“ENTRE MUJERES INSURGENTES Y REVOLUCIONARIAS”
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES
UNAM
Jueves 29 de abril. Mujeres insurgentes
- Josefina Hernández Téllez. La educación femenina en 1810
- Layla Sánchez Kuri. Presencia femenina en la Independencia.
- Elvira Hernández Carballido. Leona Vicario, la corresponsal de los insurgentes.
- Rosalinda Sandoval Orihuela. Los taconazos de Doña Josefa
Moderador: Vicente Castellanos Cerda
Inaugura: Maestro Arturo Guillemoud Rodríguez Vázquez
Salón 12 Edificio de Posgrado (“F), 18:00 horas, FCPyS
Viernes 30 de abril. Mujeres revolucionarias
- Rosa María Valles Ruiz. Periodista y feminista: Hermila Galindo
- Elsa Lever M. El Universal y las mujeres periodistas
- Gloria Hernández Jiménez. Mujeres, revolución y fotografía
- Francisca Robles. Los corridos y la presencia femenina
Moderadora: Noemí Luna García
Inaugura: Maestro Arturo Guillemoud Rodríguez Vázquez
Sala Lucio Mendieta, Edificio de Posgrado (“F), 18:00 horas, FCPyS
Violación a los derechos laborales de la mujer en México
Por Claudia Alondra Tamayo Cortés
Estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad de las Américas, Puebla. Participó en el LAMUN XIX, en la Comisión de Derechos Humanos como delegada de Costa Rica.
Los Derechos Humanos son un conjunto de lineamientos los cuales deben generar respeto entre la sociedad. Su función es lograr que una nación sea regida democráticamente, lo que da como resultado la equidad y la igualdad, ya que avalan a cada individuo ante la autoridad. En México, en la mayoría de los casos los derechos humanos son ignorados y lo que sucede con mayor frecuencia es la violación a la igualdad laboral entre hombres y mujeres.
Éstas han sido un blanco común en lo que concierne a este tema. Lo anterior se enfatiza con el machismo, que desde tiempos muy remotos ha existido en nuestro país. Considerando como principal "diferencia" entre hombres y mujeres el parámetro de la fuerza física, asumiendo que la mujer es más débil, y que por tener la capacidad de traer nuevas vidas al mundo, debe trabajar exclusivamente en el hogar, de donde según los "machos", las mujeres no deberían salir, pues son las que deben alimentar tanto al marido como a los niños, y cuidar de ellos.
Hace unas décadas atrás, la mujer sufría la desigualdad en la Constitución de 1917. En el artículo que habla acerca de la ciudadanía, no especifica la inclusión de la mujer en la palabra "mexicanos", es por ello que no se le proporcionaba equidad ante la ley y no se le permitía el derecho de votar en las elecciones populares. Pero fue hasta 1953, cuando se reformó la Carta Magna, y se integró en el artículo 34, el que habla de las elecciones populares.
Actualmente, las mujeres han tratado de sobresalir en el ámbito laboral. Tal vez no puedan realizar con la misma eficacia trabajos que requieran primordialmente la fuerza física, pero si pueden llevar a cabo de manera eficaz los de índole intelectual.
En el área laboral han sido muchas las veces que han surgido manifestaciones por parte de mujeres quienes exigen ser tratadas por igual. Lo que ha dado como resultado la creación de organismos que las protegen y defienden sus derechos como el Programa Nacional de la Mujer, la Comisión Nacional de la Mujer (CONMUJER, 1998) y el Instituto de la Mujer del Distrito Federal (1999). Aunque en nuestro país se ha logrado un avance en cuanto al respeto a estos derechos fundamentales, aún existen quienes los ignoran por completo (mayormente aquellos quienes tienen una conducta machista) y siguen creyendo que el único ámbito en el que una mujer puede ser productiva y desarrollarse satisfactoriamente es el hogar, y que el hombre es el que tiene la capacidad física e intelectual para trabajar y proveer a la familia.
Pero, ¿qué sucede con las madres solteras, o con las que por otras circunstancias son la cabeza del hogar? Son las mujeres divorciadas o viudas quienes son responsables de su hogar y de sacarlo adelante, muchas veces sin contar con algún tipo de pensión. De 9 a 42% de los hogares en el mundo, el jefe de familia es mujer. La Población Económica Activa (PEA) femenina en 1999 indicó que 72 de cada 100 mujeres mexicanas divorciadas son activas económicamente, es decir que se encargan del sustento económico familiar (2001). Para esto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) promueve los derechos de la mujer trabajadora, así como sus obligaciones como empleada. Entre las enmiendas de ésta comisión se encuentra la igualdad en el trato laboral, misma oportunidad de ascenso, vacaciones, entre otras cosas.
