Artículos y Ensayos |
De los peligros del amor romántico y las políticas de género
⇒ Publicado en Marzo 2009
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Por Enrique Jimeno Fernández Cardedue
Profesor, con interés en el estudio de la evolución de las identidades masculina. Barcelona, España.
En un reciente artículo de Marta Selva, presidenta de l'Institut Catala de les Dones, titulado Desaprender la violencia[1], la autora daba cuenta del esfuerzo institucional que se está realizando por 'desarticular los mecanismos implicados en el concepto del amor romántico', al parecer una creación cultural extraordinariamente peligrosa, porque favorece las relaciones abusivas y la violencia de los hombres sobre las mujeres con sus mensajes de entrega total por un lado (la mujer) y de dominio por el otro (el hombre).
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25 años del PIEM
⇒ Publicado en Noviembre 2008
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Por Elvira Hernández Carballido
Doctora en Ciencias Políticas y Sociales con orientación en Comunicación. Profesora investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, fue jurado en el Premio Nacional de Periodismo 2007.
Elena Urrutia, pionera del feminismo nacional, fundó en 1983 el Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer (PIEM) en El Colegio de México, una de las instituciones académicas más importantes de América Latina. Por primera vez en el país, se abría un espacio para el estudio e investigación sobre las mujeres. De acuerdo con Luz Elena Gutiérrez de Velasco, que fue coordinadora del programa, 'desde una posición teórica influida más por el ámbito feminista cultural anglosajón, se adoptó, como punto de partida, la urgencia de generar y acumular conocimientos sobre las mujeres en México, con el convencimiento de que, a medida que se avanza en los procesos de investigación, se pondría a prueba también la flexibilidad de ciertas categorías, surgidas en espacios geográficos , económicos, sociales y culturales diversos al nuestro en cuanto a grados de modernización y de conciencia de género'.
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Más de tres décadas de los Estudios de Género en América Latina
⇒ Publicado en Junio 2008
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Por Teresita de Barbieri
Profesora-investigadora con 31 años de carrera en la UNAM, con Maestría en Sociología por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, en Santiago de Chile, ha enfocado sus investigaciones a la vida cotidiana, el movimiento feminista latinoamericano, el laicismo, la salud reproductiva, y la población y el desarrollo. Se ha desempeñado como consultora en organismos internacionales como CEPAL, OIT Y UNICEF. Fundadora de la Red Nacional de Periodistas, recibió el reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz otorgado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por su contribución, de manera sobresaliente, al cumplimiento de los altos fines universitarios.
Muchas diferencias existen entre el feminismo sufragista, también llamado primera ola del feminismo (1840-1920) y el de la segunda, que surgió en los años sesenta del siglo XX. No era para menos. Emergieron y se desarrollaron en contextos que habían atravesado procesos sociales, políticos, económicos y culturales muy distintos. Y como es obvio, el segundo nació y creció sobre las bases avanzadas en la primera ola: los derechos políticos, civiles y laborales, los servicios proporcionados por la seguridad social, la expansión educativa y el acceso de importantes contingentes de mujeres a los estudios universitarios y las carreras académicas, entre otras diferencias significativas. No obstante los cambios en el estatuto jurídico, hacia mediados de la década de los sesenta las mujeres comenzaron a externar diversos malestares por las limitaciones en el ejercicio de las libertades, comprendiendo que la igualdad proclamada en las leyes, las constituciones y los acuerdos internacionales estaban lejos de conformar sus vidas cotidianas. Los movimientos feministas resurgidos primero en Europa y los Estados Unidos y luego, con mayor o menor intensidad, en los distintos países del mundo hicieron público esos malestares, los nombraron y exigieron soluciones a los estados, las instituciones y las respectivas sociedades, a sus cónyuges y compañeros, a los varones y por qué no, también a las mujeres, ellas mismas y las otras.
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