“Tenemos que hablar”: menstruación informada, segura y digna
Foto: Elsa Lever M./MujeresNet
Por Gabriela Martínez Martínez
Sin duda alguna es indispensable tanto para las niñas como para los niños, conocer y entender que todas aquellas mujeres cercanas o que se encuentran en su entorno, en cualquier momento tendrán algún cambio, que a todas les llegará su ciclo menstrual y que es un proceso normal y natural.
¿Qué tan difícil puede llegar a ser una charla sobre los cambios que va teniendo el ser humano con su cuerpo? o ¿hablar con algún familiar que está pasando por una etapa tal vez “rara” o la más difícil de su vida, y que ya hemos pasado por ella?
Sí, muchas ocasiones resulta difícil esa “plática”, aun cuando recordemos que también tuvimos aquella edad en la que te sucedían cambios en el cuerpo y te preguntabas qué, cómo, cuándo, qué sí, qué no; incluso estando conscientes que mientras pasábamos por esas etapas nos hubiese gustado que nuestro padre o madre, amistades o algún familiar tuviera esa capacidad de comunicación para lograr que habláramos naturalmente, sin miedo al regaño.
Sin duda alguna es indispensable tanto para las niñas como para los niños, conocer y entender que todas aquellas mujeres cercanas o que se encuentran en su entorno, en cualquier momento tendrán algún cambio, que a todas les llegará su ciclo menstrual y que es un proceso normal y natural.
Pero aún más importante es que este texto llegue a aquellas personas que siguen con miedo a hablar de este y otros temas con las niñas y adolescentes, ya sean sus hijas, alguna familiar o conocida.
Todas las mujeres pasamos por lo mismo, no debemos tratar nuestra menstruación como un tabú. MujeresNet realizó, con motivo del Día de la Niña y el Niño, un sondeo sobre lo que sucede con las nuevas generaciones, sobre cómo en el siglo XXI las adolescentes viven su primera menstruación.
Ellas hablan
Johana Almonte es una joven de 17 años con varias dudas sobre los procesos en su cuerpo, pero ha buscado informarse. Ella está consciente de que hablar con otras chicas de estos temas estaría bien, pero afirma que debe informarse primero para poder ayudar a otras personas. Menciona que existe muy poca información en su entorno, ya que todavía ven estos temas como algo malo y en las escuelas que ha cursado es muy poca la información que les proporcionan. Para ella las experiencias que tuvo con su primera menstruación no fueron muy gratas, pues fue un periodo que le conllevó varios cambios de humor, de comportamiento, se modificaba su estado de ánimo y afirma que “no es una etapa bonita” porque estuvo muy incómoda de andar por la calle con el miedo de mancharse o que se le notara la toalla femenina. Ahora que ya pasó por eso y sabe que al igual que ella todas lo harán tarde o temprano, Johana quiere decirles que “no tengan miedo, que se expresen completamente, que estén seguras de ellas mismas al hablar de eso, que pregunten sin miedo, que lo tomen como algo cien por ciento natural” y que si llegan a ver a una mujer por la calle o en algún lugar con algún incidente, ya sea que esté manchada o que esté preocupada por no llevar toalla sanitaria, o noten falta de información de lo que le está sucediendo, “debemos ser solidarias y apoyarnos entre todas”.
Aimara Martínez acaba de cumplir 18 años, ella nos comenta que desde muy pequeña se ha diferenciado porque siempre le ha gustado preguntar el por qué suceden las cosas. En su entorno familiar le tratan de explicar sus dudas. Su primera experiencia menstrual le sucedió cuando se encontraba en la escuela y cursaba el quinto año de primaria; ella dice que fue a los sanitarios porque sentía algo extraño en su ropa interior, al momento de observar dice que tenía temor de haberse orinado pero vio sangre, no sintió miedo al respecto pero sí a que se traspasara a su uniforme, y lo único que hizo fue salir de los sanitarios y se lo comentó a su profesora.
Al preguntarle MujeresNet sobre su reacción, ella contestó que su familia ya le había dicho que en cualquier momento de su vida podía suceder, además ya había visto que a su hermana y su mamá les sucedía y ya era algo normal para ella. Aimara afirma que este tema se podría hablar más abiertamente con sus compañeros o amigos porque es muy interesante escuchar a otras personas, conocer sus experiencias, además de obtener otras perspectivas.
La regla es un acontecimiento que te va a acompañar durante muchos años y por ello debes aprender a conocerla. No se trata de una enfermedad, por el contrario, menstruar quiere decir que estás sana y que tu cuerpo se ha desarrollado normalmente.
Emily Ávila es una adolescente que cursa su último año de secundaria con una edad de apenas 15 años, pero ya tiene muy claro que hablar de la menstruación es súper importante para las mujeres, pues la llegada del periodo indica que están sanas y que implica tener una higiene más específica. Sin embargo, su primera experiencia no fue nada agradable, pues menciona que al darse cuenta lloró porque sabía que estaba por pasar a su siguiente etapa, dejaría de ser una niña, y a la primera persona que le contó lo que le había sucedido fue a su hermana mayor, quien la abrazó y le explicó que era algo normal.
Hablar sobre menstruación va más allá de conocer productos para la higiene(…) hablar sobre menstruación ‘es generar condiciones para que niñas y adolescentes vivan esta experiencia de manera informada, segura y digna’, comenta Stephanía Lozano, psicóloga especialista en gestión menstrual.