El macho mexicano empresarial incluye en sus contrataciones de personal un porcentaje de empleados del sexo femenino, pero aún así, el trato puede ser diferente al que reciben los empleados del sexo opuesto. En algunos lugares, las mujeres no perciben el mismo salario que los hombres, sin importar que realicen las mismas actividades, ni cuentan con la misma probabilidad de ascenso. Situaciones como estas son un ejemplo a la violación a los derechos y garantías individuales redactadas en la Constitución Mexicana en el artículo primero (el cual habla sobre la igualdad entre hombres y mujeres en nuestro país y que ambos sexos cuentan con derechos), y el artículo 23 (señala que todo mexicano merece un trabajo digno y libremente elegido, en un escenario de igualdad, recibir un salario adecuado, no ser víctima de ningún tipo de discriminación racial y crear sindicatos para defender sus intereses).
El despido de mujeres embarazadas es un tema muy polémico en nuestra sociedad. Muchos empresarios consideran que darle empleo a una mujer derivara a la larga en problemas tales como que contemplen la probabilidad de un embarazo etc., lo que podría aminorar su ritmo de trabajo, ya que una mujer embarazada sufre de mareos, náuseas, cambios drásticos de humor, entre otros síntomas. La mayoría de las maquiladoras no contratan a mujeres embarazadas, ya que opinan que generan gastos a la empresa. Las mujeres embarazadas están protegidas por la Ley Federal del Trabajo.
En algunas de las entrevistas, las trabajadoras tienen que resolver un cuestionario y pruebas de embarazo (empresas como Zettler [American Zettler, Aliso Viejo, California] en Tijuana y Deltrónicos [General Motors, Detroit, Michigan] en Matamoros), que en ciertos casos, dichos exámenes son aplicados por los doctores y enfermeras que trabajan en las clínicas de los comercios. En otros casos, si la trabajadora se embaraza luego de ser contratada, son obligadas a renunciar, acosadas y maltratadas por concebir un niño, y si aún así estas se rehúsan a abandonar sus empleos, su superior les reasignará sus tareas de modo que serán más pesadas, les aumentarán las horas de trabajo, y como consecuencia las obreras tendrán que renunciar. Lamentablemente las mujeres se arriesgan a perder su trabajo al quedar embarazadas.
Pero no es solamente en la desigualdad en el trabajo donde podemos ver claramente la violación de los derechos laborales, sino también en la forma en que son tratadas en el trabajo, se enfrentan a proposiciones indecorosas, insinuaciones, acoso, maltrato verbal y hasta físico, entre otras cosas que dan como resultado la falta de respeto de parte de los empleados e incluso jefes hacia ellas, además de degradar su integridad moral (despido no justificado en Tele Tech en México, donde los jefes acosaban a las empleadas [2006]), y éstas al no aceptar dichas ofertas, son despedidas con justificantes como "recorte de personal", "no llena las expectativas", entre otras frases ya conocidas cuando se trata de este tipo de despido.
La mayoría de edad en la mujer laboral es algo que también provoca que los derechos de estas sean violados, ya que las compañías buscan producir más a menor tiempo. Si es complicado para un hombre de la tercera edad conseguir empleo, para una mujer en las mismas condiciones es casi imposible.
En la actualidad la presencia de las mujeres en la política mexicana es un acontecimiento nuevo, como resultado de los movimientos feministas, son tomadas en cuenta al momento de una decisión. Por ser un Estado democrático, México requiere de mujeres representantes a nivel nacional. Varias de estas protagonistas se encuentran en la Cámara de Diputados y Senadores. Un ejemplo de esto es Patricia Mercado, candidata a la Presidencia de la República este año, quien ha luchado en el ámbito político para proteger los derechos de la mujer y exigir que exista igualdad en derechos y oportunidades entre los ciudadanos de ambos sexos.
El tema referente a la desigualdad entre sexos en México es un tópico que debería encontrarse erradicado por completo, ya que tanto hombres como mujeres poseen las mismas capacidades, en otras palabras, el encargado de la contratación de personal de una empresa debería prestar más atención al talento personal, que a un factor como el género, pues éste no define un mejor resultado, además al aplicar lo anterior la empresa fomentaría el respeto a las garantías individuales.
