“ENTRE MUJERES INSURGENTES Y REVOLUCIONARIAS”
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES
UNAM
Jueves 29 de abril. Mujeres insurgentes
- Josefina Hernández Téllez. La educación femenina en 1810
- Layla Sánchez Kuri. Presencia femenina en la Independencia.
- Elvira Hernández Carballido. Leona Vicario, la corresponsal de los insurgentes.
- Rosalinda Sandoval Orihuela. Los taconazos de Doña Josefa
Moderador: Vicente Castellanos Cerda
Inaugura: Maestro Arturo Guillemoud Rodríguez Vázquez
Salón 12 Edificio de Posgrado (“F), 18:00 horas, FCPyS
Viernes 30 de abril. Mujeres revolucionarias
- Rosa María Valles Ruiz. Periodista y feminista: Hermila Galindo
- Elsa Lever M. El Universal y las mujeres periodistas
- Gloria Hernández Jiménez. Mujeres, revolución y fotografía
- Francisca Robles. Los corridos y la presencia femenina
Moderadora: Noemí Luna García
Inaugura: Maestro Arturo Guillemoud Rodríguez Vázquez
Sala Lucio Mendieta, Edificio de Posgrado (“F), 18:00 horas, FCPyS
Compañerismo, no subordinación
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. En una época donde todos los valores tradicionales se contradicen con la realidad, cuando se ha caído la idea de una familia inventada por reyes y aristócratas, empieza a surgir como algo natural que un hombre y una mujer, dos hombres o dos mujeres se amen, compartan la vida, hablen el mismo idioma y formen una pareja con énfasis en el compañerismo. En el centro, en esas parejas está el amor, la perspectiva, el horizonte, la comunidad de planes o el respeto a la individualidad trenzada por el amor, la confianza y el futuro. De este compañerismo muchas mujeres y muchos hombres en la segunda década del siglo XX formaron parte de los aires modernizadores que surgían en todo el mundo, donde las mujeres esperaban convertirse en seres humanos respetados y no subordinados. Entre otras conclusiones, ésta, la modernidad que se practicó en algunas parejas, la encontramos en la espléndida crónica, fundada en la investigación histórica, los hechos y las biografías en el libro de la doctora Gabriela Cano: Se llamaba Elena Arizmendi”, editado con motivo del bicentenario por Tusquets editores. La historia está situada en el México convulso de principios del siglo XX, en la sociedad norteamericana debido al exilio de los líderes antireeleccionistas que fueron a parar a Texas, incluso el Presidente electo Francisco I. Madero, forjadores de las ideas y las proyecciones de lo que explotó con las armas y más tarde se desarrolló la Revolución Mexicana. Elena Arizmendi que estudiaba enfermería, en ese ambiente se formó probablemente con gran fuerza, su decisión para participar, aprender y también concebir su libertad personal. La investigación nos muestra como se transformaba el México de aquellos años. Elena es toda una rebelde, no sólo por involucrarse en el proceso revolucionario sino por su transformación personal. El libro nos da un escenario donde se amalgamaron personajes, ideas, vidas tocadas. Ahí, Elena, conocida como Adriana por los relatos autobiográficos de José Vasconcelos -uno de los personajes más polémicos de la consolidación de la Revolución Mexicana- traba una relación amorosa, donde el compañerismo y la relación no pueden ubicarse en la superficialidad de una mirada conservadora. Con motivo del Bicentenario se abren nuevos caminos de interpretación sobre lo que llevó al país a una guerra civil de gran destrucción y muchos muertos, sin embargo, fincó un espacio de transformación económica, social y cultural de largo aliento. El relato nos lleva a nuevas reflexiones sobre lo que realmente sucedida a muchas personas. Elena consigue crear, como dice la autora, su habitación propia; es Adriana, el amor erótico de José Vasconcelos, pero es Adriana una mujer que termina con él y se libera. También construye a esa mujer moderna que comparte por su significado con Frida Kahlo, Carmen Mondragón o Nahui Olin, Lupe Marín, Tina Modotti y Concha Michel, por mencionar algunas, el atisbo de un cambio profundo en las mentalidades y por sus obras de cientos de mujeres que participaron en la Revolución Mexicana , más allá de la imagen dolida de las famosas soldaderas o temeraria de las coronelas, “heroínas” construidas por una perspectiva masculina. De carne y hueso, Elena Arizmendi revolucionaria, fundadora de la Cruz Blanca Neutral, sensible, creadora, escritora, política y periodista, libre y transgresora, es una de las más nítidas ancestras de esas mujeres que en los años 30 tuvieron clara la urgencia de ser por sí mismas, de tener un programa de demandas y decisión de participar concientemente en la cosa pública. Es por ello que este libro, como otros que ya se publicaron y algunos que están por publicarse traen en la hora del Bicentenario un nuevo aire de conocimiento y reflexión a la condición de las mujeres. Este descubre una influencia mutua, México-Estados Unidos, que valdría la pena compartir con quienes sólo hablan inglès. Esta espléndida recuperación de nuestra historia, se sitúa en el hoy, cuando México atraviesa por una etapa donde los conservadores en el poder esperan una regresión para las mexicanas, ignorantes del aprendizaje, la historia y la trayectoria en que se ha forjado un cimiente libertario. Elena nos sorprende por su claridad histórica. No sólo conquistó su habitación propia sino que fue audaz editora, periodista, pionera del feminismo hispanoamericano que todavía se está construyendo. La obra de la historiadora Gabriela Cano, especializada en estudiar las trayectorias femeninas de las mujeres participantes, impactadas y militantes de la Revolución Mexicana , nos abre nuevas puertas, donde son absurdas algunas discusiones puestas en la mesa por el retroceso. Pero también es un aporte para explicarnos cómo funciona el machismo mexicano, dónde están los nudos, las costumbres, los arraigos que hacen morir y sufrir a muchas mujeres. Gabriela Cano logra pintarnos de manera muy interesante a los hombres que decidieron leyes, instituciones y continuaron de algún modo, el porfirismo, la dictadura que explotó en México en 1910, en la hora de las grandes revoluciones y transformaciones del mundo occidental. Es un libro que supera las biografías de las heroínas tradicionales, sacrificadas y con la cabeza baja, esa imagen que se nos quiso imponer en la historia oficial. Elena Arizmendi, sin duda, como muchas de sus contemporáneas, nos muestra otra cara de la realidad. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo... | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Las tres K en México
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. La persecución y el odio contra una parte de la humanidad, sólo por el hecho de ser diferentes de quienes enarbolaron como un sistema de vida el autoritarismo, la dominación y la discriminación, es decir, el nazi-fascismo, autor de las mayores crueldades que nos hubiéramos podido imaginar, parece está de vuelta. Mi generación conoció buena parte de esa tremenda experiencia, a través de la difusión en libros, el cine y hasta en carteles propagandísticos. Las películas de la Segunda Guerra Mundial nos hicieron tomar conciencia de cómo un ser humano puede odiar a tal grado a otro ser humano, sólo por profesar religión e ideas distintas a su campo de control y sus intereses. Probablemente no a sus creencias. Lo grave es que rápidamente esa enseñanza sobre la crueldad consciente se topó con las realidades de los militarismos y los crímenes, éstos ejecutados por los jefes de las dictaduras militares de Argentina, Chile, Uruguay y el conservadurismo “democrático” de otra decena de países. Nada más aleccionador y tremendo que los descuartizamientos en Guatemala, hace poco más de 20 años y los crímenes arteros que aún no cesan ahí y en otros escenarios. Sólo el feminicidio cotidiano nos estremece. Recordando cómo estas dictaduras trataron a las mujeres, puedo identificar las acciones de políticas que se piensan democráticas o comunes que ya se llevan a cabo o que se proponen en nuestro entorno. Hace unos días se publicó en los diarios capitalinos que en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal se prepara una iniciativa elaborada por la fracción del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), para crear la ley de fomento a la Maternidad , considerando a ésta como una institución de orden público. El argumento de la coordinadora panista, Mariana Gómez del Campo, es contundente, se trata de “proteger la maternidad” y garantizar a las mujeres beneficios médicos y asistenciales desde el momento en que empiece el embarazo. A las madres, dijo en rueda de prensa, debe benefíciaseles en todo, incluso con servicio de transporte, sobre todo cuando nazcan sus hijos. Porque se necesita en la ciudad de México un ordenamiento legal que “proteja a la familia”, agregó. A la legisladora del PAN, Gómez del Campo se le califica de arribista, cuyo único interés es el poder. Pero ella sabe más de los hilos culturales que mantienen dominadas a las mujeres, es la autora de las encuestas fallidas contra el aborto legal, además de ser la vocera y jefa panista en el Distrito Federal. Todo un caso. No sé, pero esta iniciativa me animó a escribir este texto. Me recordó al nazi-fascismo encabezado entre 1933 a 1945 por el Partido Nacionalista Obrero Alemán (NSDPA, por sus siglas en alemán) que enarbolaba el control de las mujeres bajo la trilogía de las tres “K”: Kinder, Küche, Kirche. (Niños, Cocina e Iglesia). Las tres K en definitiva fueron la visión pragmática para el control de las mujeres durante el poder nazi, quizá por esta inspiración en todas las dictaduras recientes y antiguas, apenas se toma el poder se prohíbe cualquier posibilidad de control natal, aborto legal, libertades e igualdades entre hombres y mujeres. Aunque debemos reconocer el arraigo mexicano acerca de la maternidad como eje de la familia tradicional, desde la visión virginal de las mujeres y sin ápice de voluntad y decisiones propias, pensar en definir la maternidad como una institución de orden público, además de enviarnos a las tragedias griegas de Edipo (profundamente estudiadas por Segismundo Freud), nos remite a la tentación autoritaria de exaltar a la maternidad como destino único e indivisible para las mujeres. Detrás, está la urgencia económica, porque sujetas a la cocina y envueltas en la visión mística de la religiosidad y no de la trasgresión, las mujeres han podido detener el desastre de la crisis capitalista actual. Por sus hijos son –las mujeres- capaces de detener al mundo. Se trata de ir a fondo en la estrategia panista de dar al traste con el aborto legal -por violación, peligro de vida de la madre, malformaciones congénitas y otras excepciones recogidas en nuestras leyes-; se trata de cimbrar a la ciudad de México, de buscar a fondo el sentimiento guadalupano –bien respetable- de nuestra idiosincrasia. La propuesta de la panista, me recordó un escándalo sucedido en España en 2007, cuando se dio difusión a la periodista Eva Herman Echan en su campaña antifeminista ligada a relativizar los efectos del nazismo y sus campos de exterminio. Eva Herman Echan, famosa conductora de TV encendió la polémica cuando criticó al feminismo promoviendo la idea de que "la mujer debe estar en la casa", al considerar que la mujer feliz y de familia esta por encima de la vida laboral. Herman sugería en una entrevista al diario Bild am Sonntag que en el Tercer Reich "hubo cosas muy malas, por ejemplo Hitler", pero que también puede hallarse alguna buena, "como por ejemplo el aprecio y valoración de la figura de la madre". Al hablar en televisión, esta mujer autora de uno de los libros más vendidos de Alemania, Das Eva-Prinzip. Für eine neue Weiblichkeit (El principio de Eva. Por una nueva femineidad) alcanzó un rating récord (2,65 millones de espectadores, 18,1 por ciento). En septiembre de 2007, Eva Herman, defendió los valores familiares que durante el Nacionalsocialismo fueron instrumentalizados y utilizados con fines políticos y sociales, en la presentación de su segundo libro Das Prinzip Arche Noah. Warum wir die Familie retten müssen (El principio del Arca de Noé. Por qué tenemos que salvar la familia). Estos principios hablan sobre el amor, la familia y los niños, como si tuviéramos que admitir que los padres no existen y que los niños y las niñas sólo dependen de las madres. La iniciativa de Gómez del Campo, presentada en marzo cuando se ratifica la necesidad de reflexionar sobre la condición de las mujeres, es una de las intentonas más obvias de un grupo de mexicanos, que no saben ni quieren averiguar, que en la época del capitalismo salvaje -desde hace 30 años- las mujeres fueron arrojadas del pie de la cuna para ir a trabajar a las empresas maquiladoras de exportación que se instalaron en la frontera norte. Gómez del Campo y ese grupo de personas no saben que desde 1916 las mujeres de la Revolución Mexicana buscaron sus identidades y plantearon las maternidades compartidas con los padres y el Estado; desconocen que este capitalismo ha fracturado la idea del padre proveedor, porque ningún salario alcanza y junto a la propaganda de atención hospitalaria a las madres de Felipe Calderón, se hallan precisamente las tres K. Se evidencia el deseo de que para las mujeres su destino manifiesto es sólo la maternidad, queriendo meter al redil a más de 50 millones de mexicanas. La realidad es toda otra, sin duda. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo... | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Presión para liberar a Alberta y Teresa
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. Ignacio del Valle fue condenado a más de cien años de prisión por haber sido la cabeza visible de los campesinos de Atenco que se opusieron a un acto de autoridad que les quería arrebatar sus tierras. La represión contra Atenco y sus pobladores derivó en un ataque sexual a más de 24 mujeres que no han conseguido justicia. Esa represión es condenada en el mundo. Al igual que los asesinatos de más de 600 mujeres en Ciudad Juárez, desde hace casi 15 años en que se conoció la barbarie. En las últimas semanas México ha sido señalado por un sinnúmero de organismos internacionales por el caso de las indígenas Alberta Alcántara y Teresa González, que ahora tirios y troyanos han alzado la voz para que sean liberadas. Este caso es harto evidente de cómo se violan los derechos humanos en México. Se trata de dos indígenas de Querétaro enjuiciadas por un supuesto secuestro de seis agentes de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), en un mercado de Mexquititlán, condenadas por el juez cuarto de Querétaro a 21 años de cárcel. Llevan tres. Ahí Teresa dio a luz a una niña, ahora de un año de vida. Por el mismo caso fue detenida y enjuiciada Jacinta Francisco Marcial, liberada en septiembre pasado, a quien le dijeron “usted dispense” y todavía no opera la reparación del daño. La contundencia de los hechos que llevaron a estas mujeres a la cárcel involucra a un sistema cómplice y corrupto, llevó a Amnistía Internacional a declarar a Alberta y Teresa como presas de conciencia; la visita al penal de San José El Alto por Senadores del PRI, encabezados por Manlio Fabio Beltrones, y los buenos oficios legales y mediáticos del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro, nos dicen que es posible que Alberta y Teresa sean liberadas. México ha sido condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso de siete jóvenes asesinadas y halladas en lo que se conoce como Campo Algodonero, en Ciudad Juárez, Chihuahua; hay una docena de casos en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, tales como el de los 65 mineros que murieron a causa de la explosión de la Mina de Pasta de Conchos, en Coahuila. A pesar de todo, existen también numerosas recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el caso de Ciudad Juárez y de Pasta de Conchos; se conforman expedientes por el caso de Atenco; es insoportable la situación documentada en Oaxaca por los casos de Loxicha y la región Triqui, además del conflicto social de 2006 por innumerables violaciones a derechos humanos. Frente a todo ello, ha habido silencio, el más sepulcral de prácticamente toda la clase política. Ahora sorprende imaginar al jefe político del Senado por parte del PRI, encabezando lo que él llama con urgencia “presión política”; llama la atención su discurso, sus declaraciones, su interés cuando no apeló a la justicia frente a horrendos crímenes, como los que todos los días se comenten en los campos de batalla abiertos en el país por Felipe Calderón y el Ejército. Alberta y Teresa son dos indígenas que no dejaron que los AFI robaran sus mercancías, las de Teresa principalmente. Alberta comenta que se opuso y pidió a los policías que justificaran su presencia. Por eso se dice que las detuvieron por venganza. Lo cierto es que se trata de un caso ominoso, insoportable e inadmisible. Tres años en la cárcel en completa inocencia. Jacinta pasó dos y meses. No se pude negar hoy hay un halo de esperanza, como ellas dicen. No obstante el Ministerio Público que las acusó, los integrantes de la AFI , todo el poder, el juez ciego y necio que las condenó, para pensar que serán liberadas, nadie, absolutamente nadie, piensa en los años perdidos, en las penas, en esa vida de reclusorio que no se me ocurre pensar cómo es de terrible. Lo más grave es que ahora nos vayamos festejar jubilosos y jubilosas que por fin, tanta demanda, tanta denuncia, tantos trabajos jurídicos, finalmente servirá para algo. Ahora mismo ponemos todos nuestros sentidos en la decisión que tomará el estudio que hace la ministra Olga Sánchez Cordero, tras la decisión de la Suprema Corte al admitir el caso para analizar la injusticia. Lo grave es que hay otros muchos casos que no han sido atendidos. Quizá, y pensando electoralmente, Beltrones ya se apresura a proponer que sean enjuiciadas las autoridades que no cumplan las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Demasiada amargura y pesadez costará ese párrafo en alguna ley, pero será muy lamentable que ello no cambie la vida de las amenazadas con cárcel por aborto en Guanajuato, Veracruz, Guerrero e Hidalgo, donde sabemos hay este tipo de injusticias. Lamentable será que esta pirotecnia del viejo lobo de mar, Beltrones, sea sólo eso y no se haga justicia en todos los casos de clara y evidente violación a los derechos humanos, como lo han señalado las mismas instancias que han puesto los ojos en Alberta y Teresa. Ellas, sin embargo, han de saber en el tiempo lo significativo que será su arbitraria detención y su injusto juicio. Es una lección, sin duda, es también un paréntesis a tanta desgracia. Ojalá que la Procuraduría de Justicia de Querétaro retire su acusación, antes mejor que la niña de Teresa, de apenas un año, tenga que permanecer en esas catacumbas del CERESO, donde aprende a caminar y ha decir sus primeras palabras. Pero negarse a mantener en alto la denuncia de los casos ominosos que cubren al gobierno de Felipe Calderón; imaginar que se puede ocultar la estela de atrocidades, sería como renunciar a la memoria, al sentido de la vida y la decencia, por no hablar de ética y sentido común. Esperemos el final de esta historia. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo... | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Las cuentas del horror
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. Es terrible que se confunda el 8 de marzo con un día de consumo y felicitaciones banales. Que se repartan flores y se hagan celebraciones. A cien años de que se instituyó en Copenhague, Dinamarca, como Día Internacional de la Mujer Trabajadora es lamentable mirar las cuentas del horror y del atraso. Mientras se realizan una multitud confusa de actividades en torno a la “celebración”, en Tlaxcala se hacen preparativos para incluir en la Constitución local mecanismos que criminalizan el aborto y que llevará a las mujeres que escenifican un aborto espontáneo a ser acusadas de homicidio. Adicionalmente todo se me revela cuando leo que el fin de semana anterior al 8 de marzo, llegó como quemando la ropa e hiriendo el alma, la noticia de que dos jóvenes mujeres aparecieron decapitadas, con las manos amputadas, desnudas, tiradas en las márgenes del río Mexcalpa, en el municipio de Huimanguillo, en Tabasco, a unos 600 kilómetros de la capital del país. Y que la cuenta de las asesinadas en Ciudad Juárez crece inopinadamente. Que el miedo y el horror cunden en casas y entre familias en Reynosa, Tamaulipas, en la zona fronteriza, como resultado de la guerra contra el narcotráfico que lleva en 2010 más de 256 bajas. En 1910, en agosto, se habían reunido las mujeres llamadas por Clara Zetkin, desde Chicago a Copenhague para discutir sus derechos laborales y políticos con el objeto central de organizarse mundialmente ante el embate de la exclusión y la discriminación. Y fue en ese escenario teñido de la amenaza de la primera Guerra Mundial, cuando se pensó en realizar cada año una jornada de estudio y reflexión sobre la condición de las mujeres, agenda a la que se agregó inmediatamente la lucha por la paz, esa tan añorada, lejana al enfrentamiento cotidiano por el poder casi siempre entre hombres. Ahora sabemos que han pasado muchas décadas de lucha, muchos años de demandas y de cambios en la sociedad y en los estados, pero que ello no ha transformado sustancialmente la condición de dominación para la mayoría de las habitantes del mundo. A las noticias del horror, en esta semana de “encuentros celebratorios” se sumó el informe de la Comunidad Europea que plantea que los programas contra la pobreza emprendidos por los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón han resultado ineficaces, por lo que México se reafirma como uno de los países con la peor distribución de riqueza en el mundo. El informe -un memorándum de 5 páginas- divulgado por el portal de Proceso, informa que a pesar de que el gasto gubernamental en programas sociales destinados a aliviar la franja de población en extrema pobreza casi se ha duplicado en los últimos 20 años, el gasto significa un modesto porcentaje de 1.3% del Producto Interno Bruto, comparado con el 16% que representa todo el gasto en el sector social. No es difícil advertir que en la extrema pobreza se hallan mucho más mujeres que hombres, que está devastado el campo, que la migración deja a miles y miles de mujeres el encargo de atender plantaciones, cosechas y la economía de sus pueblos y comunidades. La falta de oportunidades de empleo en general, evidencia que aquellos deseos de reivindicar a las trabajadoras y organizarlas mundialmente en un polo político-socialista, en México no ha logrado casi nada. Naturalmente alrededor del 8 de marzo se harán las cuentas, pero en estos momentos todas son regresivas. A la falta de seguridad para su integridad – los homicidios, las violaciones- se suman los discursos vacíos y las promesas de igualdad que no llegan. Lo más grave es que continúa la escalada derechista para criminalizar el aborto, ahora se trata de Tlaxcala, ahí desde donde se sabe que operan las bandas de trata de jovencitas que llegan a la ciudad de México a ser prostituidas. Ahí, donde el lunar del atraso y la pobreza ofenden, ahí se busca controlar el cuerpo de las mujeres. Sabemos que no se ha reducido la cifra de homicidios en el marco del feminicidio