El regreso de una sirena
Por Elvira Hernández Carballido
Aquí estoy, en MujeresNet.Info, el mar digital donde esta sirena chapotea entre palabras y frases, gozosa de regresar.
Nunca me fui, pero regreso.
Mil pretextos dan vueltas por mi cabeza, una sola razón se asila en mi alma de feminista abnegada: el amor por escribir para, por, siempre y desde las mujeres.
Evoco aquel mes de junio de 1987, mi primer texto publicado en Fem. Le dieron portada a mi entrevista que le hice a Guadalupe Loaeza. Escribí en esa ya histórica publicación feminista hasta su último número que salió en 2005.
Jamás olvido ese mismo año de 1987 cuando también empecé a escribir en Doble Jornada, suplemento coordinado por Sara Lovera, y ella en la segunda tarea asignada me dejó escribir el reportaje principal: Las mujeres durante la expropiación petrolera, porque se cumplían cincuenta años de ese acontecimiento histórico. Y esa frase que ella me dijo y se quedó tatuada en mi vocación: “Escribes bien. No dejes de hacerlo”.
Y aquí estoy otra vez, en mi querido espacio de MujeresNet.info, gracias a Elsa Lever, que confía en mí, siempre solidaria y generosa. La amiga que me dio asilo cuando me quedé huérfana al desaparecer Fem. Que no deja de recordar que fui una de las primeras que le dije sí cuando decidió abrir este espacio, nerd eterna que siempre entrega su colaboración a tiempo. La misma que ama escribir hoy, a sus 60 años, 10 meses de edad.
Entonces aprovecho cada espacio donde he sido invitada a escribir. Es tan fácil decir que sí a este tipo de invitaciones.
Escribir, mi destino. Escribir, mi vocación, mi pasión, mi obsesión.
Creo que el tiempo me ha hecho osada, loca y diversa. Por eso, hoy me he atrevido a explorar el mundo literario y gracias a la pandemia pude escribir dos novelas: Las Melodys, historia de seis amigas que durante la década de los setenta demuestran la fuerza de la sororidad verdadera; y, Tinta Violeta, un intento de hacer una novela histórica al recuperar desde mis ilusiones e ingenuidad la vida de la gran periodista del siglo XIX, Laureana Wright.
Sin embargo, en 2019 volví a quedarme huérfana al desaparecer el periódico El Independiente de Hidalgo donde tenía mi columna Bellas y Airosas, espacio personal tan querido, donde todas las elviras se expresaban, compartían, inventaban, jugaban y soñaban a través de la escritura. Entonces, Sara Lovera me brindó un espacio en el portal de noticias SemMéxico, y cada mes disfruto nuevamente delatarme, compartir, observar, dar voz. Al mismo tiempo, no he dejado de publicar en Alas mujeres, la revista fundada en 2007 por Aída Suárez en el estado de Hidalgo, donde vivo desde hace 20 años.
No se diga todo lo que escribo como investigadora, más de 30 libros, chorromil capítulos de libros, artículos dictaminados, no dictaminados, de difusión o indexados. Y necia como yo sola, siempre haciendo referencia a las mujeres, a sus historias, sus logros y retos. Textos que, dicen, tienen un lado muy rosa de la vida, pero me inspira la certeza de que alguien debe hablar también de esa posibilidad donde las mujeres ganamos, nos queremos, nos admiramos, somos cómplices, sin envidias ni traiciones. Textos donde recupero a las que hicieron nuestra historia, las que nadie había descubierto, las que deben hacerse visibles, las que han luchado en toda época.
Escribir, mi destino. Escribir, mi vocación, mi pasión, mi obsesión.
Gracias a la pandemia he tomado muchos cursos en línea, espacios donde he confirmado que la escritura es mi arma y mi espejo, mi pasaporte para viajar sin salir de mi espacio, la varita mágica para transformar lo que no me gusta de este mundo. Es así como Kyra Galván me ha contagiado su poesía, Gloria G. Fons los bordados de narración y descripción, mientras que Beatriz Escalante me ha convencido que puedo escribir para sanar. Tengo la fortuna de encontrarme a mis maestros hombres, machines llenos de sororidad, quienes me han convencido de que la escritura me sigue acompañando. No olvido la sensibilidad de Elmer Mendoza y los consejos de Agustín Cadena.
Por eso, estoy segura que nunca me fui, pero que hoy regreso.
Aquí estoy, en MujeresNet.Info, el mar digital donde esta sirena chapotea entre palabras y frases, gozosa de regresar.
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