En la actualidad siguen existiendo creencias, tabúes o mitos relacionados con la menstruación; normas sociales y prácticas sobre cómo manejar la regla e interactuar con mujeres que menstrúan. Por ejemplo, cuando se dice que durante tu periodo no debes hacer ejercicio, ni bañarte o salir de casa, pues estás “enferma”. Hay culturas donde las mujeres menstruantes son encerradas, lejos de la familia, de la comunidad y excluidas de la vida social, pues las consideran “sucias”, “impuras” y que pueden “contaminar” al resto. En culturas con contextos religiosos la menstruación es el castigo divino contra las mujeres por el “pecado original”, llegando a considerar cada periodo como un aborto o como una oportunidad perdida de concebir y de cumplir con su función “natural” y “obligada” de procrear.
El Manual sobre salud e higiene menstrual1 del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2020) señala que “es importante diferenciar la información que resulta útil para tener un mejor manejo de la higiene menstrual o para sensibilizar a las personas a tu alrededor, así como también aquella que discrimina, limita o tiene una influencia negativa sobre tu cuerpo, tu salud o las cosas que puedes hacer”.
Mónica Marcos nos relata que al tener su primera menstruación se sintió mal, con temor de contárselo a su mamá pues no sabía cómo iba a reaccionar. La primera en saberlo fue su hermana y fue ella quien le ayudó a hablarlo con su mamá. Sus expectativas de su primera menstruación era que le iba a doler, pero se dio cuenta que no era así, solo estaba incómoda pues no se acostumbraba a lo que estaba pasando; la pregunta más frecuente que se hizo fue “¿por qué nos pasa esto a las mujeres?” Ella considera que debe ser un tema que se hable en cualquier lado, pues es algo fundamental para todos, tanto hombres como mujeres.
El caso de Guadalupe Ramírez es diferente, en el sentido de que ella, al tener dos hermanas mayores, ya sabía que pronto menstruaría. Ella cursaba el primer grado de secundaria, con 11 años de edad, cuando una mañana, mientras se preparaba para ir a la escuela, al terminar de hacer uso del sanitario lo vio teñido de rojo. Inmediatamente lo supo y fue a buscar a su madre y en secreto le pidió que la acompañara al baño. Al llegar le señaló el sanitario y su madre, con una sonrisa de oreja a oreja la abrazó y le dijo “¡Felicidades! ¡Ya eres una señorita!”. Y en seguida le facilitó una toalla sanitaria y le dio recomendaciones de cuidado e higiene. Guadalupe recuerda que su mamá corrió a contárselo a su padre, y eso sí la hizo sentir apenada. Lo que nunca se imaginó es que le tocaría ser de esas mujeres con periodos muy dolorosos, que ningún remedio casero ni medicamento conseguía aliviar. Lo peor para ella, lo que sí le deba pánico, era que su menstruación coincidiera con día de educación física, tener que quitarse la falda del uniforme y tomar la clase en shorts blancos. En especial trae a su memoria al profesor que se burlaba y exponía a las compañeras que le solicitaban poder tomar la clase con la falda puesta. Los tres años de la secundaria, dice, los pasó con el suéter en la cintura para tapar cualquier mancha de sangre. Sin duda las toallas sanitarias han evolucionado, pues sus primeras toallas, nos cuenta, eran muy gruesas, cortas, incómodas y con poca adhesión a la pantaleta ocasionando que siempre hubiera escurrimientos al estar sentada o al irse a acostar. Recuerda con gracia que la vida le cambió cuando pudo usar toallas extralargas.
¿Cómo se lo digo? ¿Cómo preguntar y cómo responder?
A todas nos llega a pasar que un día despertamos en la cama, o nos encontramos en algún lugar ya sea fuera o dentro de casa, y sentimos cómo nuestra ropa interior está húmeda, y cuando observamos que está manchada de sangre nos ponemos nerviosas, nos sentimos confundidas o incluso con miedo.
Hablar sobre menstruación va más allá de conocer productos para la higiene (toallas de varias medidas de largo y ansorción, tampones, jabones y desodorantes íntimos y actualmente copas menstruales o toallas biodegrables, ambas amigables con el medio ambiente); hablar sobre menstruación “es generar condiciones para que niñas y adolescentes vivan esta experiencia de manera informada, segura y digna”, comenta Stephanía Lozano2, psicóloga especialista en gestión menstrual.
Estamos acostumbradas a callar lo que nos sucede, pero desde MujeresNet te invitamos a no tener miedo, habla de este tema con alguna persona allegada a ti, a quien más le tengas confianza, puede ser a nuestras madres, tías, abuelas o alguna persona mayor; no te preocupes, también pasaron por este proceso. Ellas te ayudarán a encontrar las mejores alternativas de cuidado e higiene íntima.
Muchas madres y padres de familia se han de preguntar cómo se puede abordar este asunto con sus hijas, incluso con los hijos también. Hoy en día hay infinidad de opciones, pero es importante recordar que la frase “Tenemos que hablar” no es acertada, no funciona ya que pueden sentirse arrinconadas/os y el mensaje no les llega. Es más viable abordarlo en algún momento de convivencia durante el día, cuando se haya creado un ambiente de confianza e intimidad, y hacerlo sin “sermones”, al contrario, que surja espontáneamente y de forma abierta, para que se sientan con la libertad de expresarse y tengan la disposición de escuchar.
La menstruación es una etapa de mucha curiosidad y al mismo tiempo de confusión, sobre todo cuando las adolescentes notan los cambios físicos y emocionales que se producen y que experimentarán de forma agradable o desagradable dependiendo del conocimiento y la confianza que posean al respecto. Cualquier información razonada y argumentada que se les dé servirá para romper tabúes y fortalecer las relaciones positivas.
Notas:
[1] https://www.unicef.org/mexico/media/4701/file/Gu%C3%ADa%20para%20facilitadoras%20y%20facilitadores.pdf consultado el 1 de abril de 2023.
[2] https://www.facebook.com/TVPeruOficial/videos/2019953148200588/ consultado el 1 de abril de 2023.