“ENTRE MUJERES INSURGENTES Y REVOLUCIONARIAS”
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES
UNAM
Jueves 29 de abril. Mujeres insurgentes
- Josefina Hernández Téllez. La educación femenina en 1810
- Layla Sánchez Kuri. Presencia femenina en la Independencia.
- Elvira Hernández Carballido. Leona Vicario, la corresponsal de los insurgentes.
- Rosalinda Sandoval Orihuela. Los taconazos de Doña Josefa
Moderador: Vicente Castellanos Cerda
Inaugura: Maestro Arturo Guillemoud Rodríguez Vázquez
Salón 12 Edificio de Posgrado (“F), 18:00 horas, FCPyS
Viernes 30 de abril. Mujeres revolucionarias
- Rosa María Valles Ruiz. Periodista y feminista: Hermila Galindo
- Elsa Lever M. El Universal y las mujeres periodistas
- Gloria Hernández Jiménez. Mujeres, revolución y fotografía
- Francisca Robles. Los corridos y la presencia femenina
Moderadora: Noemí Luna García
Inaugura: Maestro Arturo Guillemoud Rodríguez Vázquez
Sala Lucio Mendieta, Edificio de Posgrado (“F), 18:00 horas, FCPyS
Mujeres: al tomar la palabra, construimos ciudadanía
Por Ana Silvia Monzón
Socióloga y comunicadora. Co-fundadora de las iniciativas de comunicación feminista Voces de Mujeres (1993), Red Mujeres al Aire (2002) y Mujeres Abriendo Caminos (2007). Integrante del Consejo Editorial del periódico "La Cuerda".
Las mujeres hemos dado un aporte fundamental a la humanidad: el lenguaje articulado que se expresa en miles de idiomas maternos alrededor del mundo. Sin embargo, a lo largo de la historia hemos recibido cientos de mensajes patriarcales bíblicos o no, que mandan a callar a las mujeres, particularmente en los espacios públicos donde la voz del poder sigue siendo masculina.
Muchas mujeres han transgredido este mandato de silencio y nos han legado sus luchas por encontrar y expresar sus pensamientos a través de la palabra escrita o hablada. Es el caso, en Guatemala, de María Josefa García Granados quien, en la primera mitad del siglo diecinueve, fue una de las primeras en escribir con desenfado tanto de sexo como de política. En la segunda mitad de ese siglo surgieron los periódicos “La Voz de la Mujer” (1885) y “El Ideal” (1887) ambos escritos por mujeres quienes, a tono con los aires de modernidad de ese entonces, decidieron expresar públicamente sus ideas, Vicenta Laparra, Jesús Laparra, Adelaida Cheves, Rafaela del Aguila, Sara María de More son algunos nombres de estas valientes mujeres que enfrentaron burla y rechazo por este atrevimiento. En la actualidad el periódico feminista “La Cuerda” recoge esa tradición de escribir en femenino para reclamar derechos e igualdad de oportunidades para las mujeres.
En el ámbito radiofónico, que en nuestro país se empezó a desarrollar en los años veinte del siglo pasado, las pioneras del micrófono fueron entre otras, Tita Corina, María Olga Mendoza, Marta Bolaños, María Luisa Aragón, Ernestina Porras, María Luisa Spillari y Victoria Martínez Moraga.
A pesar de estas incursiones de las mujeres en los medios, éstos se han caracterizado por limitar su presencia como creadoras de opinión, y sobre todo por difundir imágenes y reproducir ideas que refuerzan roles y estereotipos que excluyen las experiencias femeninas, asignando escaso valor a los aportes de las mujeres en la historia.
A la exclusión por género y etnia se han sumado, en Guatemala, particularmente en los años del conflicto armado interno, las limitaciones para el ejercicio de la libertad de expresión, de emisión del pensamiento y de acceso a la información para quienes piensan diferente de los poderes establecidos, y por eso han padecido represión, exilio y muerte como lo revela este testimonio “El precio que se pagó no fue exclusivo del sector prensa, fue la mayoría de la población, Guatemala es un país silenciado, es un país incomunicado, no hemos tenido un acercamiento entre seres humanos porque el derecho a la comunicación nos ha sido vetado toda la vida” . *
En este marco histórico, cuando aún no concluían las negociaciones por la paz, un grupo de mujeres universitarias de diversas disciplinas, edades y experiencias tomó los micrófonos un 12 de julio de 1993 y a través de la señal de Radio Universidad (92.1 FM) dio vida a una propuesta de comunicación hasta entonces inédita: Voces de Mujeres. Este proyecto se ha mantenido vigente, ha dado frutos no sólo en el ámbito de la comunicación sino también en la academia y en el movimiento de mujeres, y este año cumple quince años al aire.
Quince años que festeja junto a dos iniciativas hermanas: Mujeres y Universidad, producido por el Instituto Universitario de la Mujer, y Hablan las Mujeres, por la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas, que también transmiten por la radio de nuestra universidad.