como un sistema de exterminio callado y constante contra las mujeres. Y sabemos que las leyes son sólo de papel en un escenario de impunidad, no obstante se harán las cuentas de los tímidos avances, de mujeres que logran puestos en los congresos, de otras que se organizan para demandar igualdad y muchas más que se mueven en un lamentable espejismo. Formalmente, hace cien años que las mujeres organizadas han puesto en todas las esferas sus demandas. ¿Pero qué hacer frente a los horrores? Como esos asesinatos de las jóvenes en Huimanguillo y qué significa que la procuraduría General de Justicia (PGJ) de Tabasco haya capturado a Álvaro Montejo, alias “El Mara”, responsable confeso de haber violado y asesinado a la joven estudiante de 18 años, Edith Balladares Ramírez, porque se negó a tener relaciones sexuales con él. Es verdad, ella se negó y él la mató. No sabemos si al final, como sucede con frecuencia, el responsable, confeso, será liberado. Eso sucede cien años después de que las mujeres se levantaron para pedir derechos políticos. El cuerpo Edith Balladares, estudiante del Cecyte apareció el pasado 22 de febrero en un lote baldío de la colonia Carrizal de Villahermosa, capital de Tabasco. Fue estrangulada por El Mara, y violada inconsciente. ¿De qué se trata entonces la celebración? De levantarse y pedir que estos crímenes se detengan, urgentemente, tanto como las legislaciones que cercenan derechos adquiridos como el aborto legal; el derecho a votar y ser votada, siempre restringido; el derecho al trabajo, ahora una quimera, la urgencia de una buena vida, negada a las mujeres. No se trata de conmiseraciones ni de recordar la larga jornada que hacen día a día las mujeres, sino de pedir que cese la injusticia y la impunidad. Es una versión pesimista para un centenario del Día Internacional de la Mujer , pero no podemos ocultar que las movilizaciones del 8 de marzo se han vuelto a teñir de es rojo injusto, de corazones y vidas rotas. Finalmente, en Tabasco, Lorena Sánchez Martínez, directora del Consejo de Derechos Humanos, informó secamente que en los últimos cinco años la prensa ha reportado el asesinato de más de 140 mujeres, 29 de esos casos registrados en 2008. 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Las mujeres alimentan al mundo
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. En el mundo pobre existe una emergencia, se llama crisis alimentaria. Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) mil 20 millones de personas están mal nutridas en el mundo, es decir; una de cada 6 de todas las que habitan el planeta. Y pueden llegar a ser mil 500 millones en 2015 si no se hace algo y pronto. Esta crisis hace visible la pobreza rural, que representa el 75 por ciento de toda la pobreza del mundo y está íntimamente ligada a la depredación de los bienes del planeta que nos está cambiando el clima, las corrientes de los ríos y el calado de los vientos. Como nunca había sucedido, en febrero llueve en Barcelona y el frío hiela los huesos; nevó exageradamente en Berlín; la lluvia que afectó al Distrito Federal y a la zona conurbada de la ciudad de México son pruebas de este abuso que los humanos han hecho del planeta. Lo más grave es que todavía son principalmente las mujeres las que alimentan al mundo, son ellas las que aseguran que no falte el arroz en el sudeste asiático y ellas las que producen trigo y maíz en América, que proporciona hasta el 90 por ciento de los alimentos que consume la población empobrecida de las zonas rurales. En la África subsahariana las mujeres producen hasta el 80 por ciento de los alimentos básicos para el consumo familiar y su venta, ellas cultivan hasta 120 especies vegetales diferentes en los espacios libres junto a los cultivos comerciales de los hombres. Es decir, estos datos, de un libro que se llama Las Mujeres Alimentan el Mundo que editó una organización no gubernamental de Barcelona, llamada Entre Pueblos, revela que el agotamiento del planeta, que se viene, la falta de agua y todo lo que ello significa, pasará por arrasar la vida de millones de mujeres, ellas, mil 600 millones que en el mundo están produciendo alimentos. Lo más grave, según el artículo de Alex Gillamón, coordinador de esa organización, es que los alimentos son un negocio de empresas que están en todo el mundo haciendo de las suyas, controlando el mercado, los suelos, la agroalimentación, especulando con los granos y para no arriesgar sus ganancias, expulsan a los campesinos y a sus familias de las regiones ricas y productivas. El agua se acaba mientras que el número de víctimas del hambre es mayor que nunca. Leer esas cifras, en el contexto de testimonios de mujeres que se organizan por todo el mundo, en una red llamada Vía Campesina, me puso a pensar al menos dos veces en cuánto sabe la opinión pública de este asunto, cuánto se valora que sean las mujeres –muchas esposas de los que migran- quienes son las conservadoras de algunas tradiciones del cuidado del campo y guarda de semillas, quienes calladamente o haciendo alaraca, se oponen a los transgénicos y procuran, con su sabiduría, conservar amplias zonas del planeta. Es curioso, en el libro referido hay historias completas de cómo se organizan las mujeres en Guatemala, Colombia y México, narra la falta de tierra para las mujeres, de cómo las temporaleras carecen de seguridad social; sin embargo es un libro de esperanza al describir las estrategias para rescatar las tierras que ellas proponen; rescata las viejas sabidurías populares que permiten producir alimentos para pueblos enteros que hoy podrían desaparecer. Una estrategia que han llamado soberanía alimentaria. La publicación que podría estar disponible en la internet, es un ejemplo de cómo se elaboran propuestas desde la sociedad civil para salvarnos de las políticas que desde el poder se imponen para sólo acumular dinero y apoyar a los grandes capitales; un ejemplo de que a pesar de los perseguidos por defender su tierra, como Ignacio del Valle en Atenco, todavía hay voces que no se derrotan y acciones que se mantienen. Es así como las voces de las mujeres trascienden todas las fronteras y existen, en los lugares menos imaginados, testimonios de que la población resiste a quienes generan políticas de exterminio humano y demolición de las ideas. Esta organización no gubernamental, Entre Pueblos se dedica a reunir estas voces, no sólo en documentos o en un libro, sino que desde Cataluña, acompaña a estos grupos de hombres y mujeres que resisten los embates del capitalismo salvaje en muchos lugares del mundo, pero especialmente en América Latina. Habría que preguntarse, en todo caso, si quienes toman decisiones o despliegan propuestas para recomponer esta crisis, escuchan o no estas voces que se van extendiendo por todas partes, advirtiendo que ya no hay forma de salvar al mundo con un sistema que sólo piensa en el dinero y no en las personas; en el poder y no en la humanidad; en la acumulación material y no en el horizonte de la vida, que se encuentra en la riqueza de las voces, en las miradas y las creaciones artísticas, en la generosidad y no en el militarismo. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo... | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Votar por la liberación de las drogas
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. El asesinato de 16 jóvenes en Ciudad Juárez convoca a una revisión de la política anticrimen que dice ejercer el gobierno en funciones. Obliga a repensar y a discutir; a escuchar a la población, que en ese rincón de México junto a la frontera esta desesperada. Sería bueno que se empezara por reconocer que hasta ahora hay demasiada sangre regada en el país. Durante tres días escuché esta semana en la ciudad de Berlín, Alemania, a los defensores de Derechos Humanos, sacando fuerzas de su generosidad para pensar que frente al crimen cotidiano todavía se pueden hacer gestiones. Confían en la vía pacifica, en el diálogo. Aquí escuché a la diputada al congreso de la Unión Europea , Herta Daubler-Gmelin, explicando que Raúl Romeva hizo un escrupuloso informe sobre el feminicidio; que tiene un expediente enorme de los abusos en Ciudad Juárez y que es necesario pedir a la Unión Europea , en sus acuerdos con México, que exija el respeto a los derechos fundamentales. Vi a los agotados defensores y representantes de los conflictos, a Dolores González, directora de SERAPAZ, hacer sus mejores esfuerzos para explicar la desigualdad en México y el coraje de las y los indígenas por salir adelante. Vi cómo Yesica Sánchez se contenía para no romper en llanto cada vez que sacaba su lista de asesinadas en Oaxaca y quería hacerse escuchar por el auditorio sobre el significado de los cambios constitucionales que buscan terminar con el derecho al aborto legal. A pesar de un discurso que conducía a la desazón nadie pedía tirar al gobierno mexicano, derrumbarlo, desconocerlo. Porque en estos días, en este examen de México en Berlín, es claro que hay criminalización de la protesta de Campeche a Ciudad Juárez, de Guerrero a Veracruz, de la montaña a la planicie y mientras Ignacio del Valle deberá cumplir una sentencia de 112 años todavía no se castiga a ningún policía por los abusos a las 34 mujeres en Atenco; lo grave que ni hay presos o perseguidos por los crímenes de 36 más en Oaxaca, ni se sabe si algún día se encontrará a los militares que abusaron en 1994 de tres jóvenes tzeltales, ahí en Altamirano Chiapas. Y desde las organizaciones en Guerrero se espera que la Comisiòn Interamericana de Derechos Humanos resuelva sobre Inès y Valentina, abusadas por el ejèrcito desde 2001. Es claro que no es pareja la ley ni lo que llaman sistema de justicia. Y la violencia, dicen, tiene que ver con el narcotráfico, por eso argumentan que no saben distinguir. Por eso Felipe Calderón consideró que los jovencitos de la colonia Salvalcár, que celebraban un cumpleaños, eran una pandilla relacionada con el narcotráfico. Habría que diagnosticar a este individuo esquizofrenia, seria y dura o sea incapacidad para percibir la realidad y falta de coordinación ejecutiva. Calderón está en la mira. La Coordinadota Alemana por los Derechos Humanos en México con el apoyo de la Fundación Heirnrich Boll han tomado nota, vio películas, informes, ha contrastado éstos con los que llevó Rupert Knox de Amnistía Internacional, ubicado en Londres; escuchó a periodistas sobre cómo se persigue y se mantienen los monopolios televisivos, en fin que la reputación del que vive como presidente en la casa de Los Pinos en México ya no engaña a nadie. En estos días veremos que la terrible matanza cotidiana en Ciudad Juárez, la persecución a los defensores de Derechos Humanos y los ojos internacionales que no se van a apartar permiten que el problema vaya amainando. No es soportable por más tiempo. Y un consejo a las y los políticos sería muy conveniente quitar el negocio de las drogas, legalizarlas; ir a pedir cuentas del lavado de dinero a los bancos, no a los pobres; levantar un acuerdo internacional de la prohibición de la venta de armas. Una campaña internacional que quitara esos negocios es lo único que puede salvarnos, porque sin crimen el gobierno no podría justificar la persecución a la protesta social. A ver cómo puede hablar en foros internacionales de respeto a los derechos principales, a los 16 que garantiza la Constitución , esos que coinciden con los de la ONU. Esos , como se sabe, que todavía están en el pacto social de 1917 y de los que se olvida Calderón y esa su pandilla, esa sí es una pandilla. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo... | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
¿Para qué sirve la Política?