Sin embargo, nuestro gobierno ve como una práctica común dicha discriminación dentro de las empresas privadas las cuales rompen con sus obligaciones de proporcionar igualdad ante la ley, debería de la misma manera ser eliminado para proseguir con el equilibrio, y de este modo dar una equidad entre ambos sexos. Desgraciadamente, por ser estas empresas de la rama privada no pueden hacer nada al respecto, aunque este problema también surge en algunas empresas gubernamentales en las cuales la corrupción tiene más fuerza que nuestro poder judicial y nuestros valores morales, y lamentablemente no podemos hacer nada más que confiar en nuestras leyes y en el pensamiento de nuestra seguridad pública.
En conclusión, pienso que existen diversas formas de resolver estos problemas aún latentes en la sociedad mexicana. Una de estas maneras es creando campañas sobre los derechos y obligaciones laborales de la mujer, y difundirlas en los lugares con el mayor índice de marginación del país. Hacerles saber que no por ser consideradas "sexo débil" no están amparadas ante la ley con derechos y obligaciones específicos en distintos ámbitos más allá de los laborales, es por ello que apoyo la idea de las campañas, para informarles sobre lo que ha sucedido al respecto de este tema, también instruirlas un poco más acerca de la educación cívica y ética mexicana, con la cual puedan defenderse y poder denunciar cualquier abuso.
Aunque considero que no existe mejor manera de lograr disminuir y en determinado momento erradicar la desigualdad laboral, de la que son parte las del sexo femenino que, con la creación de leyes en contra de ésta, que apoyen y protejan de manera contundente a la mujer y establezcan sanciones más severas para aquellos que intentan abusar de su poder. Así como hacer "operativos o revisiones sorpresa" en las empresas para cerciorase si cumplen con las normatividades en contra de la desigualdad laboral entre sexos, asimismo llevar un registro estadístico de cuántas mujeres se encuentran laborando en dicha empresa y en las condiciones en las que lo hacen.
Bibliografía
Agencia de Noticias Xinhua de China. (2006). Mujeres Latinoamericanas Sufren de Desigualdad y Violencia. 10 de octubre de 2006. [Documento www]. Recuperado: http://www.spanish.xinhuanet.com/spanish/2006-03/08/content_226052.htm
Amador, Rubén. 50 años del voto femenino en México. Se piensa.org.mx. 9 de octubre de 2006. [Documento www]. Recuperado: http://sepiensa.org.mx/contenidos/voto/voto1.html
Castro Reyes, Rocío. (2003). Persiste desigualdad laboral en mujeres. Noticieros Televisa. Esmas.com. 8 de octubre de 2006. [Documento www]. Recuperado: http://www.esmas.com/noticierostelevisa/mexico/330998.html
Comisión Nacional de Derechos Humanos, México. (2006). Coordinación del Programa sobre Asuntos de la Mujer, la Niñez y la Familia. 8 de octubre de 2006. [Documento www]. Recuperado: http://www.cndh.org.mx/progate/AMujer/asMujer.htm
Human Rights Watch, México. (1996). Sin Garantías. Discriminación sexual en el sector de maquiladoras de México. New York. 10 de octubre de 2006. [Documento www]. Recuperado: http://www.hrw.org/spanish/informes/1996/mexico4.html#P522_110423
Instituto de las Mujeres del Distrito Federal. (2006). Condiciones Laborales de la Mujer en México. 2006. 10 de octubre de 2006. [Documento www]. Recuperado: http://www.inmujer.df.gob.mx/numeralia/part_economica/condiciones_trabajo.html
Estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad de las Américas, Puebla. Participó en el LAMUN XIX, en la Comisión de Derechos Humanos como delegada de Costa Rica.
Los Derechos Humanos son un conjunto de lineamientos los cuales deben generar respeto entre la sociedad. Su función es lograr que una nación sea regida democráticamente, lo que da como resultado la equidad y la igualdad, ya que avalan a cada individuo ante la autoridad. En México, en la mayoría de los casos los derechos humanos son ignorados y lo que sucede con mayor frecuencia es la violación a la igualdad laboral entre hombres y mujeres.
Éstas han sido un blanco común en lo que concierne a este tema. Lo anterior se enfatiza con el machismo, que desde tiempos muy remotos ha existido en nuestro país. Considerando como principal "diferencia" entre hombres y mujeres el parámetro de la fuerza física, asumiendo que la mujer es más débil, y que por tener la capacidad de traer nuevas vidas al mundo, debe trabajar exclusivamente en el hogar, de donde según los "machos", las mujeres no deberían salir, pues son las que deben alimentar tanto al marido como a los niños, y cuidar de ellos.
