“ENTRE MUJERES INSURGENTES Y REVOLUCIONARIAS”
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES
UNAM
Jueves 29 de abril. Mujeres insurgentes
- Josefina Hernández Téllez. La educación femenina en 1810
- Layla Sánchez Kuri. Presencia femenina en la Independencia.
- Elvira Hernández Carballido. Leona Vicario, la corresponsal de los insurgentes.
- Rosalinda Sandoval Orihuela. Los taconazos de Doña Josefa
Moderador: Vicente Castellanos Cerda
Inaugura: Maestro Arturo Guillemoud Rodríguez Vázquez
Salón 12 Edificio de Posgrado (“F), 18:00 horas, FCPyS
Viernes 30 de abril. Mujeres revolucionarias
- Rosa María Valles Ruiz. Periodista y feminista: Hermila Galindo
- Elsa Lever M. El Universal y las mujeres periodistas
- Gloria Hernández Jiménez. Mujeres, revolución y fotografía
- Francisca Robles. Los corridos y la presencia femenina
Moderadora: Noemí Luna García
Inaugura: Maestro Arturo Guillemoud Rodríguez Vázquez
Sala Lucio Mendieta, Edificio de Posgrado (“F), 18:00 horas, FCPyS
Diputadas federales electas
Política y ciudadanía
Por Rosa Esther Beltrán Enríquez
Socióloga por la UANE con maestría en Sociología por la UNAM, ha trabajado como docente en la Universidad de Monterrey, Universidad Autónoma de Coahuila, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, en la UNAM y la Universidad Iberoamericana. Autora de diversos artículos sobre procesos electorales y partidos políticos de Coahuila, fue consejera electoral del Consejo Local de Coahuila del Instituto Federal Electoral de 1996 al 2003.
¿Para qué quieren las mujeres estar en la política? Las mujeres tenemos que estar en política por una cuestión de justicia social. La lucha para el empoderamiento de las mujeres es un derecho, porque, los derechos políticos son derechos humanos.
En Latinoamérica se observan algunos avances de la participación de las mujeres en política: hasta ahora hay cuatro mujeres presidentas elegidas democráticamente, como la nicaragüense Violeta Barrios (1990), la panameña Mireya Elisa Moscoso (1999) y las más recientes Michelle Bachelet en Chile (2005) y Cristina Fernández de Kirchner en Argentina (2007). Además, el número de secretarias de Estado también aumentó, alcanzando el 24% de esas carteras; asimismo el número de mujeres diputadas ha alcanzado casi un 21% en la región. En este sentido, los países con mayor representación de mujeres son Cuba con 49,2 por ciento, Argentina con un 40 y Costa Rica 36,8.
Existen herramientas importantes que han ayudado a avanzar en este terreno, una es el sistema de cuotas, que supone una garantía para la igualdad en el ámbito político. Lo que estamos reivindicando las mujeres es que los sistemas de representación sean equitativos ya que hay condiciones para profundizar la democracia y los espacios para lograr la paridad y equidad entre hombres y mujeres que en los parlamentos nacionales está muy lejos de ser una realidad.
Es necesario reconocer que, en general las mujeres seguimos estando en una situación de minoría y de subrepresentación en los altos cargos de elección en las instancias políticas nacionales.
En la elección pasada en México, más del 41 por ciento de las candidaturas a la Cámara de Diputados fueron encabezadas por mujeres; sin embargo, en la próxima legislatura menos del 28 por ciento de las curules serán ocupadas por diputadas, aunque la LXI registrará la cuota de mujeres más alta en la historia de México, 139 diputadas, equivalentes al 27.8 por ciento y la LX Legislatura terminará con 133 curules ocupadas por mujeres, el 26.6 por ciento.(Periódico Reforma).
Compitieron mil 389 mujeres como propietarias y sólo 139 son diputadas electas, en cambio 361 hombres llegarán al Congreso, lo cual muestra que la política sigue estando masculinizada y que los avances en este país son magros para el género femenino, ya que según el objetivo de la ONU en el Desarrollo del Milenio establecido en el indicador que tiene que ver con una mayor igualdad de género en la composición del Poder Legislativo, es de un 40 por ciento, por lo que puede considerarse que el avance es marginal.
Si en Coahuila el PRI arrasó, como en sus mejores tiempos de partido de Estado, es más que lamentable que la única mujer que alcanzó una curul por la vía plurinominal, Hilda Flores Escalera, aparezca ya en las listas de la Cámara de Diputado entre las diputadas electas que renunciará a favor de su suplente, en este caso un varón de la más rancia estipe corporativa, clientelar y caciquil, Noé Garza Flores. Pero Flores Escalera ya había renunciado, unas semanas después de haber sido electa diputada local, ahora está esperando órdenes para asumir un nuevo destino, la burla al electorado que le dio su voto y el servilismo no tienen parangón; casi la iguala Eduardo Olmos, paradigma del oportunismo electoral.
Siete diputadas priístas electas están en las listas de probables dimitentes a favor de sus suplentes varones, cinco del partido Verde y una del PT estarían en el mismo caso, pero eso sí, se rasgaron las vestiduras cuando “Juanito” ofreció que si ganaba renunciaría para darle el puesto a Clara Brugada..