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. Esta semana se reanuda el trabajo en el Congreso de la Unión , las discusiones centrales son la Reforma Política propuesta por Felipe Calderón y el tema de incluir un texto sobre el Estado Laico y las alianzas para repartirse puestos en las elecciones en 14 entidades. A las puertas del Congreso mujeres de todo el país, el jueves 4 de febrero se manifestarán por la ominosa acción política de los diputados en18 entidades que durante 2009 se dedicaron a conspirar contra los derechos sexuales y el aborto legal. En algunos casos, legisladores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) votaron en contra de esa conspiración. Otros hicieron como que no veían ni oían nada, se hicieron locos, no fueron a votar y en otras circunstancias han coincidido sin recato con la derecha más conservadora. Muchos de estos representantes de dizque de la izquierda opinan y promueven estas reformas, cuyo último fin, es cegar el derecho a interrumpir un embarazo en todas las circunstancias. Como en el Chile pinochetista. Lo grave es que en la mayoría de los 18 estados donde se modificaron las constituciones, abultaron las cifras y votaron junto a representantes populares del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por eso creo que vivimos momentos tan inauditos como inexplicables. El colmo es que legisladores del Partido del Trabajo (PT) y de Convergencia, en el 90 por ciento de los casos, avalaron a los con priistas y panistas en esta andanada, ya preocupante. Ahora, como si se tratara de un engendro, los cínicos dirigentes de la izquierda a la extrema derecha en una acción política contraria a todas nuestras tradiciones, a toda nuestra historia, se van a aliar para gobernar. Da miedo. Se busca sólo el poder, el PRD aliado con el PAN en Oaxaca, o con el PRI en otros lugares según convenga. Dicen que para desenraizar cacicazgos y promover la alternancia. No tienen el más mínimo escrúpulo. ¿Eso que significa para los derechos de las mujeres? Yo creo que mayor retroceso, ante un silencio ofensivo de las bases y las dirigencias de los partidos políticos, que pelean en las élites por ampliar sus puestos, sus prebendas y sus intereses. Nada más, no tienen ni principios y sus programas son de papel. Mientras, amanecimos el 1 de febrero con el resumen funesto: enero 2010 el mes más violento de todos los que han transcurrido desde que Felipe Calderón se hizo del poder, este personaje al que van a reconocer como Presidente Constitucional los partidos que consideraron que hubo un fraude en 2006. Es muy clara la situación: la política partidaria, la de élites y conveniencias, no tiene el más mínimo respeto, consienten alegremente el retroceso. Avalan una política de muerte y opresión para las y los ciudadanos de este país. ¿Para qué sirve la política? Me interrogo. Para qué tanto tiempo perdido en “negociaciones”, como la que se hacen para que se archive la iniciativa del Congreso de Veracruz que quiere llevar las reformas que dan al feto derechos civiles, si al final se hará lo que convenga a sus intereses, a sus alianzas, para el reparto de gobernaturas, curules y presupuestos. Además, ninguna iniciativa que entre al Congreso se puede retirar y como no se revelan miles, los políticos se burlan y siguen adelante. Por ello es fundamental la movilización de las mujeres y sus aliados, contra la acción legislativa que a cien años del movimiento armado de 1910 simplemente borran de un plumazo las garantías constitucionales; avala la muerte de unas 500 mujeres al año que ante la falta de sus derechos recurren al aborto clandestino; diputados y diputadas que para cobrar sus salarios levantan el dedo y cambian las constituciones históricas en contra de todo principio y ética. Lo más grave es el silencio frente a la muerte. ¿No debieran trabajar en contra de esta guerra insultante? La que desató el régimen hace tres años y que apenas el fin de semana cobró la vida de 14 jóvenes en Ciudad Juárez. ¿De qué vida hablan, cuando hablan del derecho del feto, si no se inmutan ante estos horrores? ¿De qué negociaciones vergonzantes parten para avalar los asesinatos cotidianos? ¿Para qué sirve su política? Para aumentar la explotación, bajar los salarios, hacerse a un lado frente a la militarizació n de país ¿No debieran encargarse de estos asuntos y no de controlar el cuerpo de las mujeres? A la movilización del día 4 de febrero, porque hay mujeres encarceladas, presas de consciencia en Veracruz, Guanajuato, Hidalgo y Puebla, decenas perseguidas y procesadas en todo el país, debiéramos ir todas y todos. Abandonar la indiferencia ¿quién se ocupa de esta cultura de la muerte que nos invade? ¿De las y los jóvenes? De qué moral hablan los señores que dirigen el PT o de Convergencia, paleros deshonestos. ¿Qué defiende el Partido Nueva Alianza de la maestra Elba Esther Gordillo? A los priistas ya se les conoce, se bañan de sangre diariamente; de los panistas se sabe su conservadurismo y su doble moral, no nos llama la atención. Se erigen como verdugos. Pero esos, los que dicen estar con Andrés López Obrador, son claramente un peligro para las mujeres ¿Quién puede apoyarlos? ¿Quién? Para terminar me pregunto ¿levantaran su voz, se revelarán contra este último asesinato de 14 jóvenes en Ciudad Juárez? Donde estudiantes que se divertían en una fiesta en la colonia Villas de Salvárcar fueron masacrados inopinadamente. Yo creo que debemos considerarlos como legisladores por la muerte y contra la libertad, asociados omnipresentes con una jerarquía eclesiástica que encubre a pederastas, asociados a la desgracia y la estulticia. Ahí, en Villas de Salvácar las víctimas en su mayoría menores de edad, estudiantes de del CBTIS 128 y del Bachilleres 9 de Ciudad Juárez fueron acribillados sin piedad, dicen que por sicarios de algún grupo, muertos de la misma manera que se asesina a las mujeres en el aborto clandestino, en la misma forma en que se extermina con nuevos impuestos a la población; igual que son aplastados con políticas que reducen presupuestos de salud y educación. Hoy sabemos que los adolescentes no tienen futuro, porque no hay espacios en las escuelas preparatorias; mujeres, asesinadas por el miedo a la persecución; acribilladas por los militares y los policías en Sinaloa, Chihuahua, Chiapas, Guanajuato y otras entidades donde se erige el autoritarismo armado como signo de este gobierno. ¿Acaso no la política y la traída y llevada democracia debían servir para parar esto? No son los representantes populares a quienes les toca parar esta matanza indiscriminada, tremenda, peor que cualquier guerra. No, ahora se trata de análisis sesudos sobre la Reforma Política que no sirve para nada. Y lo más grave es que también se acribilla el pensamiento y todas las libertades. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo... | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Lujambio, un reyezuelo vs. Ninis
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. La primera vez que leí las cifras me quedé atónita: la mitad de las y los jóvenes de entre 15 y 18 años ni estudia ni trabaja. No tienen ninguna opción en un mercado de trabajo saturado. Las jóvenes abandonan la preparatoria en el primer año porque son ocupadas en tareas de apoyo económico en su casa o por razones de apoyo doméstico. Los muchachos la abandonan por esas razones y porque no les parece atractiva la escuela, dicen que no aprenden. El sistema de Educación Media en 2004 sólo atendía a la mitad, era evidente que necesitaba recursos, insumos, infraestructura. Las y los excluidos, rechazados, ahora denominados como los “ninis”, necesitaban ser urgentemente atendidos. Se descubrió que ese nivel educativo era un desastre absoluto: 18 subsistemas, 200 programas de estudio, escuelas patito, 240 mil profesores que nunca fueron capacitados para educar adolescentes, desde que se creó la Escuela Nacional Preparatoria. El discurso vacuo de que una nación pone sus esperanzas en la juventud se me hizo añicos con tamañas realidades, profusamente documentadas, demostradas, evidentes. Realidades más enfáticas que el curso de filosofía o los errores de historia. El tema es que los jóvenes no aprenden nada. El dinero se va al agua, gobiernos estatales y municipales no rinden cuentas. Un día obtuve, a través de quien sí sabe, miles de fotos, de edificaciones escolares lamentables, donde no funcionan los baños ni hay pupitres, menos espacios para laboratorios. En fin, un verdadero desastre, del que nunca se enteran las y los legisladores. Me dolió el alma, en estos años, en eso de ir viendo qué pasaba en la escuela, la antesala de ir a la universidad. Por las imágenes que se presentan en público, lo que difunde eso que se llama sistema judicial del país: ¿han visto el perfil de los sujetos de apresamientos del “crimen organizado”? Son caras y cuerpos de personas bien jóvenes. ¿El crimen nutrido por los ninis? Esos más de tres millones de jóvenes sin alternativas, presos de la guerra que desató el régimen en turno, muchos muertos entre los casi 14 mil ejecutados, destinos truncados, tal cual lenguaje de telenovela, porque a nadie le importan. Luego siguen los informes y las quejas. Jóvenes expuestos, perseguidos y asesinados como el hijo de Josefina Reyes -en Ciudad Juárez- que se suman a las denuncias de la entrada inopinada de los miembros del ejército a la Universidad Autónoma de Chihuahua; y los jóvenes que escenifican constantemente los “operativos” de “seguridad” y todos los que quedan varados por los apresamientos y ejecuciones de sus padres y madres. Con todo se emprendió una reforma para la Educación Media Superior, fundada en el diagnóstico. Por primera vez en 70 años los profesores serían capacitados; se propuso, firmó, discutió, un cambio en la currícula, la creación de un sistema nacional. Un dispositivo civil de padres, maestros y jóvenes para indagar sus expectativas. Ensayos de futuro. Y aunque no se conseguiría un cambio radical automático, la Reforma iba caminando y a la mejor hasta funcionaba. Hasta en el Distrito Federal el tema se empezaba a comprender seriamente, se quitaron obstáculos para desarrollar ese cambio. Pero la política de desastre en que vivimos de pronto cegó esta posibilidad. La salida del subsecretario, su equipo, sus planes y proyectos de la Secretaría de Educación Pública, dónde manda un nuevo tipo de reyezuelo, al menos pone en serio peligro este dispositivo que contendría la desazón juvenil. Miguel Székely, subsecretario de Educación Media Superior, fue eliminado. Su desgracia fue tomar en serio esta reforma, simplemente. Resultado de nuestras miserias, es también una víctima de los intereses que, como una telaraña, impiden acciones que molestan a quienes solamente andan buscando el poder, sin ética ni mirada de futuro. En esa subsecretaría se colocó a Miguel Ángel Martínez Espinosa, ex secretario de Educación en Jalisco, una pieza necesaria para los planes de Alonso Lujambio y, por supuesto, los objetivos sucesorios panistas. Es decir sólo y nada más la búsqueda del poder. Los jóvenes “futuro” de la nación, ¿a quién le importan? Y como si esto no fuera suficiente, ahora resulta que Mariana Gómez del Campo directora del Instituto Mexicano de la Juventud (INJUVE), además de funcionar como ariete del más opresivo conservadurismo, tiene coto privado. Sus parientes fuera de la ley ocupan puestos y hacen políticas para los jóvenes al mejor viejo estilo. Evidentemente, ello forma parte del desprecio a ese futuro que se estaba construyendo, sólo mencionado en discursos vacíos. Está bien claro. Seguro que un cambio profundo, lento, incomprendido, estorba al prian, esa alianza entre los priistas y los panistas, que necesitan becarios jóvenes para su política indigna y la política educativa, como vimos en las elecciones de 2006, es solamente un ariete en este universo de complicidades para el control de la población, votos asegurados y también carne de cañón en esta guerra frívola que estamos viviendo, donde educación, derechos humanos y futuro no están en el diccionario. 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Haití: La doctrina del Choque o Todas somos Haití