Los tres programas comparten visiones, experiencias y proyecciones dando vida a una franja diaria de diez a once de la mañana. Espacio donde resuenan las voces y se expresan los pensamientos de cientos de mujeres guatemaltecas de los cuatro puntos cardinales y de más allá de las fronteras, ya que las mujeres migrantes que viven en Estados Unidos también tienen un lugar en Voces de Mujeres para compartir sus ideas.
Al tomar la palabra las mujeres construimos ciudadanía, es una afirmación que celebramos con alegría y que legamos a las generaciones venideras.
VOCES DE MUJERES, ACTUANTES Y DELIBERANTES
Ahora parece lejana aquella primera emisión del programa radiofónico Voces de Mujeres, un 12 de julio de 1993. Olga Villalta y Karla Lemus fueron las voces que irrumpieron en el dial (en ese entonces 92.3 de Radio Universidad), acompañadas de nuestra escucha atenta porque los siguientes días cada una de nosotras se estrenaría en la cabina de radio que, para entonces, se nos hacía algo misterioso y aún hostil.
2,640 emisiones más tarde Voces de Mujeres continúa al aire, y ese sólo dato merece celebrarse como un hecho relevante en la historia de las mujeres en Guatemala, particularmente en el ámbito del ejercicio del derecho a la libertad de expresión y emisión del pensamiento. De un pensamiento innovador que nombra en femenino y en primera persona del singular y del plural, de una propuesta comunicativa que da relevancia a los saberes, quehaceres y experiencias de las mujeres diversas que habitan nuestro mundo.
Voces de Mujeres ha implicado el trabajo de más de cuarenta mujeres de distintas edades, procedencias, profesiones y oficios, un trabajo voluntario, perseverante, autónomo e independiente que, más allá de obvias pero enriquecedoras diferencias, ha mantenido como norte el dar autoridad a la palabra de las mujeres, credibilidad a sus aportes, sumar a sus acciones y acompañar sus pasos en la construcción de nuevos discursos, nuevas propuestas que desnaturalicen el patriarcado, desmonten la misoginia, denuncien la violencia, la explotación, la discriminación y el racismo. Propuestas que le apuestan a la vida, a la ciudadanía plena, al ejercicio de derechos que aún se están inventando como el derecho a la alegría, a ser nombradas y recordadas.
Artistas y artesanas, literatas y analfabetas, músicas y poetas, políticas, sindicalistas, activistas, amas de casa, maestras, obreras, campesinas, intelectuales, estudiantas, académicas, migrantes, periodistas, niñas, jóvenas, adultas, adultas mayores, amigas de la vida, investigadoras, funcionarias, empresarias, heterosexuales y lesbianas, discapacitadas, madres, indígenas, garífunas, xincas, ladinas y mestizas, extranjeras, del área rural o urbana, famosas o anónimas…y una lista interminable de mujeres valiosas han llenado la caracola de Voces de Mujeres. En esta caracola están encerradas sus palabras que, como escribió la querida escritora Isabel Garma co-fundadora del programa, sólo se liberan cuando son escuchadas por otras mujeres que aún desconocen sus inmensas posibilidades para ser humanas plenas y conscientes, actuantes y deliberantes.
* Testimonio de un periodista ante la Comisión del Esclarecimiento Histórico, en: CERIGUA s.f. La prensa en Guatemala. El Observatorio de los Periodistas. http://www.cerigua.org/
Las mujeres hemos dado un aporte fundamental a la humanidad: el lenguaje articulado que se expresa en miles de idiomas maternos alrededor del mundo. Sin embargo, a lo largo de la historia hemos recibido cientos de mensajes patriarcales bíblicos o no, que mandan a callar a las mujeres, particularmente en los espacios públicos donde la voz del poder sigue siendo masculina.
Muchas mujeres han transgredido este mandato de silencio y nos han legado sus luchas por encontrar y expresar sus pensamientos a través de la palabra escrita o hablada. Es el caso, en Guatemala, de María Josefa García Granados quien, en la primera mitad del siglo diecinueve, fue una de las primeras en escribir con desenfado tanto de sexo como de política. En la segunda mitad de ese siglo surgieron los periódicos “La Voz de la Mujer” (1885) y “El Ideal” (1887) ambos escritos por mujeres quienes, a tono con los aires de modernidad de ese entonces, decidieron expresar públicamente sus ideas, Vicenta Laparra, Jesús Laparra, Adelaida Cheves, Rafaela del Aguila, Sara María de More son algunos nombres de estas valientes mujeres que enfrentaron burla y rechazo por este atrevimiento. En la actualidad el periódico feminista “La Cuerda” recoge esa tradición de escribir en femenino para reclamar derechos e igualdad de oportunidades para las mujeres.
En el ámbito radiofónico, que en nuestro país se empezó a desarrollar en los años veinte del siglo pasado, las pioneras del micrófono fueron entre otras, Tita Corina, María Olga Mendoza, Marta Bolaños, María Luisa Aragón, Ernestina Porras, María Luisa Spillari y Victoria Martínez Moraga.