Hace unas décadas atrás, la mujer sufría la desigualdad en la Constitución de 1917. En el artículo que habla acerca de la ciudadanía, no especifica la inclusión de la mujer en la palabra "mexicanos", es por ello que no se le proporcionaba equidad ante la ley y no se le permitía el derecho de votar en las elecciones populares. Pero fue hasta 1953, cuando se reformó la Carta Magna, y se integró en el artículo 34, el que habla de las elecciones populares.
Actualmente, las mujeres han tratado de sobresalir en el ámbito laboral. Tal vez no puedan realizar con la misma eficacia trabajos que requieran primordialmente la fuerza física, pero si pueden llevar a cabo de manera eficaz los de índole intelectual.
En el área laboral han sido muchas las veces que han surgido manifestaciones por parte de mujeres quienes exigen ser tratadas por igual. Lo que ha dado como resultado la creación de organismos que las protegen y defienden sus derechos como el Programa Nacional de la Mujer, la Comisión Nacional de la Mujer (CONMUJER, 1998) y el Instituto de la Mujer del Distrito Federal (1999). Aunque en nuestro país se ha logrado un avance en cuanto al respeto a estos derechos fundamentales, aún existen quienes los ignoran por completo (mayormente aquellos quienes tienen una conducta machista) y siguen creyendo que el único ámbito en el que una mujer puede ser productiva y desarrollarse satisfactoriamente es el hogar, y que el hombre es el que tiene la capacidad física e intelectual para trabajar y proveer a la familia.
Pero, ¿qué sucede con las madres solteras, o con las que por otras circunstancias son la cabeza del hogar? Son las mujeres divorciadas o viudas quienes son responsables de su hogar y de sacarlo adelante, muchas veces sin contar con algún tipo de pensión. De 9 a 42% de los hogares en el mundo, el jefe de familia es mujer. La Población Económica Activa (PEA) femenina en 1999 indicó que 72 de cada 100 mujeres mexicanas divorciadas son activas económicamente, es decir que se encargan del sustento económico familiar (2001). Para esto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) promueve los derechos de la mujer trabajadora, así como sus obligaciones como empleada. Entre las enmiendas de ésta comisión se encuentra la igualdad en el trato laboral, misma oportunidad de ascenso, vacaciones, entre otras cosas.
El macho mexicano empresarial incluye en sus contrataciones de personal un porcentaje de empleados del sexo femenino, pero aún así, el trato puede ser diferente al que reciben los empleados del sexo opuesto. En algunos lugares, las mujeres no perciben el mismo salario que los hombres, sin importar que realicen las mismas actividades, ni cuentan con la misma probabilidad de ascenso. Situaciones como estas son un ejemplo a la violación a los derechos y garantías individuales redactadas en la Constitución Mexicana en el artículo primero (el cual habla sobre la igualdad entre hombres y mujeres en nuestro país y que ambos sexos cuentan con derechos), y el artículo 23 (señala que todo mexicano merece un trabajo digno y libremente elegido, en un escenario de igualdad, recibir un salario adecuado, no ser víctima de ningún tipo de discriminación racial y crear sindicatos para defender sus intereses).
El despido de mujeres embarazadas es un tema muy polémico en nuestra sociedad. Muchos empresarios consideran que darle empleo a una mujer derivara a la larga en problemas tales como que contemplen la probabilidad de un embarazo etc., lo que podría aminorar su ritmo de trabajo, ya que una mujer embarazada sufre de mareos, náuseas, cambios drásticos de humor, entre otros síntomas. La mayoría de las maquiladoras no contratan a mujeres embarazadas, ya que opinan que generan gastos a la empresa. Las mujeres embarazadas están protegidas por la Ley Federal del Trabajo.
En algunas de las entrevistas, las trabajadoras tienen que resolver un cuestionario y pruebas de embarazo (empresas como Zettler [American Zettler, Aliso Viejo, California] en Tijuana y Deltrónicos [General Motors, Detroit, Michigan] en Matamoros), que en ciertos casos, dichos exámenes son aplicados por los doctores y enfermeras que trabajan en las clínicas de los comercios. En otros casos, si la trabajadora se embaraza luego de ser contratada, son obligadas a renunciar, acosadas y maltratadas por concebir un niño, y si aún así estas se rehúsan a abandonar sus empleos, su superior les reasignará sus tareas de modo que serán más pesadas, les aumentarán las horas de trabajo, y como consecuencia las obreras tendrán que renunciar. Lamentablemente las mujeres se arriesgan a perder su trabajo al quedar embarazadas.