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. El domingo 17 de enero se instaló en la ciudad de Jimani, en la frontera de República Dominicana y Haití, un Campamento Internacional Feminista como un espacio de referencia, un puente de comunicación y de solidaridad feminista que garantice y asegure que la ayuda para las mujeres realmente llegue. En el campamento se ubicó una cabina de Radio Internacional Feminista y con la participación de las feministas dominicanas entre ellas Sergia Galván y Magaly Pineda, se mantendrá ese puente logístico para dar respuesta a las urgentes necesidades para las mujeres haitianas. Sabedoras de que Haití es el pueblo más pobre entre todos los pobres de América Latina y El Caribe, las redes de mujeres de la región se volcaron vía electrónica a manifestar sus preocupaciones, porque ahí se da una larga lucha para lograr los derechos de las mujeres, que viven la exclusión y la opresión femeninas más tremenda, en medio de la pobreza y el analfabetismo. Lo más grave es, como señaló el jueves 14 la analista Naomi Kein, en un programa de radio trasmitido por Amy Goodman (Democracy Now), es posible que ya existan actores que están sacando lucro de la tragedia. Autora del libro The Shock Doctrina (La doctrina del choque), Naomi sostiene que la política de los neoliberales es aprovechar las crisis como pretexto para imponer las políticas que no pueden impulsar bajo condiciones de estabilidad. Ella puso como ejemplo: “ precisamente en los períodos de crisis extremas, los pueblos están desesperados por recibir ayuda humanitaria de cualquier índole, todas formas de financiamiento y no se encuentran en una posición favorable para negociar los términos de esa ayuda”. ¿De que habla esta mujer? En su Web con el título de “Haití: detenerles antes que impongan el choque otra vez”, sostiene que la élite de la clase dominante norteamericana ya prepara políticas e ideologías instaladas por los gobiernos de turno, es decir, "en medio del sufrimiento, la crisis en Haití ofrece oportunidades a EEUU. Además de proporcionar ayuda humanitaria inmediata, la respuesta de EEUU ante el terremoto trágico ofrece la oportunidad para reestructurar el gobierno y economía haitianos, disfuncionales desde hace tiempo, además de mejorar la imagen de EEUU en esa región". Y recuerda que la Heritage Foundation respondió a los 13 días al huracán Katrina con 32 propuestas neoliberales para ayudar a los damnificados de aquel desastre. Sus propuestas para las víctimas de Nueva Orleans resultaron en el cierre de de las viviendas públicas, convertir la costa del Golfo de México en una zona franca y eliminar las leyes que obligaron a que los empresarios pagaran un salario mínimo a sus empleados. Entonces, tardaron trece días en formular esa recomendación en el caso de Katrina, pero no esperaron ni 24 horas en el caso de Haití. Y, ciertamente, cuando este texto esté circulando, por decisión de las Naciones Unidas se detuvo la búsqueda de víctimas bajo los escombros; 10 mil solados de los Estados Unidos, en una plataforma expresa llegaron para “poner orden” y las ayudas serán planificadas por ellos. De ahí la importancia del campamento ideado por las feministas latinoamericanas que durante 3 días, tras la visita de Sergia Galván al lugar de los hechos, ante el tremendo desastre, la falta de medicamentos, médicos y el peligro de una epidemia, harán un puente directo para que efectivamente las mujeres sean atendidas y consoladas, reciban alimentos, sobre todo las embarazadas, pero miles y miles de ancianas y niñas que en las imágenes de los medios se las ve. Del mismo modo la boliviana Ximena Machicao realiza trámites para que las feministas de Naciones Unidas, a través de sus oficinas, pongan ese puente de alcance de recursos y ayudas; de mensajes de solidaridad y probablemente, como segunda fase se puedan enviar a las experimentadas terapeutas que sostengan la crisis emocional que afectará a miles de mujeres, sus hijos y sus familias. En esta posibilidad internacional de las feministas en sus redes, la iniciativa Petateras ya está actuando. La recogida testimonial desde Radio Feminista y otras acciones que irán creciendo, con la imaginación y la creatividad. Unos 500 mensajes con propuestas se irán ordenando; ya hay cuentas bancarias civiles que organicen las ayudas precisas. El relato de Sergia Galván quien ha sido funcionaria de la política de género en República Dominicana y de la Colectiva de Salud es elocuente: Ella escribió el 15 de enero: “Regresé en la madrugada de hoy de Haití, todo lo que pueda contar es poco. El olor a cadáveres nubla la razón, los miles de cuerpos atrapados y llorando debajo de los escombros te hace sentir una migaja, las personas parecen mirar a otro mundo, sus ojos parecen relámpagos que huyen del horror. Vi caminantes, que van y vienen sin rumbo, deambulantes que cargan dolor y miseria, deambulantes que cargan sueños en ruinas, las mujeres caminan, caminan, caminan, es como si al caminar se liberaran de la tragedia. “Las calles están llenas de cadáveres en descomposición, ayer en la tarde decidieron, enterrar a sus muertos en fosas comunes, es probable que pidiendo perdón a sus dioses, diosas y ancestros, decidieran sobrevivir al terremoto de los olores y enterrar a los suyos en fosas comunes. “Han construido improvisados campamentos en cada espacio que la tragedia haya dejado libre, en plazas parques, calles, solares vacíos, aun en las poquísimas estructuras que quedan levantadas, la gente no entra, estar bajo algún techo genera temor, inseguridad, miedo, pues todavía la tierra sigue danzando, reacomodando sus placas, cerrando su ciclo. Todavía ayer no llegaba asistencia médica a los campamentos y en las calles las personas intentaban curar sus heridas y alargar la muerte mediante lo único que tenían a mano, la espera. “La deshidratación marcaba la piel, pues su único techo era el sol, por suerte la lluvia ha contenido sus lágrimas y a la caída del sol las personas podían tirarse a los suelos arropados con su dolor. “Las caras lánguidas por el hambre y la sed, mermaban las energías y mostraban un cuadro de tranquila agonía. “Amigas, el llanto debajo de los escombros y el llanto por las heridas, por los golpes, el llanto por la cuasi vida, es imposible borrarlo, es imposible dejar de escucharlo, hoy, en medio de reuniones he intentado poner oídos sordos a esos llantos, pero siguen ahí”. En Haití, Sergia Galván no localizó a sus amigas. “Fui a visitar sus oficinas, algunas estaban convertidas en polvo, otras semi destruidas y no encontré a ninguna. Una persona me informó que Ann Marie murió, lloré, lloré, lloré y seguí. “Amigas, en este momento la solidaridad es el único aliciente, la solidaridad es la única fuerza que logrará contener el silencio del dolor y hacer que nuestras hermanas sientan emoción de mirar el futuro” El campamento será un espacio colectivo. En la acción y el trabajo organizativo y logístico participan Colectiva Mujer y Salud y el Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF), desde República Dominicana. Es verdad, como dicen todas las que escriben en el ciberespacio estos días, las mujeres de Haití esperan una respuesta y nosotras tenemos una oportunidad para apoyar, colaborar y abrazar a nuestras hermanas. La advertencia de Naomi es también un asunto de la incumbencia de las solidaridades, no se trata de que Haití reciba préstamos sino que haya aportaciones económicas como solidaridades y no sean los bancos y los de siempre los beneficiados de la tragedia. Por lo demás como es la filosofía del grupo las Petateras, se dará seguimiento, se pedirán cuentas, se acudirá a los lugares donde están las mujeres haitianas, una vez que se haya atendido la emergencia. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo... | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Las Mujeres en 2010
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. 2010 es un año mítico. Los análisis van de la objetividad a la ficción. Es de todas maneras un año cabalístico por el bicentenario. Me pregunto si se consolidará, en el voto popular, la política conservadora y contra las mujeres. Me pregunto si en las elecciones en 13 entidades del país, el tema de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres será un factor de debate y de premio o castigo a los partidos que han mutilado derechos y si habrá algún entusiasmo para presentar candidaturas femeninas y feministas en las 10 gubernaturas en disputa, las 451 diputaciones locales y los mil 481 ayuntamientos. Lo cierto es que el entusiasmo por el avance de las mujeres está de color gris. Y el entorno de miedo, acoso, pérdida de capacidad adquisitiva y de empleo, pudieran disminuir las expectativas políticas para las mujeres, no para los partidos. En 2010, no esperamos una revuelta, para nada, a pesar de las predicciones. Continuará la violencia y nos llenaremos de discursos vacíos, usando sin entender ni reconocer la historia, esa que nos heredó el liberalismo y la política social. Lo interesante es que si habrá debate, amplia difusión y respuesta a lo acontecido en torno al derecho a interrumpir un embarazo, colocado en la agenda legislativa federal y que podría influir en los resultados electorales. Las elecciones de 2010 signadas por el poder y su distribución entre la clase política de características masculinas, aunque haya mujeres en el entorno son sin embargo paradigmáticas. No por lo que consideran como asunto principal “analistas” de diversos niveles, con pantallas televisivas lamentables, me refiero al peso que dan para las elecciones como factor que calificará al gobierno bajo sospecha de Felipe Calderón, por el contrario, estos procesos en prácticamente la mitad del país, mostrarán el poder priista y el espacio conservador en la sociedad. Lo cierto es que terminamos 2009 con 18 entidades en retrocesos respecto de la interrupción legal del embarazo, la amenaza de cercenar este derecho en el Distrito Federal parece creciente, los responsables son directamente los diputados locales y gobernadores al estilo del veracruzano Fidel Herrera, perdidos, jugando a fondo con la derecha en su expectativa hacia 2012, fecha de cambio presidencial. En 13 entidades del país se renovarán congresos y por tanto existe la oportunidad de castigar a los que han actuado en contra de las mujeres o “premiarlos” con la fuerza de la iglesia católica, el control del PRI y el conservadurismo, que tal vez, no podemos aceptar como el resultado funesto de nuestras