ínfimas están preparadas para sólo un sector de la sociedad y el gran sueño, sería que esas cosas no ocurrieran!".
El dirigente de la CHA, por su parte, al hacer un balance de los tiempos que vivimos, no duda en denunciar a las instituciones del régimen: "La represión policial sigue intacta, la discriminación sigue siendo un caso real. Ahora más con los nuevos poderes que le dieron los políticos a la policía. Yo no quiero pensar qué puede llegar a pasar con estos nuevos poderes...". Pero reconoce que hay un cambio en la gente que, en gran parte, se debe a la lucha que viene dando el movimiento gay a nivel nacional e internacional: "Hace 17 años, cuando comenzamos con la CHA, cualquier persona que defendiera a un homosexual era sospechado de homosexual, discriminado. Hoy, lo que no está bien visto es la homofobia. Y eso lo conseguimos nosotros y el movimiento internacional. Ningún político del PJ o la Alianza o del partido de Béliz va a votar derechos para las minorías sexuales. Si alguna vez hacen algo es porque les estamos rompiendo las bolas nosotros desde atrás."
Hasta aquí el artículo de Andrea D'Atri. La página de Sal del Clóset también habla sobre la historia del 28 de junio, e incluye un artículo sobre los símbolos del orgullo, donde explica por ejemplo que "entre las diferentes propuestas que han surgido para adaptar la Bandera Arcoiris a los ritos de la identidad nacional mexicana está la Bandera Arcoiris Mexicanizada (© 2001 F.J. Lagunes y M.A. Corona) que parte del diseño original de Baker, de 8 franjas, pero la divide en los tres campos de verticales, dejando el de en medio en blanco y colocando en su centro un círculo negro, con un triángulo rosa dentro".
Dicho triángulo rosa es -nos dice el sitio saldelcloset.com- un signo doloroso: "los nazis lo usaron para los homosexuales recluidos en los campos de concentración. El símbolo del triángulo rosa sobre fondo negro expresa la lucha radical contra el sida [...] Puesto como escudo en el centro de la bandera expresa un mensaje categórico: La exigencia de una vida plena para todos y todas, y la vigencia y actualidad permanente de esta demanda mientras siga presente el estigma (señalamiento social negativo), la discriminación y cualquier forma de opresión, en cualquier parte del mundo, contra cualquiera".
María de Montserrat Pérez Contreras, en el libro Derechos de los Homosexuales (Cámara de Diputados LVII Legislatura-UNAM, 2001), dice que en la actualidad se puede afirmar que definitivamente ya no se sanciona a la homosexualidad con la pena de muerte, desde un punto de vista oficial, sin embargo continúa existiendo intolerancia por cuanto a la aceptación social y el reconocimiento jurídico de estos grupos de hombres y mujeres en muchos países, no sólo en México. (Sin embargo, en este libro se incluye el anexo "Países donde existe la pena de muerte para las actividades homosexuales", donde se enlista a Irán, Sudán, Afganistán, Mauritania, Arabia Saudita, Pakistán y Yemen).
Explica la autora que la bisexualidad, la homosexualidad y el lesbianismo "siempre han sido concebidos como orientaciones sexuales anormales", el criterio para considerarlas como tales reside en la idea de que dichas formas de vida se desvían del objetivo y concepción de una sexualidad reproductiva.
Dos cosas hay que considerar como conclusiones en este libro: Primero, que la diversidad es una realidad y que no aceptarla y reconocerla significa "desconocer las diferencias, lo que conlleva a la imposición de un orden social y jurídico; de una moral, una cultura, una educación [...] que lleven a una sociedad a vivir en una desigualdad humana que se refleje, en este caso concreto, en la condena que se hace" a estos grupos a llevar una doble vida o "a vivirla a escondidas, lo que definitivamente obstaculiza el desarrollo humano e impide una calidad de vida satisfactoria".
Y segundo, que la homofobia y lesbofobia, que no es sino el miedo o rechazo tanto a la homosexualidad como a los comportamientos homosexuales o lésbicos, sólo provoca desde la invisibilización hasta el ataque y violencia declarada contra gays y lesbianas. Son actitudes que "no permiten el nacimiento de una identidad propia y que inducen a actuar bajo determinados roles, esperados socialmente, lo que en suma impide tanto el desarrollo de una personalidad como de una vida sexual homosexual sana".
Todos, hombres y mujeres, independientemente de orientaciones sexuales, sexo, raza, etnia, edad, posición social, ideología, religión, tenemos los mismos derechos. Es tiempo de fomentar una cultura de respeto de los derechos humanos y de la tolerancia, que lleve a aceptar realmente la diversidad de la que está constituida nuestra sociedad.
0 Comentarios:
Publicar un comentario en la entrada