A pesar de estas incursiones de las mujeres en los medios, éstos se han caracterizado por limitar su presencia como creadoras de opinión, y sobre todo por difundir imágenes y reproducir ideas que refuerzan roles y estereotipos que excluyen las experiencias femeninas, asignando escaso valor a los aportes de las mujeres en la historia.
A la exclusión por género y etnia se han sumado, en Guatemala, particularmente en los años del conflicto armado interno, las limitaciones para el ejercicio de la libertad de expresión, de emisión del pensamiento y de acceso a la información para quienes piensan diferente de los poderes establecidos, y por eso han padecido represión, exilio y muerte como lo revela este testimonio “El precio que se pagó no fue exclusivo del sector prensa, fue la mayoría de la población, Guatemala es un país silenciado, es un país incomunicado, no hemos tenido un acercamiento entre seres humanos porque el derecho a la comunicación nos ha sido vetado toda la vida” . *
En este marco histórico, cuando aún no concluían las negociaciones por la paz, un grupo de mujeres universitarias de diversas disciplinas, edades y experiencias tomó los micrófonos un 12 de julio de 1993 y a través de la señal de Radio Universidad (92.1 FM) dio vida a una propuesta de comunicación hasta entonces inédita: Voces de Mujeres. Este proyecto se ha mantenido vigente, ha dado frutos no sólo en el ámbito de la comunicación sino también en la academia y en el movimiento de mujeres, y este año cumple quince años al aire.
Quince años que festeja junto a dos iniciativas hermanas: Mujeres y Universidad, producido por el Instituto Universitario de la Mujer, y Hablan las Mujeres, por la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas, que también transmiten por la radio de nuestra universidad.
Los tres programas comparten visiones, experiencias y proyecciones dando vida a una franja diaria de diez a once de la mañana. Espacio donde resuenan las voces y se expresan los pensamientos de cientos de mujeres guatemaltecas de los cuatro puntos cardinales y de más allá de las fronteras, ya que las mujeres migrantes que viven en Estados Unidos también tienen un lugar en Voces de Mujeres para compartir sus ideas.
Al tomar la palabra las mujeres construimos ciudadanía, es una afirmación que celebramos con alegría y que legamos a las generaciones venideras.
VOCES DE MUJERES, ACTUANTES Y DELIBERANTES
Ahora parece lejana aquella primera emisión del programa radiofónico Voces de Mujeres, un 12 de julio de 1993. Olga Villalta y Karla Lemus fueron las voces que irrumpieron en el dial (en ese entonces 92.3 de Radio Universidad), acompañadas de nuestra escucha atenta porque los siguientes días cada una de nosotras se estrenaría en la cabina de radio que, para entonces, se nos hacía algo misterioso y aún hostil.
2,640 emisiones más tarde Voces de Mujeres continúa al aire, y ese sólo dato merece celebrarse como un hecho relevante en la historia de las mujeres en Guatemala, particularmente en el ámbito del ejercicio del derecho a la libertad de expresión y emisión del pensamiento. De un pensamiento innovador que nombra en femenino y en primera persona del singular y del plural, de una propuesta comunicativa que da relevancia a los saberes, quehaceres y experiencias de las mujeres diversas que habitan nuestro mundo.
Voces de Mujeres ha implicado el trabajo de más de cuarenta mujeres de distintas edades, procedencias, profesiones y oficios, un trabajo voluntario, perseverante, autónomo e independiente que, más allá de obvias pero enriquecedoras diferencias, ha mantenido como norte el dar autoridad a la palabra de las mujeres, credibilidad a sus aportes, sumar a sus acciones y acompañar sus pasos en la construcción de nuevos discursos, nuevas propuestas que desnaturalicen el patriarcado, desmonten la misoginia, denuncien la violencia, la explotación, la discriminación y el racismo. Propuestas que le apuestan a la vida, a la ciudadanía plena, al ejercicio de derechos que aún se están inventando como el derecho a la alegría, a ser nombradas y recordadas.
Artistas y artesanas, literatas y analfabetas, músicas y poetas, políticas, sindicalistas, activistas, amas de casa, maestras, obreras, campesinas, intelectuales, estudiantas, académicas, migrantes, periodistas, niñas, jóvenas, adultas, adultas mayores, amigas de la vida, investigadoras, funcionarias, empresarias, heterosexuales y lesbianas, discapacitadas, madres, indígenas, garífunas, xincas, ladinas y mestizas, extranjeras, del área rural o urbana, famosas o anónimas…y una lista interminable de mujeres valiosas han llenado la caracola de Voces de Mujeres. En esta caracola están encerradas sus palabras que, como escribió la querida escritora Isabel Garma co-fundadora del programa, sólo se liberan cuando son escuchadas por otras mujeres que aún desconocen sus inmensas posibilidades para ser humanas plenas y conscientes, actuantes y deliberantes.
* Testimonio de un periodista ante la Comisión del Esclarecimiento Histórico, en: CERIGUA s.f. La prensa en Guatemala. El Observatorio de los Periodistas. http://www.cerigua.org/
En la foto: Rigoberta Menchú y Carmen DeOla (de pie) con la comunicadora Ana Silvia Monzón en la cabina de Radio Universidad, 2004.
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