luchas libertarias que se celebran desde este primero de enero. En 6 de esas 13 entidades se elegirán gobernadores, Poder que consintió el cambio constitucional como Veracruz, Oaxaca, Puebla, Durango, Sinaloa y Chihuahua, ahora sabremos si habrá premio o castigo. Si hay conciencia social sobre los derechos de las mujeres. En Baja California, Yucatán y Chiapas habrá renovación de diputados y ayuntamientos exclusivamente. La señora gobernadora de Yucatán, Yvonne Ortega, el 16 de mayo se pondrá a prueba, con toda la maquinaria electoral del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En pleno bicentenario, en el sitio donde se inauguró el feminismo organizado y potente en 1916. Ahí, en Yucatán, se legisló en 1922 el aborto legal por razones económicas; en esa entidad se distribuyó por primera vez información detallada sobre la anticoncepción; donde fue electa la primera diputada local y se consideró el bastión del feminismo de la Revolución Mexicana; es el mismo Yucatán donde se ha prohibido el aborto en todas sus formas y se amenaza y hostiga a las luchadoras por esas libertades. También habrá oportunidad de hacer cuentas con los gobiernos de Oaxaca, golpeada tan duramente por las decisiones gubernamentales; Zacatecas donde no hay cambio constitucional, pero en el que una mujer gobernadora y de izquierda –Amalia García- se puso a prueba constantemente y tuvo que sacrificar temas feministas de cara al golpeteo de la familia del senador Ricardo Monreal, otrora fundador de la idea de que las mujeres dejen los lugares a los hombres en las listas electorales. La mayor parte de las jornadas electorales serán el 4 de julio, pero antes de que termine el primer mes del 2010 ya habrá convocatorias, precampañas intensas, promesas y programas de gobierno esquemáticos. Chiapas y Tamaulipas celebran elecciones al final del año (octubre y noviembre), en el primero se podrían hacer cuentas sobre la violencia contra las mujeres, la forma tan grosera del cambio legal contra los derechos de las mujeres y en Tamaulipas el feminicidio y la pérdida de los empleos son grandes asuntos para las mujeres. La renovación de poderes en mil 481 ayuntamientos, más de la mitad del país, sería una oportunidad para las mujeres, el poder local es muy atractivo. Lo grave es que es ahí donde se anida el tema del atraso, donde no ha habido representación femenina más allá del 3 por ciento, donde las iglesias experimentan sus mejores artes de control y sus mejores oficios para obstaculizar el progreso, en los 570 ayuntamientos de Oaxaca o los más de 200 de Puebla, los muchísimos de Veracruz, adicionalmente, campea la pobreza y el abandono en todo sentido. La posibilidad de avance parece pequeña. No obstante si las mujeres consiguieran movilizarse en todos estos espacios de oportunidad, no para candidaturas sino con una estrategia de denuncia, de presión, de propaganda contra esos políticos que hay que señalar, si se hiciera una inmensa campaña de información, casa por casa, explicando al mal gobierno, las mujeres en 2010 podríamos dar un buen susto a los dueños de la vida y dineros de México, para hacer honor a las celebraciones centenarias de la Independencia y la Revolución. Veremos. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo... | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Muertas por el feminicidio: una paradoja
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. La cuenta del feminicidio en Ciudad Juárez es contundente: poco más de 745 mujeres fueron asesinadas entre 1993 y 2009. En un año más de 120, caídas en medio de la guerra interna que en México se lleva a civiles inopinadamente. Julia Monárrez, socióloga e investigadora me dio sus últimas cifras hace unos cuantos días y me contó cómo se tomó de la mano de Esther Chávez Cano, esa indomable mujer espigada, sensible, de mirada de águila, incansable, feminista que murió en esta navidad a los 72 años. Esther Chávez Cano es la mujer que empezó a contar a las asesinadas en la juarense frontera de la ignominia. A ella debemos que se haya corrido la cortina del silencio para hacer notar en el mundo la crueldad que ha cegado la vida a cientos de mujeres productivas, las mismas que un día tuvieron, como todas, un pedazo de alegría. Se fue Esher, 33 días después de que Irma Campos también muriera. Ambas dolidas por la vida, porfiadas luchadoras por la libertad de las mujeres. Ambas víctimas del feminicidio en Ciudad Juárez, murieron de cáncer esa temible enfermedad que va minando los tejidos de la vida, por razones no identificables todavía por la ciencia, sin atribución exacta, pero que siempre está ligada a la tristeza, a la fatiga que produce el dolor social. Esther tenía una voz definitiva. Compartí con ella un premio, el nacional llamado María Lavalle Urbina, en abril de 2002. Con Irma Campos fundó el Grupo 8 de Marzo en Chihuahua. Fue ella quien con las notas de la página roja de los diarios empezó a interrogarse qué había tras los asesinatos crueles contra las mujeres en Ciudad Juárez. La misma que empezó a anotar, en enormes legajos de hojas cuadriculadas los casos. La que dio la voz de alarma en nuestra realidad contemporánea. En 1993 narró su hallazgo, enseñó a la periodista Sonia del Valle, sus hojas de anotaciones que envió al Distrito Federal para que se supiera. Corrió, caminó, anduvo todas las oficinas públicas con su preocupación que se fue convirtiendo en el motivo de su vida. Así, durante más de 3 lustros, sin descanso. Monárrez relató cómo formó su base de datos, éstos de la ignominia y entre las tres -Julia, Esther e Irma- decidieron documentar caso por caso, hecho por hecho y luego el nombre fue brutal: feminicidio, asesinato a personas sólo por ser mujeres. Ningún homenaje –que Esther recibió varios- ningún reconocimiento al terrible continum de la estulticia, ninguna política, como las anunciadas en Juárez para parar el fenómeno; ninguna denuncia, nacional e internacional ha parado esos asesinatos que según Monárrez son sexuales, sistemáticos, donde operan el secuestro, la tortura, la desaparición forzada, la desazón de las familias, de las madres, de los habitantes norteños. Juárez, esa pequeña ciudad de un millón 500 mil habitantes, levantada sobre la explotación de las obreras maquiladoras, donde hoy cunde el miedo a los enfrentamientos cotidianos en cada esquina, en cada recodo del camino, en cada bar, en cada casa, en cada escuela, enfrentamiento entre policías y ladrones, se dijera, sin respetar a sus habitantes, hombres y mujeres. Ahí, en Juárez, mundialmente conocida como la ciudad de las cruces rosas, que ha sido señalada como el lugar donde el gobierno mexicano ya fue condenado por la Corte Interamericana de Justicia, que en 10 años ha sido recorrida por todos los organismos de Derechos Humanos del planeta, Esther e Irma dejaron sus mejores acciones, la experiencia de mirar al otro o a la otra, con profunda generosidad. Juárez ensangrentada por acontecimientos tan recientes como ocurrió el 30 de noviembre, en que Flor Alicia Gómez de 23 años muere a manos de “un hombre armado”, que nadie descubre. Esta chica, como cientos, sobrina de Alma Gómez, vocera del grupo de madres denudadas e impotentes llamada Justicia para Nuestras Hijas, su vida cegada precisamente unas horas después de haberse conocido la sentencia de la Corte. Y un día, Esther Chávez Cano, la herlada de las terribles noticias de cada uno de los asesinatos, me contó como se le desgarraba el alma, quizá la figura más elocuente de esta forma en que se ubica en el cuerpo el terrible mal, que abate los glóbulos blancos y destruye: el cáncer. La muerte de Esther, de Irma y de Flor Alicia son todos resultado de la impunidad y la no justicia, de la incapacidad institucional para hallar a los culpables, de la espesa selva negra que acaba con las vidas, del no se sabe quién o quiénes conspiran cotidianamente contra la alegría. No habría espacio para contar la vida de Esther, homenajeada, mujer que en palabras de la antropóloga feminista Marcela Lagarde cambió muchas vidas, porque “el encuentro con Esther ha implicado para tantas mujeres surgidas de no sabemos qué vidas lastimosas, la llegada de una vida libre de peligro, la experiencia del abrigo, el aprendizaje de otras formas de ser y relacionarse, el inicio de la cicatriz tras el daño, la pérdida del miedo, la rehechura de la vida, casi, diría yo, un renacimiento”, porque Esther creó la Casa Amiga , para las mujeres víctimas de violencia. Y era esa parte de la “paradoja… unos dañan sin la menor responsabilidad a las mujeres y son mujeres quienes se ocupan de remontar los estragos. Mujeres que frente a lo propio inventan mundos, pequeños territorios para acoger a quienes lo han perdido todo menos la vida”. Y la describió: “En ella la palabra lucha es breve no nos alcanza para decir las dimensiones de su quehacer cotidiano, complejo, contradictorio, lleno de miserias y de algunas lluvias refrescantes”. Nuestra querida Esther “transita por el mundo más miserable, tal vez por el horror que le provoca, por la rabia y por la más profunda de las tristezas cobra aliento e inventa ungüentos, alivia, sana y trastoca de a poquito nuestro mundo”. Sin duda, Esther Chávez Cano luchadora, irreverente, militante política, feminista, sabia, amiga, anunciadora, fue la pionera en luchar contra el feminicidio en todo el mundo, tanto como fundar el primer centro de la zona fronteriza para escuchar y orientar a las mujeres violentadas. Recibió en 2008 el Premio Nacional de Derechos Humanos otorgado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH); recibió un reconocimiento de la Red Todos los Derechos para Todas y Todos, en la sede de Naciones Unidas en el Distrito Federal. Nació en Ciudad Juárez. En 1982 denunció la vida maltrecha de las obreras de las empresas maquiladoras de exportación, fundó el Grupo 8 de Marzo y más tarde la Casa Amiga. Inspiró la denuncia, la investigación y el cuerpo legal contra el feminicidio. Está aquí, con nuestra historia, esa del bicentenario por la independencia y la libertad que despuntará en 2010. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo... | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Censo 2010, ocultaría a madres solteras, desocupados e indios