Pero no es solamente en la desigualdad en el trabajo donde podemos ver claramente la violación de los derechos laborales, sino también en la forma en que son tratadas en el trabajo, se enfrentan a proposiciones indecorosas, insinuaciones, acoso, maltrato verbal y hasta físico, entre otras cosas que dan como resultado la falta de respeto de parte de los empleados e incluso jefes hacia ellas, además de degradar su integridad moral (despido no justificado en Tele Tech en México, donde los jefes acosaban a las empleadas [2006]), y éstas al no aceptar dichas ofertas, son despedidas con justificantes como "recorte de personal", "no llena las expectativas", entre otras frases ya conocidas cuando se trata de este tipo de despido.
La mayoría de edad en la mujer laboral es algo que también provoca que los derechos de estas sean violados, ya que las compañías buscan producir más a menor tiempo. Si es complicado para un hombre de la tercera edad conseguir empleo, para una mujer en las mismas condiciones es casi imposible.
En la actualidad la presencia de las mujeres en la política mexicana es un acontecimiento nuevo, como resultado de los movimientos feministas, son tomadas en cuenta al momento de una decisión. Por ser un Estado democrático, México requiere de mujeres representantes a nivel nacional. Varias de estas protagonistas se encuentran en la Cámara de Diputados y Senadores. Un ejemplo de esto es Patricia Mercado, candidata a la Presidencia de la República este año, quien ha luchado en el ámbito político para proteger los derechos de la mujer y exigir que exista igualdad en derechos y oportunidades entre los ciudadanos de ambos sexos.
El tema referente a la desigualdad entre sexos en México es un tópico que debería encontrarse erradicado por completo, ya que tanto hombres como mujeres poseen las mismas capacidades, en otras palabras, el encargado de la contratación de personal de una empresa debería prestar más atención al talento personal, que a un factor como el género, pues éste no define un mejor resultado, además al aplicar lo anterior la empresa fomentaría el respeto a las garantías individuales.
Sin embargo, nuestro gobierno ve como una práctica común dicha discriminación dentro de las empresas privadas las cuales rompen con sus obligaciones de proporcionar igualdad ante la ley, debería de la misma manera ser eliminado para proseguir con el equilibrio, y de este modo dar una equidad entre ambos sexos. Desgraciadamente, por ser estas empresas de la rama privada no pueden hacer nada al respecto, aunque este problema también surge en algunas empresas gubernamentales en las cuales la corrupción tiene más fuerza que nuestro poder judicial y nuestros valores morales, y lamentablemente no podemos hacer nada más que confiar en nuestras leyes y en el pensamiento de nuestra seguridad pública.
En conclusión, pienso que existen diversas formas de resolver estos problemas aún latentes en la sociedad mexicana. Una de estas maneras es creando campañas sobre los derechos y obligaciones laborales de la mujer, y difundirlas en los lugares con el mayor índice de marginación del país. Hacerles saber que no por ser consideradas "sexo débil" no están amparadas ante la ley con derechos y obligaciones específicos en distintos ámbitos más allá de los laborales, es por ello que apoyo la idea de las campañas, para informarles sobre lo que ha sucedido al respecto de este tema, también instruirlas un poco más acerca de la educación cívica y ética mexicana, con la cual puedan defenderse y poder denunciar cualquier abuso.
Aunque considero que no existe mejor manera de lograr disminuir y en determinado momento erradicar la desigualdad laboral, de la que son parte las del sexo femenino que, con la creación de leyes en contra de ésta, que apoyen y protejan de manera contundente a la mujer y establezcan sanciones más severas para aquellos que intentan abusar de su poder. Así como hacer "operativos o revisiones sorpresa" en las empresas para cerciorase si cumplen con las normatividades en contra de la desigualdad laboral entre sexos, asimismo llevar un registro estadístico de cuántas mujeres se encuentran laborando en dicha empresa y en las condiciones en las que lo hacen.
Bibliografía
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Comisión Nacional de Derechos Humanos, México. (2006). Coordinación del Programa sobre Asuntos de la Mujer, la Niñez y la Familia. 8 de octubre de 2006. [Documento www]. Recuperado: http://www.cndh.org.mx/progate/AMujer/asMujer.htm
Human Rights Watch, México. (1996). Sin Garantías. Discriminación sexual en el sector de maquiladoras de México. New York. 10 de octubre de 2006. [Documento www]. Recuperado: http://www.hrw.org/spanish/informes/1996/mexico4.html#P522_110423
Instituto de las Mujeres del Distrito Federal. (2006). Condiciones Laborales de la Mujer en México. 2006. 10 de octubre de 2006. [Documento www]. Recuperado: http://www.inmujer.df.gob.mx/numeralia/part_economica/condiciones_trabajo.html
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