Es paradójico que el clan Moreira que odia a los panistas por conservadores y a todo lo que no sea condescendencia, haya excluido a las mujeres de los puestos a elección de manera sistemática, sólo hay que revisar los resultados de la elección de octubre de 2008, las pasadas de diputados federales y las listas de precandidatos a los ayuntamientos de octubre de este año; en cambio los panistas de la LX legislatura le dieron al menos el 33 por ciento al género femenino y en la LXI, a pesar del desplome de su votación, conservarán el mismo porcentaje; el PRI, proporcionalmente será la bancada con menos mujeres, 21.9 y el PRD tendrá un 31 por ciento, que porcentualmente será el que más lugares dé a éste género..
Así que vemos claramente cómo se fortalece el patriarcado político en las corporaciones públicas y de “representación” en la federación. En Coahuila, la ausencia de las mujeres en política es la más grave discriminación que padece este género en la entidad.
Por Rosa Esther Beltrán Enríquez
Socióloga por la UANE con maestría en Sociología por la UNAM, ha trabajado como docente en la Universidad de Monterrey, Universidad Autónoma de Coahuila, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, en la UNAM y la Universidad Iberoamericana. Autora de diversos artículos sobre procesos electorales y partidos políticos de Coahuila, fue consejera electoral del Consejo Local de Coahuila del Instituto Federal Electoral de 1996 al 2003.
¿Para qué quieren las mujeres estar en la política? Las mujeres tenemos que estar en política por una cuestión de justicia social. La lucha para el empoderamiento de las mujeres es un derecho, porque, los derechos políticos son derechos humanos.
En Latinoamérica se observan algunos avances de la participación de las mujeres en política: hasta ahora hay cuatro mujeres presidentas elegidas democráticamente, como la nicaragüense Violeta Barrios (1990), la panameña Mireya Elisa Moscoso (1999) y las más recientes Michelle Bachelet en Chile (2005) y Cristina Fernández de Kirchner en Argentina (2007). Además, el número de secretarias de Estado también aumentó, alcanzando el 24% de esas carteras; asimismo el número de mujeres diputadas ha alcanzado casi un 21% en la región. En este sentido, los países con mayor representación de mujeres son Cuba con 49,2 por ciento, Argentina con un 40 y Costa Rica 36,8.
Existen herramientas importantes que han ayudado a avanzar en este terreno, una es el sistema de cuotas, que supone una garantía para la igualdad en el ámbito político. Lo que estamos reivindicando las mujeres es que los sistemas de representación sean equitativos ya que hay condiciones para profundizar la democracia y los espacios para lograr la paridad y equidad entre hombres y mujeres que en los parlamentos nacionales está muy lejos de ser una realidad.
Es necesario reconocer que, en general las mujeres seguimos estando en una situación de minoría y de subrepresentación en los altos cargos de elección en las instancias políticas nacionales.
En la elección pasada en México, más del 41 por ciento de las candidaturas a la Cámara de Diputados fueron encabezadas por mujeres; sin embargo, en la próxima legislatura menos del 28 por ciento de las curules serán ocupadas por diputadas, aunque la LXI registrará la cuota de mujeres más alta en la historia de México, 139 diputadas, equivalentes al 27.8 por ciento y la LX Legislatura terminará con 133 curules ocupadas por mujeres, el 26.6 por ciento.(Periódico Reforma).
Compitieron mil 389 mujeres como propietarias y sólo 139 son diputadas electas, en cambio 361 hombres llegarán al Congreso, lo cual muestra que la política sigue estando masculinizada y que los avances en este país son magros para el género femenino, ya que según el objetivo de la ONU en el Desarrollo del Milenio establecido en el indicador que tiene que ver con una mayor igualdad de género en la composición del Poder Legislativo, es de un 40 por ciento, por lo que puede considerarse que el avance es marginal.
Si en Coahuila el PRI arrasó, como en sus mejores tiempos de partido de Estado, es más que lamentable que la única mujer que alcanzó una curul por la vía plurinominal, Hilda Flores Escalera, aparezca ya en las listas de la Cámara de Diputado entre las diputadas electas que renunciará a favor de su suplente, en este caso un varón de la más rancia estipe corporativa, clientelar y caciquil, Noé Garza Flores. Pero Flores Escalera ya había renunciado, unas semanas después de haber sido electa diputada local, ahora está esperando órdenes para asumir un nuevo destino, la burla al electorado que le dio su voto y el servilismo no tienen parangón; casi la iguala Eduardo Olmos, paradigma del oportunismo electoral.
Siete diputadas priístas electas están en las listas de probables dimitentes a favor de sus suplentes varones, cinco del partido Verde y una del PT estarían en el mismo caso, pero eso sí, se rasgaron las vestiduras cuando “Juanito” ofreció que si ganaba renunciaría para darle el puesto a Clara Brugada..
Es paradójico que el clan Moreira que odia a los panistas por conservadores y a todo lo que no sea condescendencia, haya excluido a las mujeres de los puestos a elección de manera sistemática, sólo hay que revisar los resultados de la elección de octubre de 2008, las pasadas de diputados federales y las listas de precandidatos a los ayuntamientos de octubre de este año; en cambio los panistas de la LX legislatura le dieron al menos el 33 por ciento al género femenino y en la LXI, a pesar del desplome de su votación, conservarán el mismo porcentaje; el PRI, proporcionalmente será la bancada con menos mujeres, 21.9 y el PRD tendrá un 31 por ciento, que porcentualmente será el que más lugares dé a éste género..
Así que vemos claramente cómo se fortalece el patriarcado político en las corporaciones públicas y de “representación” en la federación. En Coahuila, la ausencia de las mujeres en política es la más grave discriminación que padece este género en la entidad.
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