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. Estoy segura que la condición humana puede ser fatal para un proyecto, pero puede ser suicida para una nación. No sé que le pasaría de niño o de grande a Felipe Calderón y a su grupo, ya que además de la política sangrienta de este gobierno, ahora quieren borrar la información básica sobre quiénes somos, dónde estamos las y los mexicanos de hoy. La denuncia de que el Censo 2010 se ha mutilado en líneas sustantivas; que de 56 preguntas se ha pasado a 24 y que se le ha sustraído a este recuento, sobre la población y la vivienda, la recopilación de información fundamental es espeluznante. La decisión de menospreciar la información científica del censo revela la condición frívola de este grupo apoderado de la administración. Leí que algunos intelectuales del Colegio de México consideraron que Eduardo Sojo, titular del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), órgano encargado del Censo 2010, era considerado un hombre inteligente, no lo dudo, pero no tiene ética, algo muy importante en cuestiones de información y conocimiento. Lo más grave es que Sojo dijo que la falta de información se sustituirá con una encuesta, ¿se imaginan? e informó que el problema es el presupuesto. Lo que contrasta con la inversión millonaria para “ficharnos” en una nueva base de datos de identificación personal, que manejarán confidencialmente y para fines poco claros. El Censo permite preguntar en forma privada y con toda seriedad, de manera individual, en su casa a cada persona, lo que arroja conocer con detalle quiénes somos, cuántos, a qué nos dedicamos, si nos casamos y si profesamos alguna religión, es decir, mide la pluralidad y diversidad del país, pero también es de ahí donde se sabe el grado de progreso o deterioro socioeconómico. Me pregunto, con toda seriedad y profundidad, qué le pasaría a Felipe Calderón. De qué tamaño serán sus crisis y sus frustraciones. ¿Por qué ese odio cotidiano contra las y los mexicanos que no le rinden pleitesía o que no le creen; por qué tanto castigo, por qué esa obsesión de reconocimiento, esa necesidad de existir sin habérselo ganado? Como no existen explicaciones lógicas sobre muchas de las decisiones que toma el grupo gobernante, pienso en esto de la condición humana. No sería grave que una persona sea insegura, incapaz, tenga frustraciones y odios, ni siquiera esa envidia que anula amistades, amores o desarrollo personal, porque en todo caso alguien que no tiene sino una pequeña influencia en la empresa o la asociación civil que dirige, hace poco daño, a pesar de todo lo perversa que sea. Pero que un dirigente político, que maneja el presupuesto, decida de pronto que el Censo, único mecanismo de información pública, puede ser recortado, tratado con tal desprecio, sin preguntas fundamentales, retrasará en información 20 años las estadísticas en México. Para las mujeres es terrible. Un Censo como el que se quiere hacer nos dejará sin datos de las madres solteras, porque no se peguntará el estado civil; tampoco sabremos cuánto colaboran las mujeres a la economía, porque no se preguntará sobre su actividad y no podremos cruzar los datos entre práctica religiosa y aborto; no sabremos el tamaño de las comunidades indígenas ni sobre las lenguas que se hablan. No habrá información sobre la discapacidad ni sobre las características del lugar donde se vive. Es más, el daño es al gobierno en sí mismo que no tendrá un instrumento para planear y vislumbrar caminos de solución. La investigación sociológica se irá a pique. Esto es un golpe a la inteligencia. La demógrafa Luz María Valdez, ex secretaria del Consejo Nacional de Población, informó que se maneja como secreto de Estado la planeación del Censo y las preguntas finales; quizá por ello Carlos Echavarri, presidente de la Asociación Mexicana de Demógrafos ha pedido que no se haga ahora, sino dentro de un año, para que no se ponga en riesgo información que se recopila desde 1900 y tiene una historia fundamental para poder hacer comparaciones. Alguien como Sergio Aguayo, gritando un poco en el desierto, dijo que se pueden tener sospechas lógicas. Hace 10 años el Censo reflejó el país que recibió el Partido Acción Nacional, el retrato socioeconómico de ahora, probablemente ratificaría lo que todas y todos sabemos: que vamos para atrás. Y es eso lo que quiere Calderón y sus secuaces ocultar, al menos en la estadística oficial, pero con ello se llevaría entre los pies una de las instituciones que tenían credibilidad: el INEGI. Sin datos socioeconómicos, la pobreza, la marginación, la migración y el movimiento territorial serían totalmente manipulados. Ese es el tamaño del problema. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo... | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
A tres años de Calderón... Una vergüenza la Política de Género
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. La administración bajo sospecha y sin legitimidad de Felipe Calderón, tres años después de su impostura arroja cuentas lamentables respecto de la llamada política a favor de las mujeres. En estos tres años, no sólo no hay política sino que se vive un retroceso funesto concentrado y demostrable: menos presupuesto para las acciones previstas en la ley; regresión y desempleo, un sostenido aumento de la violencia contra las mujeres; impunidad y lo más grave: un ataque frontal contra la tradición despenalizadora del aborto. Esta situación es reconocida y condenada, como se dice, por propios y extraños; a la condena internacional por la falta de medidas que limiten la violencia contra las mujeres, hoy se suman la crítica a la batalla contra los derechos de las mujeres en todo el territorio nacional. La alianza retrograda de los hombres y las mujeres que están en el poder, ha empezado a dar sus infaustos frutos: muertas y asesinadas sin justicia, desempleadas a favor del triple play –las electricistas-, perseguidas políticas en Puebla y Oaxaca; desaparecidas en Coahuila; atacadas en Chiapas; cercenadas en su libre expresión, luchadoras sociales y civiles, periodistas y defensoras de derechos humanos; cientos violadas en su tránsito a la emigración norteña. Leyes no aplicables. Refugios para violentadas sin presupuesto. Designaciones en la Comisión Nacional de Derechos Humanos pactadas contra la libertad y un subprocurador, Arturo Chávez, condenado por los organismos sociales e internacionales, pero ratificado por la alianza criminal PRI-PAN. Calderón y sus aliados, muchísimos del PRI, en estos tres años han dado al traste con los “avances” que el movimiento de mujeres construyó durante más de 30 años. Ahora ser mujer es ser botín de guerra, empleadas en total precariedad y presas de un discurso filosófico del siglo XVIII, que engaña y confunde a la población. La cuenta regresiva de un sistema y muchos gobiernos misóginos es tan abultada que no alcanza ningún espacio para el relato. Tal vez por eso es urgente una respuesta política. Entre el 5 y 6 de diciembre las mujeres, afectadas y preocupadas, realizarán un Foro Nacional para reflexionar de fondo y no con pequeñas acciones, qué significa esta política, que al menos ha llevado a 20 mujeres a la cárcel en Guanajuato, por interrumpir su embrazo. Buscará una respuesta el ataque frontal contra la interrupción legal del embarazo, que hoy encabeza Fidel Herrera Beltrán desde el gobierno de Veracruz, él un antiguo jilguero priista, implicado en el caso de abuso infantil denunciado por la periodista Lydia Cacho. Herrera se ha constituido en el promotor de un cambio en el Constitución General de la República para incluir la vida jurídica del feto, tal cual lo establece la Iglesia Católica. ¿De qué se trata? Herrera proviene de un partido que heredó las bases del laicismo y el liberalismo mexicanos; es un ejemplar que contraviene la historia en que fue creado. Es evidentemente una pieza acomodada en los más terribles acuerdos electoreros de lo más nefasto del antiguo partido de Estado que está presto a asaltar el poder. La iniciativa de este ejemplar entró la semana anterior a la Cámara de Diputados, con la intención de derrotar los avances, esos sí avances en el Distrito Federal, una isla de libertad donde se consiguió la despenalización del aborto, 30 años después. Mientras eso sucede, no ha habido ningún partido de izquierda que le haga frente y las débiles fuerzas del movimiento de mujeres han iniciado un proceso de reorganización, que según la diputada Teresa Inchaústegui, pudiera significar el despertar de muchas mujeres con o sin leyes y acuerdos nacionales e internacionales. Un grupo llamado Feministas Socialistas logró convocar a mujeres de todo el país, no para discutir el cabildeo con las autoridades, que no oyen ni ven nada, ni para apalancar programas que no sirven a las mujeres, sino para ponerse al frente de una batalla de futuro incierto. Se trata de recuperar la ética feminista y la real defensa de las mujeres. Aunque ello signifique volver a empezar, como si estuviéramos en la época de la Revolución Mexicana, en que los comités feministas se opusieron a la dictadura de Porfirio Díaz y relevaron la trascendencia de crear una nación justa e igualitaria. Es así como estamos. Muchas personas no saben que este año 2009, se festejan los 30 años de la Convención contra todas las formas de discriminación a la Mujer (CEDAW), que México ratificó en 1981 y que sigue siendo una utopía; muchas personas no saben que México signó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, que ambas son ley suprema que están violando, como recoció hasta el secretario de gobernación de Felipe Calderón y la defendió la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, dos instancias de papel, a la luz de la realidad. De todos modos hay que remarcar, insistir, que la legalidad en México es una quimera, que tratándose de la mitad de la población este gobierno que nos dará cifras, discursos y mentiras al llegar los tres años, es responsable de que el país se siga llenando de cruces el territorio, en recuerdo de las asesinadas y que los gobiernos, mayoría priistas, han condenado a las mujeres al miedo y la cárcel. Todas cosas que no son menores y revelan el carácter misógino y retrogrado de esta administración federal, en manos de un grupo espurio y machista. Así están las cosas. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo... |
Es Igualdad no equidad lo que garantiza la CEDAW
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. El viernes 18 de diciembre la Convención contra todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), adoptada por 185 países que sesionan en la ONU, cumplió 30 años. Las mujeres, no obstante, siguen discriminadas y oprimidas en cuestiones fundamentales como la libertad y los derechos humanos. Son botín de guerra, carecen de ciudadanía completa y viven los escenarios más descarnados de violencia, sometimiento y esclavitud. Su cuerpo está controlado. En América Latina –la región más desigual del planeta- según la abogada costarricense Alda Facio, se yergue sobre las mujeres una conspiración conservadora que está dando al traste con los tímidos avances y lo más grave es que el movimiento feminista adoptó la política de equidad, acríticamente, sin darse cuenta que contravenía lo fundamental de la CEDAW que fue creada para garantizar la igualdad. Mientras en nombre de la Convención se ha impulsado a las mujeres, sistemática y crecientemente a los lugares de la política, donde se toman las decisiones, la gran pregunta que hoy se hicieron un puñado de expertas reunidas en Buenos Aires, Argentina, es si ello ha servido para garantizar los derechos sexuales y reproductivos. Para las mexicanas la prueba negativa y tremenda está en el aval que Beatriz Paredes, un ejemplo de mujer “feminista” en el poder, ha convalidado con su silencio que esos derechos estén en la picota y devastados. Paredes quiere ser candidata a la presidencia y ya no halla la forma de justificarse. Los 30 años de la CEDAW, un aniversario señero, servirá para examinar qué tanto las sociedades del mundo entero conocen y reconocen a esta convención definida por la brasileña Silvia Pimentel como una Carta Magna de los Derechos Humanos de las mujeres y si existe en alguna parte voluntad política para acabar con la desigualdad real, cotidiana, definitiva, entre hombres y mujeres. Para Gladys Acosta, directora para América Latina del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), promotora entusiasta de la reunión de Buenos Aires, afirma que la CEDAW se propuso, hace 3 décadas, conseguir la igualdad entre hombres y mujeres, “ese derecho es una deuda pendiente, que ya no tiene moratoria”. Es evidente para esta funcionaria de Naciones Unidas, que esa igualdad debe cristalizase en hechos, porque la “igualdad es un concepto real y concreto, es un derecho. Y las mujeres del mundo no pueden esperar más”. La evaluación del mandato de la CEDAW que en países como México y muchos otros es ley suprema, pondrá en evidencia que los gobiernos no cumplieron y con ello el atraso democrático, de justicia y reconocimiento a las mujeres. En ese examen los hechos, las cifras, las experiencias de las mujeres van a salir a flote. ¿Quién pretenderá engañarnos? Lo más grave es que muchísimas personas, como ya he escrito, no conocen el contenido y alcances de la Convención, pareciera secretamente guardada por el funcionariado de los Institutos de las Mujeres, a tal grado que ha sido difundida con timidez y es defendida por el movimiento feminista sin profundidad, menudean sus ediciones en todos los idiomas y en miles de carteles o cuadernillos, pero no se le promueve realmente. Surgió en 1979, cuatro años después de la Primera Conferencia Internacional de la Mujer, fue el resultado de 30 años de trabajo de diagnóstico que hizo la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, impulsada, entre otros países por México, -tremenda paradoja- y eso significa que la Convención era resultado de evidencias intachables. Aun cuando México formó parte de esa Comisión, contradictoriamente fue el último país en crear un mecanismo para hacerla efectiva, es decir, nuestro país fue el último en América Latina en crear el Instituto nacional y, al mismo tiempo en 1974, puso en la Constitución la igualdad entre hombres y mujeres. Pero nada más, quedaron y siguen quedando grandes vacíos y lagunas legales, en la práctica se admite la desigualdad y se soslaya con indiferencia la discriminació n. He presenciado cómo funcionarios y funcionarias de todos los niveles y todas las clases, todavía 60 años después del nacimiento de la Carta Universal de los Derechos Humanos se preguntan si no será excesivo que las mujeres reclamen derechos de jure y de facto, que ya son reconocidos en todas las leyes y en todos los discursos. Hay quienes todavía piensan que esos reclamos, que Gladys Acota dice que no pueden esperar, son producto de influencias extranjeras o caprichos de hembras que se han salido de su papel principal: el de madres y esposas. La esperanza, en todo caso, como dicen las expertas, es que con motivo del 30 aniversario de la CEDAW se pueda concienciar a los gobiernos, hasta ahora, tremendamente contradictorios y muy preocupante que con frecuencia sean omisos. Justo ahora cuando en México estamos muy preocupados por la seguridad, cuando no cesan los asesinatos de mujeres en todo el territorio, cuando se llenan las bocas de los intelectuales en busca de una izquierda responsable, es cuando habría que examinar si han conectado en sus cerebros que eso no puede examinarse, sin considerar que la mitad de la población vive discriminada. Me pregunto si puede hablarse de democracia echando por tierra la división entre el Estado y la Iglesia, si los diputados y diputadas de 18 entidades del país pueden sencillamente echar por tierra el derecho a interrumpir un embarazo, si es de admitirse avanzar en los procesos electorales, cuando se niega la libertad a la mitad de las votantes; si se puede hablar de recuperación económica, cuando la mitad de la fuerza de trabajo es vejada y obligada a jornadas laborales de 18 horas, porque se las obliga, real y simbólicamente a ser las únicas responsables de su prole. En fin, los Estados estarán examinados y reprobados, como las chicas y los chicos a los que la prueba Pisa los ha descalificado por no saber leer y escribir correctamente. Ahora se entiende porque no se ha leído y entendido la Convención contra todas las Formas de Discriminació n contra la Mujer, que alegremente nuestros gobiernos firmaron y se comprometieron a cumplir. Esto es claramente, como diría una amiga querida, una rémora del sistema educativo nacional. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo... |
Pacto por la Vida, Libertad y por los Derechos de las Mujeres
Por Sara Lovera Periodista desde hace 40 años, fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC(CIMAC), fue directora del suplemento Doble Jornada, y actualmente es corresponsal de Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y del Caribe(SEMlac) en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; conduce y codirige Mujeres en Movimiento y participa en la Mesa Periodistas de Capital 21, el canal por internet de la Ciudad de México. Es editorialista de Antena Radio, Mujeres Net, Cuadernos Feministas, y Proceso digital. En 2005 fue nominada al Premio Nobel de la Paz. “Tendrán que entender que nuestros cuerpos nos pertenecen a nosotras y a nadie más…nuestros cuerpos tienen cabezas, y éstas, también, nos pertenecen solamente a nosotras… Amazonas de la Libertad 1961 Mujeres de organizaciones civiles y sociales, agrupadas en nuevos espacios de radicalidad y principios finalmente reunidas signaron un pacto para hacerle frente a la ofensiva que se ha lanzado para abolir todos los derechos que están inscritos en constituciones, leyes, acuerdos internacionales y supuestas políticas públicas. Fue como un grito estructurado y racional. Establecieron un plan de trabajo, con acciones planificadas. No se pidió la unidad a toda costa que me remite a los viejos planteamientos frentistas de la anquilosada izquierda mexicana, sino la conjunción por hacer vigentes los derechos humanos. No. Eran feministas. Se reunieron el 5 y 6 de diciembre. Y todos los jueves a partir del 10 de diciembre harán paradas en congresos y plazas del país para denunciar que en los congresos locales, en las capitales de la República y en los oscuros pasillos del poder se planea retroceder, quitarnos el aborto legal, ese que se inscribió en nuestras leyes en los años 20. El Pacto por la Vida, Libertad y por los Derechos de las Mujeres fue signado por mujeres de 19 estados del país y del Distrito Federal. Un aspecto central es solicitar que se sanciones a México por violar la Carta Universal de los Derechos Humanos y por lo tanto ser juzgado ante el Tribunal Internacional de Viena. Y es que en México las mujeres que acuden al aborto clandestino arriesgan su vida y frecuentemente viven con secuelas de salud lamentables. Pero no sólo eso, sino que la andanada contra la posibilidad de mantener el derecho de interrumpir un embarazo producto de una violación, significa enviar un mensaje de sometimiento que atenta contra eso que las Amazonas de la Libertad, en los Estados Unidos reclamaron a sus compañeros del movimiento de la negritud, contra su inteligencia y su capacidad responsable de tomar decisiones sobre sí mismas. Y este es en el fondo el problema principal. Los señores, muchas señoras legisladoras y gobernadoras han confirmado que tienen la convicción de que las mujeres deben volver a la esclavitud. Palabras fuertes surgidas en el Foro Nacional por el Derecho a Decidir de las Mujeres, convocado por el Grupo Feministas Socialistas, y en donde, se pusieron de acuerdo y abandonaron las peleas locales o localizadas. Ir más allá de las gestiones jurídico-legales, aunque éstas se conserven; ir más allá de la denuncia aislada o las movilizaciones estatales. Porque ahora será necesario ir a toda la población y explicarle que tener un derecho no obliga a nadie a abortar, porque nadie promueve el aborto, pero cuando éste es necesario y urgente, debe ser protegido por el Estado, garantizando así la vida de las mujeres. En el Foro, donde estaban jóvenes y antiguas feministas, también se habló de que la derecha más conservadora, a la que se ha unido el PRI, tendría que ser derrotada, ahí donde más duele: se hará la petición para que el PRI sea expulsado de la Internacional Socialista, por contravenir todos sus principios, esos que hablan de la igualdad entre hombres y mujeres, de la convención contra la discriminación, de la urgencia de profundizar la democracia. Las mujeres decidieron también hacer un marcaje personal a las y los diputados que han votado por abolir el derecho de las mujeres a interrumpir un embarazo cuando peligra la vida de la madre, cuando ésta ha sido obligada a una inseminación artificial y cuando la llegada de otro hijo pone en crisis la situación económica de una familia. Todas cuestiones zanjadas en los códigos penales que se quieren borrar inopinadamente. Y también, porque esa es una aspiración humana, reconocer que hay mujeres que no quieren un hijo y que ante la falla de un anticonceptivo, quedan preñadas contra su voluntad. Ellas deben tener el derecho a decir que no y a abortar. Es decir el derecho a legalizar totalmente, la interrupción del embarazo. Y eso, tan sencillo, tan elemental, tan relacionado con las decisiones personales no puede todavía ser entendido. El Pacto es para actuar políticamente en todo el país en forma coordinada y sistemática. Arribar ahí puede significar la reorganización de las mujeres en todo el país y no convalidar las componendas entre quienes dirigen este país. Lo más urgente es liberar de la cárcel a un grupo inmenso de mujeres que están procedas, que purgan penas por homicidios –como en Guanajuato, Veracruz e Hidalgo-, a las que tienen miedo de convertirse en presas de conciencia, presas políticas. A las que son perseguidas, porque las hay y no hemos tomado conciencia de ello. Una cuestión interesante del pacto es que se llamará a todas aquellas organizaciones que estén dispuestas a acompañar la demanda de las mujeres. Sindicatos, organizaciones campesinas, agrupaciones políticas, líderes de opinión, todas y todos quienes deseen sumarse a esta cruzada ciudadana. Es probable que el Congreso de la República intente modificar la Constitución General, no sólo por las iniciativas panistas, sino porque ha llegado la petición del Congreso de Veracruz, y los priistas que quieren volver al poder, están prestos a someter a la mitad de la población. Con ello el PRI se quita a careta, suma a su programa de criminalización general contra las y los mexicanos, a todas las mujeres que ejercen su derecho a decidir, los del antiguo Partido de Estado que ya nos han sumido en la peor de todas las crisis política y social de nuestra historia. Sería el colmo que continuara el silencio, ese al que en el foro se refirió Adriana Luna Parra. En ello los medios de comunicación son una palanca fundamental. Las convocantes, Feministas Socialistas me dijeron que esto es un paso adelante. Por supuesto que será necesario cumplir el pacto. Pronto aparecerán, si es así, las listas con nombres y apellidos de quienes han firmado por abolir nuestros derechos; aparecerán las contradicciones entre lo que se firma en convenciones y lo que se hace. Pero lo más importante, si se cumple el pacto, es que las mujeres del país se enteren de lo que hoy se hace en su contra, y se levantan sin miedo a reclamar y poner un muro infranqueable que evite ser avasalladas, una vez más. Veremos. Etiquetas: Palabra de Antígona de Sara Lovera » Lee el texto completo...
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